El proceso de rejuvenecimiento de marca de Mercedes-Benz ya lleva varios años. Pero le faltaba por renovar, justamente, el modelo que está destinado a
El proceso de rejuvenecimiento de marca de Mercedes-Benz ya lleva varios años. Pero le faltaba por renovar, justamente, el modelo que está destinado a los usuarios más jóvenes: el Clase A. Y si de rejuvenecer hablamos, olvídense de las dos generaciones anteriores, ya que el nuevo auto chico de la estrella solo hereda el nombre respecto de sus antecesores.
El Mercedes Clase A había aparecido a fines de los años 90. Su figura compacta, de monovolumen, con buen espacio interior llamó la atención, aunque no tanto como la posibilidad de comprar un Mercedes por 25 mil dólares (en Argentina). La segunda generación (2004) no se vendió en el país, ya que dejó de ser “negocio”, puesto que había que importarlo de Europa (con el consecuente pago de arancel) porque ya no se fabricó en Brasil como sí se hizo con la primera generación.
El estilo del nuevo Clase A se enmarca dentro del lenguaje de diseño actual de Mercedes, pero cobra mayor relevancia conociendo los antecedentes. Ahora su arquitectura está mucho más cerca que las que tienen un Audi A3 o un BMW Serie 1, sus rivales directos. Por otra parte, hay ciertos trazos en su figura, como los relieves laterales, que lucen mucho mejor que en el Clase B, por ejemplo. El resultado del conjunto es un vehículo muy atractivo, con una gran imagen de solidez, a pesar de ser un modelo compacto, y con un toque de sofisticación que le da el sistema de luces de LED, tanto delanteras como traseras.
Por dentro lleva un estilo algo más jugado que el resto de los modelos de la marca. Por un lado, tiene detalles estéticos de los vehículos más deportivos de Mercedes, como las salidas de la ventilación, casi idénticas a las del SLS AMG. Y, por el otro, cuenta con algunos elementos que inspiran modernidad y tecnología: el más claro es la pantalla de la consola central, cuyo diseño es muy similar al de una tablet.
El puesto de conducción casi no admite reproches y las butacas delanteras, con los apoya-cabezas integrados, ofrecen una correcta sujeción. El espacio es bueno para cuatro pasajeros. Calidad de terminación y buenos materiales son otros dos aspectos que se destacan de su interior.
Pudimos manejar dos motores durante el lanzamiento internacional en Eslovenia, ambos nafteros. El primero fue un 1.6 litro de 156 caballos. Se trata de un propulsor con un funcionamiento satisfactorio y eficiente, pero no sorprende por su “nervio”. Por precisión y confort, nos gustó más la combinación con la caja automática de 7 marchas (de doble embrague) a la manual de 6. En una pista de aviones manejamos brevemente la versión con el motor de 2.0 litros y 211 caballos. Más allá de la diferencia de potencia, que se nota claramente, lo que más nos llamó la atención es el brío con el que responde este propulsor, con una respuesta inmediata y contundente. Estos dos serían los motores que se ofrecerían en la Argentina, al menos en un principio.
Dinámicamente el Clase A brinda sensaciones gratificantes, ya sea por su respuesta atravesando curvas (con un bajo índice de rolido) o por el confort que ofrece en superficies desparejas. La insonorización del habitáculo también es óptima.
La llegada del nuevo Clase A a nuestro mercado está prevista para finales del primer semestre de 2013. No se sabe aún cómo vendrá configurado ni con qué precio (rondaría los 40 mil dólares). Lo que sí es seguro, es que revolucionará el segmento de los compactos de lujo.
FUENTE: CLARIN.COM 13/09/2012