La vigésimo quinta edición del Salón del Automóvil de Detroit (NAIAS) se celebra en Detroit desde este lunes La gran apuesta de las marcas por nuevos
La vigésimo quinta edición del Salón del Automóvil de Detroit (NAIAS) se celebra en Detroit desde este lunes
La gran apuesta de las marcas por nuevos modelos y por crecer, contrasta con una ciudad semiabandonada que se declaró en bancarrota hace unos meses, y eso se nota en las calles.
El panorama es desolador. Al atravesar el Sky line de la ciudad, el corazón financiero de Detroit, hay edificios completamente vacíos, rascacielos de innumerables plantas con carteles de alquiler que dicen «Increible oferta».
No es sólo el hecho de que los edificios estén deshabitados, es peor la sensación de abandono que muestran. Parece en ocasiones como si hubiera ocurrido una catástrofe natural y los habitantes hubieran salido corriendo con lo puesto.
De hecho, muchos locales tienen el mobiliario algo descolocado e incluso en algunas antiguas cafeterías los vasos de café de plástico están sobre las mesas. Y todavía peor: aparecen cerrados negocios en alza en la ciudad como son las casas de empeño, según relata Expansión.
En Detroit, apenas hay tráfico y tampoco hay gente por la calle. Gente que encontramos cuando el sol se oculta y las luces de las máquinas tragaperras de los casinos de los hoteles parpadean sin cesar, ofreciendo una mínima esperanza a los jugadores de ganar unos dólares.
Mientras todo esto ocurre, la ciudad se ha volcado con la celebración del Salón del Automóvil. No en vano en Detroit están los cuarteles generales de las tres grandes, General Motors, cuyo edificio se ve desde uno de los accesos del Cobo Center, Chrysler, recientemente comprada por Fiat, y la Ford Motor Company; además de contar con un sinfín de grupos de componentes para la automoción, incluido el español Grupo Antolín.
Incluso el famoso programa de televisión «Buenos días América» abre con la noticia del Salón.
Es el evento del año en la ciudad e insta a todos los ciudadanos a que participen en él. GM, Ford y Chrysler, tras atravesar una grave crisis en 2009, resurgen ahora con crecimientos en ventas en 2013 y con un balance en libros que deja atrás los números rojos.
La industria del automóvil trata de contagiar a los ciudadanos de Michigan el eslógan con el que Obama ganó sus primeras elecciones como presidente de los Estados Unidos: «Yes we can».
Ford ha presentado en el Salón la pick up (vehículo que separa cabina de pasajeros y habitáculo para la carga) F-150, la más vendida en EE.UU. y el mítico Mustang. Chrysler por su parte apuesta por el 200C y el Jeep Cherokee, mientras que GM tiene en el Stingray de Chevrolet su principal apuesta.
El mercado estadounidense vendió más de 15,5 millones de autos, con un alza de más del 7%. Su crecimiento es un atractivo para las marcas europeas, ya que el mercado automovilístico en Europa no termina de arrancar.
El grupo Volkswagen, BMW y Mercedes apuestan por América del Norte para crecer.
Volkswagen, con el Golf, e introduciendo los motores diésel también en Audi, con los exclusivos Lamborghini Huracán o el Porsche 911 Targa, pretende vender en EEUU un millón de unidades en 2018.
BMW es la marca premium de las alemanas más vendida en EE.UU. desde hace años. En Detroit acaba de presentar los deportivos M3 y M4 coupé, mientras que Mercedes Benz apuesta por la Clase C, una berlina media y por el lujo con el prototivo Clase S Coupe Cocept.
Y no hay que olvidar a los japoneses. Toyota apuesta por los grandes todoterrenos para competir con GMC, Ford y RAM (filial de Chrysler) y por la tecnología híbrida que también traspasa a su marca de lujo, Lexus.
Lo mismo ocurre con Nissan que apuesta por su división más deportiva Nismo,y su división de lujo ha presentado el deportivo Infiniti Q50 Eau Reuge.
Por su parte, Honda ha desvelado el Fit, un urbano que llegará a Europa bajo la denominación Jazz.
Los coreanos también están presentes con Hyundai y Kia que aportan modelos específicos para el mercado americano, mirando hacia el segmento de las berlinas medias, con buenos acabados y una mejora notable en la sensación de calidad percibida.
En definitiva, si el entusiasmo que se respira de puertas para adentro del Salón logra calentar el gélido ambiente de Detroit, quizá este sea el punto de partida para un resurgir de la ciudad al calor de la industria que es su principal fuente de actividad económica relata Expansión
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 14/01/2014