Como te venimos contando prácticamente desde que comenzó el año, la industria automotriz brasileña está sumergida en una crisis importante. En las últ
Como te venimos contando prácticamente desde que comenzó el año, la industria automotriz brasileña está sumergida en una crisis importante. En las últimas semanas varias compañías debieron suspender sus actividades, debido a dos causas cuya base son el Coronavirus:
La falta de materiales primarios, especialmente microprocesadores
Directamente afectó a la producción a nivel mundial
Marcas que suspendieron sus labores:
La grave situación sanitaria que vive Brasil
Récord de contagiados y muertos en las últimas semanas
Es el país con mayores índices negativos del mundo
Marcas que suspendieron o suspenderán sus labores:
Volvo
Scania
La segunda causa es prácticamente un dejavú de lo acontecido en 2020, por lo se sabe que la regulación de la situación excede las intenciones de las automotrices, más allá de diversas medidas sanitarias que se puedan tomar. Por otro lado, el primer motivo es toda una novedad, por lo que resulta interesante ver de qué manera los fabricantes se las arreglan para poder continuar con la producción.
La solución de emergencia de Stellantis
Una de las compañías que aún no tuvo la necesidad de parar sus actividades por falta de elementos (al menos no lo anunció oficialmente, aunque sí hubo rumores) fue Stellantis. El cuarto grupo automotriz más grande del mundo posee tres plantas en Brasil (Betim, Goiania y Porto Real), y de cara al futuro decidió que se salteen determinados procesos de su cadena de producción, según lo informado por Autoesporte Globo.
Por ejemplo, si al momento de fabricar un vehículo no se cuenta con un elemento que no resulta crucial en su armado, la producción continúa y dicho faltante se lo incorpora más adelante, cuando el proceso termine. Así, no se interrumpe toda la línea de montaje, lo que resultaría bastante más costoso.
Stellantis no fue la única empresa en tomar otras medidas más allá de la suspensión de actividades. BMW, marca que si bien no padeció tanto la escasez de chips debido a su poco volumen de producción, decidió comprar ciertos elementos “con anticipación, para garantizar las entregas de acuerdo a los contratos firmados”, tal como señaló su filial brasileña a Autoesporte Globo.
¿Cuándo se podría llegar a normalizar la situación?
En la actualidad, la poca oferta y gran demanda tiende a generar sobreprecios que lo único que hacen es achicar el grupo de las fábricas capaces de conseguirlos. Por lo tanto, la situación parecería complicarse cada vez más, e incluso afectar a los propios consumidores, a quienes seguramente les salpique el aumento indiscriminado del valor de las piezas.
Según Autoesporte Globo, los analistas más optimistas sostienen que la normalización de la situación podría llegar a darse recién a partir del segundo semestre de este año. Veremos si será así y si en estos meses la compleja situación salpicará o no al mercado argentino.
FUENTE; AUTOCOSMOS.COM.AR 26/03/2021