Regresa al país el vehículo más radical de la división deportiva Renault Sport”, así anunciaron las autoridades de la marca francesa el desembarco en
Regresa al país el vehículo más radical de la división deportiva Renault Sport”, así anunciaron las autoridades de la marca francesa el desembarco en el país del nuevo Mégane RS, a dos años de que dejara de venderse aquí por problemas impositivos. Se fabrica en la planta de Palencia, en España, pero en Europa el modelo ya fue discontinuado a la espera del lanzamiento del Mégane IV RS. Es decir que en Argentina será algo así como debut y pronta despedida.
Se comercializarán 150 unidades solo en concesionarios oficiales y cada auto llevará una identificación con placa seriada, del 01 al 150, sobre el parante del lado derecho del conductor. La estética se inspiró en el look de los vehículos de Fórmula 1, categoría en la que Renault cuenta con una vasta trayectoria. De allí no sólo tomó aspectos para el diseño, sino algunos elementos y configuraciones para mejorar la aerodinamia del RS.
Puertas adentro no solo se respira un aire sport sino que todo fue configurado hacia ese estilo: volante, butacas, pedalera; sin dejar de lado la calidad y elegancia, con materiales de altísima calidad.
Debajo del capot hay un viejo conocido pero mejorado. Es el clásico naftero de 1.998 centímetros cúbicos que aumentó la potencia para la ocasión. Lo probamos con nuestro propio instrumental en lugares adecuados para hacerlo y les contamos los resultados interesantes que arrojó.
Los ingenieros de Renault Sport trabajaron mucho para evolucionar el comportamiento del modelo. A modo de anticipo podemos mencionar que se aplicaron mejoras en el turbo, se revisó la cartografía del sistema de inyección y también del árbol de levas. Por otra parte, y como no todo es potencia y rendimiento, hicieron hincapié en reforzar la estructura para ofrecer un nivel más alto de protección en caso de impacto.
El que maneja un Mégane RS puede sentirse parte integrante de un equipo de competición ya que dispone de información al instante sobre distintos parámetros y rendimientos de conducción a través del sistema RS Monitor que explicaremos en detalle en el desarrollo de esta prueba.
Diseño Exterior:
Como decíamos en la introducción, para crear este vehículo los diseñadores de Renault se inspiraron en los autos de Fórmula Uno, pero sin perder la imagen estilística de la marca ni los genes de la familia Mégane. Esta combinación lo convierte en un auto único que acapara las miradas de quienes gustan de la marca como así también desde lo que no lo tienen tanta simpatía, porque sus características le otorgan personalidad propia.
La nueva generación protagonizó un profundo rediseño frontal, estrenando ópticas focales, que incorporan un filo blanco en sus extremidades y se extienden casi hasta los guardabarros. Por su parte, ahora el símbolo del rombo resulta más voluminoso y estilizado, ocupando un lugar preferencial en el sector central. Y las siglas R.S. se alojan dentro del volumen de la parrilla.
Este personalizado modelo dispone de algunos elementos distintivos que provienen del deporte motor y le proporcionan una silueta elegante y dinámica de la versión Coupé. En su frente los paragolpes fueron modificados en función de la nueva imagen de la marca. Además, muestra una gran rejilla de entrada de aire y una lámina aerodinámica al estilo Fórmula Uno.
Sobre los laterales no deja en el camino su personalidad arrolladora, y lo manifiesta a través de sus guardabarros musculosos que contienen al nuevo formato, mucho más agresivo y dinámico, de las llantas de 18 pulgadas calzadas con neumáticos en medida 235/40-18. A su vez, sobre la zona inferior de las puertas trae una bagueta color carrocería bien pronunciada.
Su silueta exhibe toda su voluptuosidad, con caderas anchas, paneles robustos y un techo curvo que rápidamente comienza y termina hacia la cola, en forma armoniosa.
La parte trasera es tan o más deportiva que la delantera. La salida central de escape, el difusor y el alerón trasero, además de contribuir a obtener un mejor coeficiente aerodinámico, profundizan su estilo Sport. Por ello no resulta extraño que tanta gente se dé vuelta para verlo pasar y guarde una grata impresión.
Los colores también fueron seleccionados teniendo en cuenta el estilo del modelo. Por eso presenta tres tonalidades especialidades: Amarillo Sirius, Blanco Nacarado y Negro Nacarado. Para tener en cuenta, las dimensiones que le dan forma a este Mégane RS: 4.299 mm de largo, 1.848 mm de ancho y 1.435 mm. de alto. La distancia entre ejes de 2.636 mm y dispone de un despeje al suelo de 120 mm.
Diseño Interior:
El habitáculo conjuga el espíritu deportivo RS con la elegancia de los tope de gama de Renault, donde predominan los colores carbono oscuro con detalles proporcionados por la división Renault Sport para marcar también puertas adentro la personalidad del modelo.
¿Cuáles son los detalles que lo identifican como una versión Sport? En primer término, las cómodas butacas delanteras Recaro con costuras rojas dobles al igual que en el pomo de la palanca de cambios. Otro detalle para reforzar su estilo es la línea roja sobre la zona central de la plancha de abordo con las palabras Renault Sport sobre la derecha. Además, la pedalera es de aluminio y los cinturones de seguridad son de color rojo.
Sentarse en el puesto de conducción (y también en el de acompañante) es un placer porque estos asientos cuentan con sujeciones reforzadas y disponen de regulaciones en altura y profundidad. Por otra parte, el volante de cuero con costuras, se ajusta en altura y profundidad. El diseño que presenta sumado a sus reposa-pulgares permiten un agarre firme para mantener las manos en la zona de sujeción.
El que maneja, además de sentirse en una posición de manejo bien deportiva, cuenta con muchas asistencias para relajarse. Si estaciona aprovecha las bondades de la cámara de visión trasera y los sensores de estacionamiento.
A través del pulsador R.S. puede seleccionar entre tres tipos de conducción: Normal, Sport y Race. Depende de la opción seleccionada, varían los parámetros de aceleración, motor y hasta el control de tracción y estabilidad que en el modo Race quedan desconectados. Por otra parte, dispone de serie con una especie de joystick para poder operar las funciones del R-Link sobre la pantalla central.
La habitabilidad trasera no propone el mismo confort que en las plazas delanteras ya que hay espacios reducidos sobre todo para las cabezas debido a la caída pronunciada del techo. Situación complicada para los que superen la estatura promedio.
El baúl tiene una capacidad de 345 litros, un valor acorde a las capacidades de una coupe de este tamaño. Debajo del piso encontramos el auxilio que es del tipo temporal en medida 135/80-17, permitiéndole ganar profundidad y por consecuencia mayor capacidad volumétrica.
Instrumental:
Tres grandes cuadrantes circulares con bordes cromados conforman el panel de instrumentos y le ofrecen buena información para el conductor, de manera clara y legible. El primero, con fondo gris, cumple las funciones del cuentarrevoluciones y alberga también el indicador de temperatura del motor.
En el centro aparece el velocímetro con números en escala que llegan hasta los 290 km/h. Allí también aparecen los testigos luminosos de luces, airbags, cinturones, ABS, entre otros.
En el tercer gran reloj se ubica un display con toda la información que proporciona la computadora de abordo y por debajo el indicador de nivel de combustible disponible.
Equipamiento:
Haca un tiempo estábamos acostumbrados a que los vehículos deportivos siempre hacían foco en la motorización y en detalles estéticos, dejando de lado el equipamiento. Renault demuestra que esa tendencia cambió porque el Mégane RS está entre los más equipados de su gama, como un auténtico Premium.
En su pantalla táctil de 7 pulgadas se ofrece el sistema multimedia R-Link, donde se concentran las funciones de navegación, la gestión del sistema de Audio BOSE con seis altavoces de alta fidelidad (USB, AUX, SD y Bluetooth) y la visualización de fotos y videos (siempre que el vehículo se encuentre detenido).
La puerta se abre a través de su Smart Card, la misma que permite poner en funcionamiento a su motor habilitando el botón de start/stop. También incluye el sistema global closing (cierre de ventanas y puertas) y la activación de luces follow me home (encendido remoto de luces bajas por un lapso de 60 segundos). Esta función sirve para cuando el conductor estaciona el auto y se dirige hacia su destino permitiendo que tenga buena visibilidad para salir sin inconvenientes.
El climatizador automático bi-zona asegura la temperatura ideal en todo el habitáculo, mientras que el techo solar panorámico brinda una buena luminosidad en el interior y una excelente vista del exterior. El limitador y regulador de velocidad es un sistema interesante sobre todo para aprovechar en ruta porque mantiene la velocidad prefijada y facilita un poco la tarea del conductor más que nada cuando debe manejar muchos kilómetros.
Entre los sistemas de asistencia a la conducción más destacados se encuentran la cámara y los sensores de estacionamiento traseros. Además, las luces se encienden automáticamente cuando la situación lo requiere y los limpiaparabrisas comienzan a funcionar solos cuando detectan la presencia de gotas de lluvia.
Seguridad:
Un auto con estilo y funcionamiento deportivo, capaz de alcanzar altas velocidades y erogar una potencia superior al promedio de los vehículos que circulan en nuestras calles, debe tener también un importante equipamiento de seguridad, a pesar de no haber sistemas que puedan contrarrestar la imprudencia de algunos conductores cuando superan las velocidades máximas permitidas o realizan maniobras arriesgadas.
El poderoso sistema de frenos a discos en las 4 ruedas con ABS está complementado por la Asistencia al Frenado de Urgencia, para acortar significativamente las distancias de frenado. En términos de seguridad activa, además cuenta con los Controles de Estabilidad y Tracción.
El Mégane RS está muy bien equipado en caso de que no se pueda evitar el choque o ante una fuerte desaceleración. Para esas situaciones pueden entrar en acción los airbags frontales, laterales y de cortina, que funcionan combinados con los sistemas de retención compuestos por los cinturones de seguridad inerciales (delanteros con doble pretensor y traseros con pretensor y limitador de esfuerzos). Por su parte, los apoyacabezas delanteros y traseros se regulan en altura, protección fundamental ante impactos por alcance.
A pesar de ser un auténtico deportivo, donde la habitabilidad no es una de las prioridades principales, está previsto para que allí viajen niños y por ellos dispone de anclajes Isofix. En este sentido, también valoramos la inclusión del Sistema Car, una traba automática de puertas cuando el auto alcanza los 6 km/h, para no correr riesgos.
Para analizar su comportamiento estructural tomamos la última referencia del EuroNCAP. Este organismo europeo que realiza los crash test de todos los vehículos que salen al mercado, ensayó al Renault Mégane en 2015. En aquellas pruebas obtuvo cinco estrellas, la máxima puntuación posible, con un 88% de protección para adultos, un 87% de protección para niños y un 71% de protección a peatones, ya que su configuración presenta zonas frontales preparadas para minimizar las consecuencias y lesiones en caso de atropello.
Motor, transmisión y comportamiento:
En un auto deportivo sin dudas lo más importante está debajo del capot. Así sucede en el Mégane RS, con un propulsor naftero 2.0 turbocomprimido de 16 válvulas, que desarrolla una potencia de 265 CV a 5.000 rpm y un torque máximo de 36,7 kgm a 3.000 rpm, suministrando más de 132 CV/l.
Esta motorización ha sido mejorada considerablemente a través del trabajo de sus ingenieros que se centró en la evolución de su turbo, una mejor relación potencia-disponibilidad, la revisión de la cartografía de inyección y la incorporación de un decalarador variable en el árbol de levas.
El modelo cuenta con una transmisión manual de seis velocidades que colabora para exprimir al máximo la potencia del motor. Medimos la aceleración con nuestro instrumental: para llegar a los 100 km/h partiendo de cero necesito 6,68 segundos y para el cuarto de milla 14,59 segundos. Pero también lo hicimos con el R-Link, allí las mediciones arrojaron 6,51 y 14,71 segundos respectivamente, una décima y pico de diferencia. Según las cifras oficiales, acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 255 km/h. El pasaje de marchas las realizamos hasta las 6.300/6.400 rpm donde ya se encuentra la zona roja y donde nos avisa con un beep que estamos en esa area peligrosa.
En cuanto a consumos resulta muy contenido, lógicamente a velocidades respetables, es así que para recorrer 100 kilómetros a 100 km/h fueron necesarios 6,4 litros, mientras a 130 la cantidad de combustible fue de 8,1 l/100 km. En el ámbito urbano esos valores se elevan hasta los 11,5 l/100 km.
Más allá de las agradables sensaciones que nos produjo manejarlo, con un poder de aceleración destacado y potencia de sobra, también nos cautivó el sonido de la motorización. Para conseguir esa sonoridad deportiva los especialistas de la marca del rombo trabajaron en el conducto de admisión y en la línea de escape.
El conjunto motor-transmisión recibe el apoyo de la telemetría, como sucede en las categorías deportivas. A través del sistema R-Link el habitáculo se convierte en el cockpit de un auto de competición. Esta herramienta transmite online mediciones de magnitudes físicas (como las brindadas anteriormente). Sobre el R.S. Monitor brinda información instantánea sobre aceleración lateral, entrega de potencia y par motor, presión del turbo, entre otros. Esos datos valiosos pueden almacenarse en un pen drive para analizar luego en una computadora. La semana de pruebas nos sirvió para confirmar las sensaciones que nos habían quedado en el lanzamiento oficial del Mégane RS, cuando lo probamos sobre la pista del Autódromo de Buenos Aires.
Si partimos de la base de que es un auto de calle con perfil deportivo, cumple con creces las expectativas que genera. ¿Por qué? Es ágil, potente, dobla bien y acelera con firmeza; los asistentes electrónicos de seguridad pasiva actúan cuando las maniobras ponen en riesgo la trayectoria y adherencia, y se detiene en distancias realmente cortas.
Su configuración de perfil deportivo va un poco en detrimento del confort de marcha en ciudad, algo lógico por las características deportivas que presenta el Megane, ya que es un poco más durito que un auto convencional copiando las imperfecciones del asfalto. Gran parte de todo lo que afirmamos con anterioridad se debe a su exclusivo chasis Cup que reúne características especiales que le confieren un comportamiento dinámico deportivo, picante, ágil, pero sin perder firmeza y seguridad. Su dirección asistida eléctrica fue adaptada al estilo deportivo del vehículo. Ahora resulta más directa y ofrece un diámetro de giro de 11,35 metros. Percibimos sus mejoras en la docilidad que exhibió al encarar curvas pronunciadas.
Este chasis contiene un amortiguador pequeño dentro del amortiguador deportivo para evitar el golpe del fin del recorrido del amortiguador ante un cambio de nivel en el suelo. Esto se denomina amortiguación progresiva. La suspensión pseudo Mc Pherson evita la vibración del volante ante una aceleración brusca o frenado. Además, su tren pivotante independiente logra que las ruedas siempre se mantengan en contacto con el suelo en la misma posición. Este chasis Cup trabaja en complemento del chasis Sport, con barras estabilizadoras más grandes, una mayor rigidez antirrolido delantera de 13% y trasera de 7%.
El sistema de frenado es más eficiente que el que equipaba a la generación anterior. Son de grandes dimensiones con pinzas de 4 pistones Brembo y discos delanteros ventilados de 340 mm y 28 mm de espesor. La asistencia del sistema de frenado se realiza mediante un servofreno de 11’’ que genera una presión máxima en el circuito. Por otra parte, en la parte trasera, dispone de discos de freno mono pistón flotante Brembo de 290 mm y 11 mm de espesor. En nuestras pruebas de frenado logramos detener completamente al Megane RS en 38 metros cuando circulábamos a 100 km/h,
Precios:
El nuevo Renault Mégane RS se comercializa en toda la red que la marca francesa despliega en el país, en una única versión, a $730.000. Un precio muy superior al Mégane en su opción tradicional (Luxe Pack 1.6 L) que cuesta $381.400. El producto se entrega con una garantía de tres años o 100.000 kilómetros.
Para tener en cuenta a la hora de una decisión de compra, te acercamos los valores de los cinco primeros services programados para este modelo: 10.000 kilómetros ($4.630), 20.000 kilómetros ($4.840), 30.000 kilómetros ($4.630), 40.000 kilómetros ($5.770), 50.000 kilómetros ($4.630).
FUENTE; 16VALVULAS.COM 31/10/2016