Consejos para aplicar al momento de adquirir un vehículo usado. Los puntos a observar para no tener problemas a futuro. En esta primera entrega, la in
Consejos para aplicar al momento de adquirir un vehículo usado. Los puntos a observar para no tener problemas a futuro. En esta primera entrega, la inspección primaria.
Antes de comprar un auto usado se suele verificar con un experto el estado general del vehículo para que, un vez que la llave pasó de manos, no aparezca ese sinfín de problemas que nos depositaría una buena temporada en el mecánico.
Para evitar esa situación hay una serie de puntos que, aconseja Cesvi, no se pueden obviar cuando se está frente a un ejemplar que interesa adquirir.
En primer lugar hay que distinguir dos etapas en el proceso de inspección de un automóvil usado: la inspección primaria, en la que evaluamos el estado general de la carrocería, golpes que puedan haber afectado a su estructura, reparaciones mal efectuadas y corrosión; y la inspección secundaria, en la que se realiza un examen más profundo. En esta ocasión se darán recomendaciones para la inspección primaria. En la semana próxima se abordarán los ejes que componen la secundaria.
Inspección primaria
Párese a unos 3 metros de distancia del frente y observe las líneas y la simetría del auto. Controle que el vehículo no esté vencido hacia un costado o sin simetría ya que podría tener problemas de suspensión.
Verifique la superficie de la carrocería a contraluz para distinguir ondulaciones en la chapa. Piezas con muchas ondulaciones o quiebres podrían evidenciar que el vehículo ha sufrido un choque.
Controle el correcto ajuste y la uniformidad de puertas, capot y guardabarros. Si es correcto significa que no hubo reparaciones, o en el caso de que las haya habido, fueron bien realizadas.
Inspeccione las soldaduras de la carrocería para determinar si existen piezas sustituidas y cómo se han realizado dichas sustituciones.
Verifique la presencia de óxido, tanto en el exterior como en los bajos del auto.
Analice rayas y golpes leves que puedan afectar o alterar la superficie de la pintura externa y su resistencia. De esta forma podrá tener una idea de posibles focos de corrosión.
Controle la presencia de óxido en zonas de difícil acceso como detrás de tapizados, debajo de las alfombras, debajo del piso del baúl y detrás de burletes. El óxido a menudo se encuentra debajo de la pintura ampollada o descascarada. En una reparación es síntoma de un pintado mal realizado y una protección insuficiente de la chapa.
Observe si hay evidencia de corrosión por inundación. Algunas señales de esto son: manchas en la alfombra, mal olor, residuo verde o blancuzco en las conexiones eléctricas.
FUENTE: AMBITO.COM 11/09/2012