A una semana de que el Gobierno intimara a las automotrices para que aumentaran al máximo la producción de autos en la Argentina, la resolución public
A una semana de que el Gobierno intimara a las automotrices para que aumentaran al máximo la producción de autos en la Argentina, la resolución publicada en el Boletín Oficial chocó con la realidad: un conflicto en el Puerto de Buenos Aires, la ola de contagios por Covid-19 y el Impuesto a las Ganancias alteraron la producción en las principales terminales automotrices del país.
* Mercedes-Benz y Nissan: Las plantas de Virrey del Pino y Santa Isabel que producen las Sprinter y Frontier/Alaskan tienen la producción paralizada desde ayer por un conflicto en el Puerto de Buenos Aires, que impidió la llegada a las fábricas de las piezas necesarias para la fabricación de vehículos.
* Stellantis, Volkswagen y Toyota: Las plantas de Palomar, Pacheco y Zárate suspendieron turnos de producción e implementaron cronogramas especiales para este fin de semana, para hacer frente a la ola de contagios por Covid-19 entre los operarios.
* Impuesto a las Ganancias: Los turnos computados como horas extra siguen generando resistencia entre los operarios, a pesar de las modificaciones que el Congreso realizó a la Ley de Impuestos a las Ganancias. El presidente de Toyota Argentina, Daniel Herrero, dijo que la modificación tendrá poca incidencia entre los operarios.
Los principales diarios de Argentina reflejan una complejidad que no tuvo en cuenta la intimación del Gobierno a las automotrices, que fueron amenazadas con sanciones si no cumplen con la orden de producir vehículos al máximo de su capacidad industrial.
Nota del diario El Cronista
Nissan y Mercedes-Benz frenan producción por conflicto gremial en el Puerto
Por un conflicto gremial que impide el ingreso de camiones al Puerto de Buenos Aires, dos automotrices ya tuvieron que suspender sus actividades. El miércoles, lo hizo la japonesa Nissan, que fabrica en su planta de Córdoba la pick-up Frontier. Hoy, será el turno de Mercedes-Benz, cuyo complejo de La Matanza produce el utilitario Sprinter. Son dos modelos que exportan más del 70% de sus volúmenes.
En estos días, hay dos de las tres terminales del Puerto porteño totalmente paralizadas, por una protesta de unos 100 operarios que obturan todo tipo de acceso. Nissan, explican en la empresa, tiene 35 contenedores frenados, con piezas críticas para el montaje de la Frontier. “Ya está comprometida toda la producción de esta semana y, si esto no se resuelve en las próximas horas, empezará a estarlo la producción de la semana próxima”, explican. La japonesa ya arranca este jueves con 700 unidades incompletas.
Nissan hace la Frontier en Córdoba desde 2018, tras la inversión de u$s 600 millones que ejecutó desde 2015 en el complejo de su aliada global, Renault. Para este año, proyectaba un volumen de producción de 18.000 unidades, un incremento sobre las 10.300 del año pasado, publicó días atrás un relevamiento del diario Ámbito Financiero. Parte de ese incremento está explicado por la Renault Alaskan, pick-up “hermana” de la Frontier, cuyo montaje en serie comenzó en octubre.
Por su parte, Mercedes-Benz suspendió este jueves la actividad de su planta de Virrey del Pino, provincia de Buenos Aires. También, por la falta de insumos, guardados en contenedores frenados en el Puerto porteño.
“Mercedes-Benz Argentina debió suspender la producción de su Centro Industrial Juan Manuel Fangio debido al actual conflicto en el Puerto de Buenos Aires, que impide retirar los contenedores con los componentes necesarios para la fabricación del utilitario Sprinter”, informó la compañía.
“El Sprinter es el único vehículo comercial pesado fabricado en la Argentina, destinado en más de un 70% a la exportación”, destacó.
Mercedes-Benz lo lanzó en 2019, tras una inversión de u$s 150 millones. Esta interrupción significará la primera parada de la planta desde que retomó su actividad después del freno forzoso de la cuarentena. En septiembre, había vuelto a operar a dos turnos, el ritmo que tenía antes de la pandemia. Para este año, proyectaba un volumen de 17.000 unidades, sobre las 14.500 de 2020, según el mismo relevamiento de Ámbito Financiero.
Este año, Mercedes-Benz festeja un doble aniversario: los 70 de su planta en el país y los 25 desde de producción de Sprinter. “Más allá de tener como destino el mercado interno, este utilitario es exportado a países de la región y a mercados como los Estados Unidos. Mercedes-Benz es la única terminal local en exportar vehículos a ese país”, resaltó la compañía.
“Además de utilitarios, en la planta, también se fabrican camiones y chasis de buses. En la Argentina, Mercedes-Benz emplea a 2500 personas”, puntualizó, al margen de los empleos indirectos en contratistas, proveedores, concesionarios y talleres.
El miércoles, la alemana agotó su stock de piezas, lo que no le dejó otra opción que decidir la interrupción a partir del jueves.
El conflicto gremial se produce en los accesos de las Terminales Río de la Plata (TRP) y de APM Terminales (Terminal 4).
En octubre pasado, ante la finalización del contrato de concesión de la empresa Bactssa, se le extendió por un año el contrato a unos 500 empleados de la Terminal 5. En ese momento, se logró que las otras concesionarias del puerto incorporen a quienes quedaran cesantes.
En diciembre, los gremios y las empresas firmaron la nómina de los 500 trabajadores que serían incorporados a la Terminal 4 y a TRP. En los meses siguientes, se negoció sobre los convenios y montos.
Pero un grupo de menos de 100 operarios exigió que, además de cobrar la indemnización de Bactssa, sus nuevos empleadores les reconocieran la antigüedad del empleo anterior. Por eso, iniciaron un bloqueo en las dos terminales.
El Gobierno inició una denuncia penal para que se ordene el desalojo y permita que los camiones ingresen y salgan del puerto. Esto ya paralizó durante dos semanas a las exportaciones de carne vacuna, de pollos y de productos frutícolas.
Nota de MDZ
Plan de emergencia: automotrices trabajarán los sábados para recuperar producción
Por Horacio Alonso
Los problemas para las automotrices crecen día a día. Ante la falta de piezas importadas y el aumento del personal contagiado de Covid, las empresas deben aplicar medidas de emergencia para mantener los objetivos de producción previstos para el año ante una demanda de vehículos que hace que, en muchos casos, haya demora de hasta ocho meses para comprar un modelo.
La estrategia que varias marcas están adoptando es la de trabajar los sábados con el pago de horas extras. Un tema delicado teniendo en cuenta la resistencia de muchos operarios a ese mecanismo ante el recorte que sufren por el pago del Impuesto a las Ganancias. Toyota, Peugeot y Volkswagen ya tomaron esa decisión. El otro punto sensible es el conflicto en terminales portuarias de Buenos Aires que pone al límite el flujo de abastecimiento de insumos. En caso de no solucionarse, podría paralizarse la actividad del sector.
En este plan de emergencia, la marca japonesa, que produce la pickup Hilux y el SUV SW4, abrirá la planta el 17 y 24 de este mes, para compensar las horas perdidas durante los últimos días, tras la suspensión del turno tarde, por el alto nivel de ausentismo, tal como adelantó MDZ. La automotriz tiene unos 900 operarios fuera de actividad por estar de licencia sanitaria.
Hace dos semanas, la planta radicada en la localidad bonaerense de Zárate, había subido al máximo su capacidad productiva con la salida de un vehículo cada 90 segundos. De esta manera, proyecta superar las 140.000 unidades fabricadas en 12 meses.
En tanto, la terminal alemana redujo al 50% el nivel de actividad del turno tarde ante el incremento de casos positivos pero dispondrá un cronograma de producción durante los sábados. Proyecta para este año llegar a las 78.000 unidades entre la pickup Amarok y el nuevo Taos
En cuanto a Peugeot, aumenta la producción del modelo 208 ante la fuerte demanda que está teniendo desde su lanzamiento a fines del 2020. La terminal, radicada en la provincia de Buenos Aires, planea fabricar este año 35.178 unidades de ese vehículo. Para lograr ese objetivo, además de incrementar el ritmo diario de la línea de montaje, producirá casi todos los sábados hasta fin de año. Este nuevo esquema de actividad se comenzó a implementar el fin de semana pasado. Ya desde abril, había elevado el volumen de fabricación al pasar de 194 unidades diarias de marzo a 203. En mayo, subirá a 220.
Este año, PSA Groupe (Peugeot-Citroën) enfrenta una transformación importante en la Argentina. Por un lado, busca consolidar al 208 en el podio de los modelos más vendidos en el país. Hasta 2020, este vehículo se producía en Brasil pero, desde Francia, se decidió radicar la nueva plataforma en la Argentina, tras una inversión de u$s320 millones. Con las restricciones a los 0km importados, los vehículos nacionales van ganando terreno. En el primer trimestre, los cuatro modelos más patentados fueron producidos localmente. El 208 ocupó el tercer lugar.
Otro paso importante será avanzar en la integración regional con el grupo FCA, como consecuencia de la fusión a nivel internacional que dio origen al gigante Stellantis. Otro tema importante de PSA Groupe será el fin de producción de algunos modelos emblemáticos como los modelos Peugeot 308 y 408 y el Citroën C4 Lounge que salen de línea desde agosto.
Así, la terminal francesa se concentrará en el nuevo 208 y seguirá fabricando los utilitarios Partner y Berlingo. De ambos modelos prevén producir este año 11.475 unidades, lo que le permitirá llegar a un volumen global de 49.770 0km, teniendo en cuenta algo de fabricación actual de los modelos que se discontinúan.
Nota del diario Ámbito Financiero
Para el presidente de Toyota, los cambios en Ganancias no resuelven problema de fondo
Por Horacio Alonso
Mientras la segunda ola de coronavirus avanza en el país y se siente su impacto ya en el sector industrial, lo que obligó Toyota a suspender el segundo turno de fabricación, la automotriz define medidas para mantener el objetivo de producción de superar las 140.000 unidades en 12 meses. La estrategia sería compensar la menor actividad en la semana con el funcionamiento de la línea de montaje el próximo sábado y el siguiente. También, si la situación sanitaria lo obliga, no se descarta que se mantenga la fabricación en el período de vacaciones de invierno. El problema que enfrenta esta automotriz, como otras competidoras, es la resistencia de los trabajadores a realizar horas extras, como adelantó Ámbito, por la quita de ese ingreso adicional en concepto de Impuesto a las Ganancias. Esto llevó a la terminal a cancelar, en los últimos meses, la programación de trabajo que tenía los fines de semana. En diálogo con Ámbito, el presidente de Toyota, Daniel Herrero, analizó este problema impositivo y el impacto de la situación sanitaria en la terminal.
Periodista: La suspensión del segundo turno de producción por el covid, justo cuando estaban llevando al máximo la actividad en la planta, causó impacto.
Daniel Herrero: Nosotros hacemos PCR en la planta. Los casos positivos aumentaron y, en el promedio, nos da que por contacto estrecho, con mucho, llegan a ser el 5%. Es decir, el problema lo tenemos afuera. Se suma el agravante de que la edad promedio del personal, en Zárate, es de 25 años, una edad donde es difícil decirle que no socialicen durante dos años.
P.: Justo acababan de subir al máximo la producción.
D.H.: Decimos priorizar la salud y concentrar la actividad en un turno, con acuerdo con el sindicato, y tener la posibilidad de rotación de gente. No resignamos los planes de producción del año. Queremos batir el récord este año. Hay compromisos asumidos, tanto internos como de exportación, que los tenemos que cumplir. De hecho, incorporamos 400 personas más, por la pandemia, porque sabíamos que los contagios íbamos a venir. Por eso, vamos a un esquema de producir los sábados
P.: En principio, la suspensión del turno tarde era por esta semana. ¿Sigue?
D.H.: La semana que viene vamos a seguir en un turno. Hoy, entre contagios y contactos estrechos, tenemos unas 900 personas fuera de la planta, sobre unos 6.500 empleados totales. Entendemos que los que están contagiados, en quince días van estar de vuelta. Los contactos estrechos, en 48 horas, se volverán a testear e, imagino, que en algún día de la semana que viene vamos a estar otra vez en condiciones de planificar el segundo turno.
P.: Si no se agrava la situación.
D.H.: El promedio diario de la semana pasada estaba por arriba de 40 casos positivos. Esta semana, estamos en 25. La semana pasada tuvimos más gente contagiada que recuperada y, esta semana, empezamos a dar vuelta la curva. Es alentador. Estamos en una situación que genera una incertidumbre que es imposible controlar. Tenemos que convivir de la manera más segura.
P.: ¿Cómo van a hacer para convencer a la gente para que haga horas extras los sábados? Tuvieron varias veces que levantar la producción por no llegar a cubrir el personal necesario porque rechazaban la quita que sufren por Impuesto a las Ganancias. ¿Se solucionó el problema?
D.H.: Sigue siendo un tema difícil. Es entendible, desde el punto de vista técnico, que uno paga ganancia cuando gana más pero hay que entender, a los chicos de la planta, que ven que un trabajador de la industria automotriz nunca pagó Ganancias y no quieren pagar. Piensan que esa plata que le sacan por el impuesto la quieren poner en ladrillos para su casa o contratar a un pintor o lo que sea. Lo hemos planteado, lo hablamos. La gente entiende que tenemos que cumplir con nuestros compromisos
P.: ¿Cuánto significa para Toyota perder un día de producción porque los operarios no quieren hacer horas extras por Ganancias?
D.H.: Trabajar un sábado representa unos u$s15 millones en exportaciones y un cheque a los proveedores locales en concepto de IVA del orden de $200 millones. La contribución es grande.
P.: ¿Por qué el problema se desató en los últimos tiempos ahora?
D.H.: Si uno mira la evolución de cómo le fue afectando Ganancias a un trabajador en relación de dependencia, creo que no se ha hecho de forma ordenada. Un operario de SMATA, hace 20 años, no pagaba Ganancias y hoy sí. Si a cualquier impuesto se le deja el piso fijo y la empresa, con esfuerzo, le da aumentos salariales a los empleados equivalentes a la inflación, para mantener el poder de compra, se llega a esto. Si el mínimo queda fijo, Ganancias le saca ese poder de compra que la empresa le está dando.
P.: ¿Se soluciona con el cambio que se introdujo a la ley?
D.H.: Como está hasta ahora, el impacto es muy poquito. El problema de fondo no está resuelto.
P.: ¿Hay muchos países donde, desde el Gobierno, se quiera imponer que las empresas produzcan al máximo de su capacidad?
D.H.: (Risas) Nosotros estamos trabajando a full y todas las terminales tienen listas de espera (más risas). Este pedido no se aplica a la industria automotriz. Cuanto más se pueda producir, más se baja el punto de equilibrio y se absorben los costos fijos. No es una industria para producir menos. En el caso de Toyota, si todos los planetas estuvieran alineados, podríamos vender 170.000 unidades. Tenemos demanda para eso. Hoy la capacidad máxima de la planta está en 140.000. Si la demanda siguiese así, tenemos que pensar una expansión. Ampliando se podría llegar a 200.000. Este año, estamos invirtiendo unos u$s110 millones que están pensadas en esa dirección.
P.: ¿Qué le diría a un cliente que tiene que esperar ocho meses para comprar una Hilux o una SW4?
D.H.: Primero, le tengo que agradecer muchísimo por esa fidelidad pero sería ridículo arriesgarnos todos, en estos momentos, para aumentar la producción. Por eso, le pido disculpas. Lo invito a tomar un café, en la medida en que se pueda, para que esté seguro que va a tener esa Hilux o la SW4 y que lo voy a cuidar de por vida.
FUENTE; AUTOBLOG.COM.AR 15/04/2021