La disparada del dólar aceleró el ritmo de la inflación. Y este movimiento, además de impactar en los precios de los productos importados y hasta en a
La disparada del dólar aceleró el ritmo de la inflación. Y este movimiento, además de impactar en los precios de los productos importados y hasta en alimentos, también está empezando a repercutir en los costos vinculados al uso y al mantenimiento de un vehículo.
Si a esto se le suman las recientes subas en combustibles y peajes, entonces los gastos asociados al auto pueden superar los $12.000 en el caso de los modelos más económicos y ubicarse cómodamente por encima de los $15.000 mensuales si se trata de autos medianos.
La cifra cobra relevancia si se tiene en cuenta que ya equivale a más del 50% del salario promedio que se percibe en el sector privado, del orden de los $25.000, en términos netos.
Cabe destacar que hace exactamente un año había que destinar unos $10.000 al uso y mantenimiento de un vehículo chico. Esto implica que, en los últimos doce meses, los gastos asociados se incrementaron un 30%, unos puntos por encima de la inflación acumulada.
A esta variación habrá que sumar en breve los incrementos pautados para las naftas, además de la suba de costos relacionados con un vehículo, que se verían impulsados tras la devaluación.
Para hacer los cálculos, iProfesional tomó como referencia dos modelos:
-Por un lado, un auto de la categoría entrada de gama, como puede ser el Volkswagen Gol o el Chevrolet Onix, de un año de antigüedad. Para estimar los costos, además, se consideró el precio de la nafta súper y no la premium y un seguro intermedio. Considerando todos los ítems, el costo promedia los $13.000.
-En paralelo, se evaluó la evolución del costo del mantenimiento de una unidad del segmento medio, como es el caso de un Volkswagen Vento o Ford Focus, unidades en las que ese valor puede incluso superar los $15.000.
Gastos en alza
Para el cálculo, se consideró un uso intermedio del vehículo, del orden de los 15.000 kilómetros por año -cifra que contempla su utilización durante la semana y para eventuales escapadas-, además de otros conceptos, como cochera y peajes.
Al desagregar estos ítems surge que:
-Nafta: el litro de la súper cotiza a $28,10. Con un auto que consume en promedio 10 litros cada 100 kilómetros, esto significa que deberán desembolsarse unos $3.512 por mes.
-Seguro: por una póliza del tipo terceros completo con cobertura por granizo hoy en día hay que pagar unos $1.650 pesos para un entry level. Si el propietario quiere uno completo, entonces deberá pensar en gastar unos $2.575 para un modelo 2017 y $2.890 si el vehículo está recién sacado de la agencia.
-Patente: la suma hoy promedia los $1.400 mensuales (se pagan 5 al año de $2.800).
-Service: en general se debe realizar cada 10.000 kilómetros Si el propietario lo usa en promedio 15.000 km al año puede llegar a tener que pagar más de un service en 12 meses. Considerando que la garantía en general cubre solo hasta ese kilometraje, entonces se deberá abonar el equivalente a $600 por mes.
-Lavado: llevar el auto al lavadero es casi una necesidad. Pensando en que quienes lo llevan al lavadero una vez al mes estarán abonando unos $300 promedio.
-Cochera: es otra necesidad para muchas personas que poseen un auto. Y si el gasto no es mensual, igualmente deberán sumar este concepto a la ecuación dadas las dificultades que existen para estacionar en la Ciudad de Buenos Aires o ciudades que cuentan con un gran parque automotor. El costo mensual de un espacio hoy ronda los $2.800 con expensas.
De esta forma, un auto demandará un desembolso mensual de hasta $11.500 por mes. Esta cifra es superior al salario vital y móvil representa cerca de la mitad de un sueldo promedio del sector privado.
Claro que a este valor habrá que sumar otros gastos: por ejemplo, peajes. Se estima que, cada día, cerca de 800.000 conductores deben pagar para circular a través de las autopistas que ingresan a la Ciudad de Buenos Aires.
Con un costo del orden de los $55 en hora pico, esto arroja un valor extra de $2.200 por mes, considerando únicamente las jornadas hábiles. En ese caso, el gasto se estiraría hasta los $13.700 cada 30 días.
También están los imponderables, que van desde el recambio de cubiertas (las básicas pueden salir más de $2.000) hasta la reparación de desperfectos mecánicos, variables que terminarán incrementando notablemente la erogación anual.
Mayor gama, mayores gastos
En paralelo, en el caso de elegir un vehículo seminuevo de una gama superior, el valor que habrá que abonar por mes se eleva a casi $15.000, sin contar peajes.
Considerando un modelo como el Volkswagen Vento o un Ford Focus, el valor de la nafta se incrementa porque en general son modelos que recomiendan el uso de combustible premium, por lo cual por mes habrá que pagar $4.187, ya que el litro se encuentra en $33,50.
La patente en un modelo de estas características con un año de antigüedad ya supera los $3.600 bimestrales, siendo de $4.400 para una unidad recién sacada del concesionario.
También el seguro es más costoso en este tipo de unidades. En promedio, una cobertura intermedia con granizo tiene un precio de $2.300, mientras que en caso de elegir un seguro completo el valor se eleva a $4.000. Es la máxima cobertura, con una franquicia del 1 por ciento.
El service es otra de las variables que cambian a la hora de elegir un auto más caro. Hasta los 15.000 km, el costo de un mantenimiento oficial (necesario para conservar la garantía) es de $7.800, lo que implica una erogación mensual de $650.
Luego, tanto cochera, como peajes y lavados mantienen el mismo monto que para un auto chico.
Las marcas, más atentas a los costos
El incremento de la cotización del dólar, que trepó un cerca de un 70% en doce meses, terminó afectando a uno de los sectores más dinámicos de la economía, que era la venta de autos.
Con precios que entre mayo y junio se retocaron más de un 15%, planes de financiación que empezaron a encarecerse y temor en los concesionarios por la incertidumbre sobre el valor de los vehículos, los patentamientos se derrumbaron un 18% en junio comparado con el mismo mes del año anterior, con 64.140 unidades frente a las 78.396.
En las agencias hay preocupación por el deterioro del poder adquisitivo, que viene perdiendo terreno de manera acelerada, en un contexto en el que se prevé que alcance un nivel del 30% en el año.
Así, las tarifas y la creciente inflación cada vez compiten más por el bolsillo, lo que termina afectando a aquellos potenciales compradores que apuntan al mercado de vehículos «low cost» y que necesitan financiar la compra.
Propietarios de concesionarios admiten que a la hora de avanzar con una operación, más clientes preguntan cuál es el valor de la patente que deberán abonar, así como de la cuota del seguro.
Atentos a la coyuntura económica, agencias y terminales están tomando nota de ello y, más allá de las bonificaciones en los precios de lista, vienen poniendo el foco en acciones que tienen que ver con la postventa, ofreciendo service gratuitos o descuentos de hasta 50% en el valor de los mismos.
Un caso concreto es en Volkswagen, que bonifican la mano de obra del segundo service. También en otras marcas masivas lanzaron planes de pago en cuotas, donde se incluye el costo del primer service prorrateado por mes.
También hay marcas que están estudiando cerrar alianzas con aseguradoras para ofrecer promociones en las coberturas.
«El objetivo, más allá de bajar los precios, es asegurarse y buscar la forma de atar a los clientes al service oficial, porque con los valores que alcanzaron, mucha gente deja de pensar en que pierde la garantía y va al taller de barrio, que lógicamente le sale más barato», apunta el gerente comercial de una red de concesionarios de una marca europea de primera línea.
De esta manera, las marcas están tratando de retener a los clientes, cada vez más atentos a la inflación.
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 11/07/2018