Las automotrices y las concesionarias rechazaron ayer las acusaciones de la presidenta Cristina Fernández quien el lunes las acusó de “ stockear” o “e
Las automotrices y las concesionarias rechazaron ayer las acusaciones de la presidenta Cristina Fernández quien el lunes las acusó de “ stockear” o “encanutar ” vehículos y no entregarlos cuando son requeridos por los compradores.
Cristina le había pedido al sector automotor que, “por favor los autos los vendan, porque la gente va a comprar autos y ya tenemos muchas quejas de gente que va y no entregan”. En el marco de la reunión del Consejo del Salario, la Presidenta se preguntó: “Entonces, ¿cómo es?. Las fábricas dicen que no se venden autos pero cuando uno va a las concesionarias a comprar autos, no venden autos?” Y preguntó: “Están acopiando autos esperando que ocurra qué cosa maravillosa, mágica, que les haga ganar demasiado dinero?”, alertó y pidió que “las empresas larguen los autos que tienen ‘stockeados’. Yo digo los tienen ‘encanutados’ muchachos, dejen de quejarse que no tienen importación…”.
Ayer, desde Acara, la asociación que reúne a los concesionarios, Rubén Beato explicó que “el negocio” de esas firmas “está en la rotación de autos”. “Tenemos altos costos fijos que hay que solventar, como para darnos el lujo de rechazar operaciones. Tenemos una mercadería que no se puede apilar, porque cambia el año y cambia el modelo”, explicó. Abel Bomrad, presidente de la entidad coincidió: “No es negocio encanutar autos”.
Por su parte, el concesionario Guillermo Dietrich dijo que el Gobierno “debe tener una mala información” al respecto y criticó “el intervencionismo” que impulsó la suba de los precios y que “ha lastimado esta actividad como ha ocurrido con el sector inmobiliario y con el campo”, opinó.
Al ser consultadas sobre la embestida oficial, desde las automotrices aseguraron que ellas “no guardan los autos” e insistieron en que el principal problema que las afecta es la falta de divisas para solventar sus importaciones. En una de las terminales, un vocero aseguró: “No podemos quedarnos con un stock, no tenemos lugar, no entra en la lógica de las empresas”, respondió a la acusación oficial.
En otra terminal señalaron que “retener autos implica un alto costo financiero”. Lo que ocurre es que “las empresas tienen una abultada deuda con sus casas matrices y ya no cuentan con financiamiento para la adquisición de autopartes importadas. Ese es el principal problema”, explicaron.
“Es probable que, en el caso del plan Procreauto, pueda haber falta de entregas circunstanciales porque las condiciones son muy buenas y hay un exceso de demanda, y las terminales no tienen capacidad para fabricar tan rápido. La producción se programa por los menos con 4 o 5 meses de anticipación”, explicaron en otra compañía que vuelca gran parte de sus productos al plan oficial.
Ayer, Jorge Capitanich reiteró que “hay fábricas y concesionarias de automotores que acumulan stock y no lo entregan”.
FUENTE: CLARIN.COM.AR 03/09/2014