Las trabas a la importación que el Gobierno intensificó este año para limitar la salida de dólares lograron que el trámite de reparar el coche se haya
Las trabas a la importación que el Gobierno intensificó este año para limitar la salida de dólares lograron que el trámite de reparar el coche se haya vuelto cada vez más largo, complicado y costoso. Y es que a los ya típicos faltantes de repuestos, que demoran semanas o meses las reparaciones, ahora se sumaron muy fuertes subas en los precios, que en muchos casos ya superan el 50% en lo que va de 2015.
Según Clarín, empresarios repuesteros coinciden en que no se consiguen piezas esenciales muchas veces insustituibles. Entre lo más crítico, cuentan, están los procesadores que manejan el sistema de sensores del auto, cuya ausencia deja al vehículo parado. También faltan partes de motor como pistones, bielas o cigueñales y partes de caja de cambios.
Muchos automovilistas tampoco están hallando inyectores o tensores para las correas de distribución de su modelo. Tampoco ciertos embragues, radiadores de aceite, discos de freno, ópticas ni faros. Escasean incluso partes de carrocería como frentes (donde se montan los radiadores), neumáticos para modelos semideportivos y hasta ciertas baterías, dicen en el sector.
«Estamos pasando por un momento difícil», resume Esteban Martín, vicepresidente de la Federación de Cámaras de Comerciantes en Repuestos. «En otras épocas -recuerda-, cualquier pieza se conseguía sin mucho problema. Pero hace 4 años todo se empezó a complicar y hoy ya nos parece normal que autos queden 2 o 3 meses parados esperando un repuesto.»
En otros casos, explica, se logra dar una solución, pero con piezas alternativas o adaptadas que a veces son «de peor calidad, duran menos y hasta anulan funciones». Y ejemplifica que en autos con tecnología ABS, al no conseguirse el disco original, se están colocando otros que dejan anulado el sistema antideslizante, «lo que es un peligro porque la persona ya se habituó a tenerlo en cuenta al conducir».
«Los faltantes se dan en piezas originales para todo tipo de coches, en especial los de gama media y alta. Y afectan casi por igual a importados y nacionales, a autos viejos y a los más nuevos. Nos ha pasado ver vehículos recién salidos de la concesionaria que chocan y ya no tienen repuestos», agrega Martín.
«Hoy lo original no es fácil de conseguir y la industria nacional todavía no está a la altura de las necesidades. Entonces, hay que poner lo que hay», confirma Juan Vicente, titular de la Unión de Propietarios de Talleres Mecánicos de Automóviles. Y advierte: «El problema es que en productos como correas o filtros de aire, nafta y aceite, los reemplazos disponibles en el mercado pueden durar menos».
Lo que suelen hacer en los negocios de repuestos, ante una demanda imposible de satisfacer, es anotar los datos de la persona en una suerte de lista de espera. Y quedan en avisar cuando tengan novedades, en general sin arriesgar plazos. Según el auto, en algunas marcas, un pedido a fábrica puede tardar de una semana a 40 días, si no hay complicaciones. Eso está incentivando, aseguran, viajes a países limítrofes para traer piezas. Y al clásico contrabando.
Para Claudio Odoguardi, presidente de la Cámara de Repuesteros y Afines de La Plata, lo más llamativo de los últimos meses fue que las piezas, además de tardar, tuvieron subas de precios que define como «terribles»: «Desde fin de año, los valores saltaron al entre un 50 y un 60% en promedio y quedaron sumamente altos», asegura.
En un taller de Pompeya, incluso, afirman que varios precios llegaron a duplicarse. «Para coches de gama media, piezas de amortiguación que antes valían $750 hoy van de $1.200 a $1.500; kits de embrague que estaban en $1.500 a $1.800 ahora salen al menos $2.800. Juegos de correas que rondaban los $850 ya están a $2.000, radiadores de agua que salían $1.500 saltaron a $2.500 y algunas baterías, si en noviembre no llegaban a $700, ahora se ven a $1.200 o $1.500. «Pareciera que se perdieron todas las referencias y los parámetros», lamenta uno de los mecánicos.
Y el problema, afirman en el sector, se agravó esta semana porque la escalada del blue llevó a muchos comercios a retener los repuestos que tienen en stock. Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, apunta otro factor. Este año el Banco Central entregó a cuentagotas los dólares para pagar importaciones y los proveedores empezaron a restringir el suministro, lo que causó faltantes de piezas tanto para fabricar coches nuevos como para reparaciones.
«La escasez genera inflación porque quien logra importar tiende a elevar los precios. Y también la reciente suba del dólar blue, porque la brecha creciente con el oficial impide que los comerciantes sepan si, al valor de venta actual, luego podrán reponer la pieza. Entonces, por las dudas, se cubren aumentando», explica.
La situación tiene efectos peligrosos. Uno es que incentiva el mercado negro de repuestos, que se nutre del desarme de coches robados. El otro es que, al salir tan caros los repuestos, la gente busca soluciones provisorias y espera más tiempo para ir al mecánico. Este año, en talleres y negocios de repuestos, la actividad mermó.
FUENTE: IPROFESIONAL.COM 24/07/2015