Si hay un auto que hasta hace caer las lágrimas a los fanáticos, ese es el Torino. De fabricación nacional, en épocas donde más que tecnología se usab
Si hay un auto que hasta hace caer las lágrimas a los fanáticos, ese es el Torino. De fabricación nacional, en épocas donde más que tecnología se usaba la mano del hombre, se convirtió en el auto más querido y terminó de sellar su paso a la historia al consagrarse en la histórica carrera las 84 horas Nurburgring.
Pero empecemos por el origen. La historia del Torino se remonta a comienzos de la década del 60, cuando Industrias Kaiser Argentina (I.K.A.) firmaba un acuerdo con la American Motors Corporation (A.M.C.) para fabricar localmente algunos de los modelos que ofrecía en el mercado norteamericano. Entre ellos, se eligieron Rambler Classic y Ambassador.
La línea Rambler rápidamente se convirtió en un éxito, aunque se notaba que estaba faltando un auto más chico para competir con modelos como los americanos Ford Falcón y el Chevrolet Súper.
Sin embargo, antes que nazca el Torino, se pensó que el estilo debía ser europeo, ya que era la tendencia del momento del consumidor argentino, quien estaba volcándose al auto del Viejo Continente. Así nació el proyecto X.
De todas las carrocerías que disponía el American en el mercado norteamericano, I.K.A. tomaría la Coupé Hardtop (sin parantes) y el Sedán. A medida que avanzaba el desarrollo, se evidenciaba la necesidad de contar con un diseñador europeo que dotara al auto de un estilo propio y, gracias al aporte de Juan Manuel Fangio, se contrató al célebre italiano Battista Farina, alias Pininfarina, quien puso manos a la obra encargándose él mismo del proyecto. Si bien el estampado del auto casi no sufrió variaciones, el diseño mejoró notablemente.
Para eso, aprovechando los convenios con la AMC (American Motors Corporation), Industrias Kaiser Argentina utilizó al Rambler American como base para el futuro proyecto. El modelo correspondía al de tercera generación, lanzado en 1964.
Torino, en una de sus versiones cupé.
Finalmente, el Torino fue presentado el 30 de noviembre de 1966 y salió a la venta en 1967. El Torino nació en tres versiones: las cupés 380 y 380W, y el sedán 300:
El 26 de octubre de 1966 se lanzó el IKA Torino, modelo que fuera desarrollado a partir del estadounidense Rambler American. Fue presentado en su versión Torino 300 con carrocería sedán.
El 3 de noviembre de ese mismo año fue presentado el Torino 380, un nuevo que estrenaba la gama coupé del Torino
El 21 de noviembre de 1966 nacía el Torino 380W.
En cuanto al diseño, las dos Torino cupés eran casi iguales, y solo las siglas eran las que marcaban la diferencia entre ellos. Donde sí se veían las diferencias era en el motor, que era el de seis cilindros en línea y 3.770 cm3 denominado Tornado Superpower 230, pero el 380 recibía el combustible por un carburador Holley 2300 C y el 380W, por tres Weber 45. Eso hacía que los motores tuvieran diferente rendimiento, entregando 155 y 176 caballos, respectivamente.
La nomenclatura de los cupés tenía que ver con que, el 380W heredó el número «380» del Torino con esa numeración que hacía alusión a la cilindrada nominal de su motor Tornado, mientras que la letra «W» hacía alusión a los tres carburadores Weber que alimentaban al mismo.
Todas las versiones tenían su impulsor asociado a una caja de cambios de la firma alemana ZF, de cuatro relaciones con comando al piso. El Torino 380W alcanzaba los 199 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos.
La suspensión del Torino era independiente adelante, con brazos oscilantes y resortes helicoidales, mientras que atrás contaba con eje rígido y elásticos longitudinales, resultando algo dura para la ciudad, pero muy adecuada para las altas velocidades a las que permitía circular. Del modelo 380 se fabricaron, entre 1966 y 1970, 12.208 unidades, mientras que en el mismo período se construyeron 1.241 380W.
Torino sedán
Torino en su versión sedán.
El sedán era similar a la cupé, aunque en la mecánica había grandes cambios. El motor que utilizaban era de 2.965 cm3, con un carburador Holley 2300 de 117 cv.
La versión común venía con asiento delantero enterizo y caja de cambios de tres marchas con mando al volante, mientras que la S tenía butacas y caja de cuatro velocidades al piso. En 1969, la gama del sedán se unificó en un solo modelo, el 300S. Además cambió la motorización, pasando a utilizar el mismo que la cupé.
Torino, primer restyling
En 1970, la línea Torino recibió sus primeros cambios importantes, con los que también se alteró la denominación de los modelos. Su primer restyling estuvo apuntado a modernizar su imagen; mientras que en la mecánica se trabajó para bajar el elevado consumo.
En cuanto a los cambios, el capot pasó a ser plano, la parrilla dejó de enmarcar a los faros de profundidad, y se limitó a estar entre medio de ellos, sumando un marco metálico que formaba un único conjunto
En la cola se colocaron un par de faros circulares, en el externo estaban las luces de posición y freno, y en el interno, giro y marcha atrás.
Torino, más cambios
En 1973 se produjo un gran cambio en la motorización de la gama Torino, que fue acompañada por leves cambios estéticos.
En primer lugar se dejó de ofrecer el motor chico, y se modificó el grande, que pasó de tener cuatro bancadas (Tornado Superpower 230), a tener siete apoyos para el cigüeñal (Torino 233). El motor con el Holley incrementó su potencia de 132 a 178 caballos, mientras que el alimentado por los tres Weber alcanzó los 205 burros, posibilitando que la cupé GS fuera el primer auto nacional en pasar la barrera de los 200 Km/h.
En cuanto a los cambios exteriores, las manijas de puerta pasaron a ser embutidas, los faros traseros circulares dobles fueron reemplazados por unos apaisados de gran tamaño, y en la TS aparecieron las llantas denominadas budineras, que eran más deportivas que las anteriores.
Acompañando estas modificaciones, el sedán cambió su denominación a SE, y adoptó los mismos cambios estéticos que la cupé. En 1974 se fabricaron 27 unidades del denominado Flotillero, que apuntaba al uso como taxi o vehículo policial, aunque claramente no tuvo suceso.
Torino, con reemplazos
Nuevos cambios llegaron en 1976 y 1979. En esta época volvió a modernizarse y el Torino cupé TSX reemplazó a las TS y GS. Además, por primera vez se dejó de ofrecer una variante con tres carburadores, para disponer de un único modelo de cupé.
Estéticamente se agregaron algunos cambios a los ya incorporados por la segunda serie de TS y GS, como los faros auxiliares rectangulares en reemplazo de los circulares, la zona del zócalo pintada en negro mate, o la opción de colocar un soporte tipo araña sobre la tapa de baúl para llevar el auxilio, y así tener mayor espacio de carga. La paleta de colores sufrió modificaciones, se agregaron colores estridentes como el Verde Delta, el color del lanzamiento, mientras que en el interior el instrumental pasó a tener fondo azul, y la plancha pasó de ser símil madera a color marfil.
En cuanto a la mecánica, el motor siguió siendo el mismo, aunque con ciertas mejoras logró entregar 200 caballos, con lo que alcanzaba una velocidad máxima de 196 km/h. La versión sedán siguió bajo la denominación SE hasta 1978, cuando pasó a llamarse Grand Routier, manteniendo la estética y la mecánica de la cupé, aunque en vez de llantas de aleación calzaba llantas de chapa con taza de acero.
Torino: la epopeya de Nurburgring
La epopeya de 1969 selló a fuego la leyenda de este modelo de producción nacional. Compitiendo entre los grandes de la época (Lancia, Ford, Porsche, etc.) en una de las carreras más exigentes de aquellos tiempos, el Torino estuvo a la altura de un verdadero campeón en Las 84 Horas de Núrburgring, la legendaria pista alemana.
Fue un momento de gloria para el automovilismo argentino, que se organizó para ser parte de esa competencia internacional con un auto de fabricación local, como es el Torino, y que hace poco fue homenajeado en Córdoba.
Torino, la epopeya más recordada.
En aquel entonces, un grupo de pilotos locales, organizado por Juan Manuel Fangio y Oreste Berta, lograron derrotar a marcas como BMW, Mercedes Benz y Ford, entre otras, con un auto que salía, nada más ni nada menos, de la planta IKA que luego fue comprada por Renault.
Fue en 1966 que Fangio y Berta partieron rumbo al circuito Alemán de Nürburgring, donde un año antes había comenzado a disputarse la famosa competencia que duraba 84 horas. Allí llegó el Torino, un auto que por su peso se consideraba ideal para ese escenario.
La selección argentina llamada «La Misión» se organizó para participar en 1969: El objetivo era armar un equipo de trabajo donde varias empresas colaboren por igual para que no haya un solo dueño, con la conducción de Fangio.
Carlos Lobbosco, coordinador deportivo, armó una selección de pilotos, quienes conocieron las 198 curvas de los 18 kilómetros de circuito.
Cada Torino presentó una tripulación de tres pilotos. Dichas tripulaciones estaban compuestas por:
Torino n. º 1: Luis Rubén Di Palma, Oscar Fangio y Carmelo Galbato;
Torino n. º 2: Eduardo Rodríguez Canedo, Jorge Cupeiro y Gastón Perkins;
Torino n. º 3: Larry Rodríguez Larreta, Eduardo Copello, Oscar Mauricio Franco.
Néstor García Veiga integró el equipo como piloto suplente.
Si bien el número 3 no ganó el evento por una infracción al reglamento (superó tiempo de permanencia en boxes), su actuación como el vehículo que más vueltas realizó en el difícil trazado se considera una epopeya en el automovilismo de Argentina.
Torino, el emblema argentino.
El hecho más trascendental fue que tras la largada, y durante 50 horas, los Torinos estaban en la punta y mantuvieron el 1-2.
La competencia no los tuvo como ganador, pero fue una epopeya para la industria argentina. Sobre el final de la competencia -ya quedaba en pista solo 1 Torino- se le soltó el caño del escape y por el ruido ensordecedor (por reglamento, el nivel no podía superar los 90 decibeles) y una denuncia de Ford, el Torino tuvo que entrar a boxes, lo que le significó que le descontaran 10 vueltas y que terminara en cuarta posición.
El final
En 1979, y ya con la importación abierta, la firma francesa se jugó una última carta para pelear con los deportivos europeos y japoneses, que llegaban al mercado con más equipamiento, menor consumo, y hasta mejores prestaciones que el Toro. Así aparecieron la cupe ZX, y el GR, modelos que por primera vez mostraban el logo del rombo.
Entre los cambios se destacaban una nueva parrilla de elementos horizontales más gruesos; el capó con una franja bajo relieve central; paragolpes de nuevo diseño que agregaron una gruesa banda de goma protectora; nuevos faros de posición y giro que pasaron a estar debajo del paragolpes; nuevas llantas (de aleación para la cupe y de chapa para el sedán); y nuevos colores metalizados, en contraste con los elementos ornamentales en plástico negro.
Las últimas unidades, fabricadas hasta 1981, sumaron algunas mejoras como el espejo exterior izquierdo con mando eléctrico del R18, y uno del lado derecho (sin comando), instrumental de nuevo diseño, volante y reloj digital en el techo del R18, tacómetro, levanta cristales eléctricos, entre otros detalles.
Estos últimos ejemplares, tanto de la cupé como del sedán, se vendieron en 1982 y por ello el público los apodó Gamma 82.
En sus quince años de vida, 99.792 Torinos de todas las versiones salieron de Santa Isabel, Córdoba, siendo el GS y el 380W los menos producidos, con 600 y 1.241 ejemplares, respectivamente, y, por ende, hoy día los más deseados. Tras décadas de gloria, hace exactamente 38 años el último «Toro» salía de la línea de montaje.
Torino, datos generales
Fabricante Industrias Kaiser Argentina
Fábricas Santa Isabel
Córdoba, Argentina
Período 21/11/1966-02/02/1970
Tipo Segmento E
Carrocerías Cupé sin parantes
Configuración Motor delantero / tracción trasera
Dimensiones: Largo 4725 mm / Ancho 1778 mm / Alto 1410 mm / Batalla 2723 mm
Trocha Delantera 1440 mm
Trocha Trasera 1432 mm
Peso 1497 kg
Transmisión Caja manual de 4 velocidades y M.A.
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 13/10/2020