La mandataria se reunió con fabricantes, autopartistas y concesionarias

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La mandataria se reunió con fabricantes, autopartistas y concesionarias

Gobierno y el sector automotor, representado por terminales, concesionarias y gremialistas, finalizaron la reunión en Casa de Gobierno sin que se pudi

Gobierno y el sector automotor, representado por terminales, concesionarias y gremialistas, finalizaron la reunión en Casa de Gobierno sin que se pudiera anunciar un acuerdo entre las partes, por lo que se resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el miércoles, de acuerdo a lo que le señalaron a DyN fuentes de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).

Después de dos horas y media de deliberaciones, el presidente de la Asociación de Concesionarias (ACARA), Abel Bomrad, informó al periodismo que «cada terminal se va a reunir por separado con el Gobierno, porque tienen problemas diferentes».

En ese sentido, indicó que se resolvió prorrogar hasta fin de año el plan PROCREAUTO, aunque aclaró que «nadie obliga» a las empresas a volver a adherirse.

Asimismo, se indicó que de ahora en más los encuentros serán «a nivel técnico», con los ministros como máxima representación oficial.

Fuentes sectoriales indicaron a DyN que al concluir el encuentro quedó claro que la adhesión de las terminales a la nueva versión del ProCreAuto será voluntaria. También se acordó que el objetivo es lograr una venta de 40.000 autos para diciembre de este año.

Asistieron al encuentro directivos de Ford, Fiat, Renault, Volkswagen, Peugeot, Honda, Toyota, General Motors, Mercedes Benz, IVECO y Scania, nucleados en la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), además de las concesionarias (ACARA) y tres dirigentes del SMATA, aunque no su titular, Ricardo Pignanelli.

La jefa de Estado estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Industria, Débora Giorgi, además del secretario de Comercio, Augusto Costa.

Fuego cruzado

El Gobierno no quiere más suspensiones ni despedidos. No obstante, el sector dice que no vende, que cayó la demanda de Brasil y que no puede acceder a los dólares para importar los insumos que justifican los puestos de trabajo.

Según la Casa Rosada, los patentamientos de 0km cayeron 25% en los primeros ocho meses del año porque los precios de las unidades aumentaron por encima de la inflación tras la devaluación de enero y el nuevo impuesto a los vehículos.

Las concesionarias, último eslabón de la cadena, fueron citadas a la reunión, si bien argumentan que el problema es entre «las multinacionales y el Gobierno».

Afirman que para este año se espera vender unas 650.000 unidades que, según dicen las agencias, no está mal para un mercado mediano-pequeño como el argentino. Afirman que los 950.000 autos que se patentaron en 2013 es una cifra que difícilmente se vuelva a repetir en el corto plazo.

El sector automotor es clave para la economía por todo lo que genera en empleo directo e indirecto. Y es el gran sostén de la actividad industrial.

Pero su operatoria depende mucho de lo importado y de Brasil, también en recesión como Argentina. El 60% de los autos que se venden en el país provienen de la nación vecina. Y, de todos los autos que se fabrican localmente, el 60% se exporta con ese territorio casi como único destino (95% de las exportaciones).

En tanto, el BCRA cerró el grifo de los dólares. Hay unos u$s2.500 millones en autopartes retenidas porque la autoridad monetaria no quiere perder más reservas.

Ante la caída en la comercialización en el mercado interno, la solución del Gobierno pasa por ProCreAuto. La paradoja es que si realmente aumentase la demanda no hay con qué abastecerla, porque no hay dólares para comprar las autopartes del exterior.

ProCreAuto y las polémicas

El accidentado avance del plan ProCreAuto -que se extenderá hasta fin de año- viene sumando polémica, luego de que el Gobierno saliera a denunciar «maniobras» por parte de algunas automotrices para evitar la entrega de unidades bajo este programa.

Las mismas corrieron por parte del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien advirtió que algunas terminales no estaban cumpliendo con la provisión normal de unidades para ser comercializadas bajo estos créditos, «invocando restricciones a la importación».

«En muchos casos, son acciones promovidas por ciertas empresas del rubro automotriz. Pretenden justificarse con la falta de insumos importados pero son excusas absolutamente inadmisibles, que no son ciertas, reales ni tangibles», subrayó.

Las duras declaraciones del funcionario causaron un fuerte malestar en toda la industria.

Al día siguiente, fue Cristina Kirchner quien salió al cruce de las empresas automotrices, y las acusó de no vender los autos y «encanutarlos».

«Por un lado se dice que no hay actividad y por otro lado se dice que no se están vendiendo autos», se quejó la jefa de Estado, y luego indicó que «las fábricas dicen que no se venden autos pero en las concesionarios no hay».

La mandataria indicó que «están acopiando autos» y luego fustigó: «Necesitamos que las empresas larguen los autos que tienen stockeados… aunque yo lo llamo encanutados».

En diálogo con iProfesional, el vocero de una automotriz de capitales europeos aseguró que «el problema de la falta de insumos importados es real. Todas las terminales estamos teniendo inconvenientes por no contar con algunas piezas para el armado de los autos».

Según detalló el directivo, «no es que no nos aprueben las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación -el trámite que debe validar la Secretaría de Comercio-. El problema es que el Banco Central no nos habilita los dólares para pagarles a nuestros proveedores del exterior».

Así las cosas, advirtió que «estamos acumulando una fuerte deuda y cada vez tenemos más dificultades para importar y para que nos amplíen el crédito porque, con la crisis de los holdouts, las condiciones de financiamiento se endurecieron».

«Hay un problema real de stock con algunos 0Km. Además, qué más querríamos nosotros que vender. Por eso, el argumento del Gobierno de que estemos saboteando el plan no tiene ningún sentido», disparó el directivo, bajo estricto off the record.

Claro que esta no es la primera polémica vinculada con la iniciativa. Ya se venían generando cruces entre el Gobierno y empresarios del sector.

En este sentido, cabe recordar que el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, había denunciado comportamientos abusivos por parte de algunas agencias, que cobraban gastos elevados a la hora de entregar las unidades.

«Hemos buscado ponerle un freno a los abusos que hacían algunas concesionarias, que cobraban hasta $15.000 en concepto de ‘flete‘ o $4.000 por ‘alistamiento‘ que es, entre otra cosas, tener limpio el auto», había señalado Costa, quien en ese entonces comunicó que se había llegado a un acuerdo con los empresarios para imponer límites a este tipo de costos.

Así las cosas, el precio del alistamiento actualmente no puede superar los $1.450, mientras que el del flete se fijó en relación a la distancia que hay entre concesionarias y automotrices.

FUENTE: IPROFESIONAL.COM 09/09/2014