En el marco de su lanzamiento en la ciudad de Mendoza tuvimos la oportunidad de subirnos y manejar por primera vez al nuevo Ford Focus en su variante
En el marco de su lanzamiento en la ciudad de Mendoza tuvimos la oportunidad de subirnos y manejar por primera vez al nuevo Ford Focus en su variante de cinco puertas, un modelo que, al igual que se antecesor se produce en la planta de General Pacheco, representa a la segunda plataforma global de la compañía que se fabrica en el país. Gracias a su estructura, tecnología, confort y mecánica, se ubica en una posición privilegiada dentro del segmento C del mercado nacional.
Luego de que los diferentes directivos de la automotriz nos relataran y explicaran las diversas cualidades del vehículo, junto a otros dos colegas elegimos la opción hatch en su versión más completa, la Titanium, para comenzar con el viaje (poco más de 125 kilómetros en total) que nos sirvió para tener una primera impresión del flamante automóvil.
Iniciamos el trayecto por las calles y rutas mendocinas ubicados en la posición del acompañante. Allí apreciamos un habitáculo moderno y compuesto por materiales que, en general, son de buena calidad y blandos al tacto, aunque también encontramos terminaciones de tipo duro que no parecen ser las mejores. El tapizado de cuero, los asientos envolventes y el techo corredizo electrónico son solo algunos de los detalles de tipo premium que ostenta el Focus y que lo ubican como un nuevo referente ante la competencia. Asimismo, disfrutamos la buena insonorización de la cabina, que por sus componentes no permite que los ruidos del motor o del exterior perturben a los pasajeros.
Recorrimos los caminos de Mendoza
Una vez que nos sentamos en la ubicación del conductor y que encendimos el auto a través del botón “Ford Power”, encontramos fácilmente la posición adecuada gracias a las regulaciones manuales en altura y profundidad del volante -de cuatro radios, de cuero y multifunción- y a las automáticas de la butaca.
El sistema de conectividad SYNC, que permite controlar el funcionamiento del GPS 3D, el teléfono, la música y la temperatura, todos mediante comandos de voz, y el sistema MyFord Touch, que incluye una pantalla LCD táctil de ocho pulgadas, nos posibilitaron interactuar con el vehículo. En esa misma pantalla pudimos ver la imagen de la cámara retrovisora de estacionamiento, la cual nos ayudó a maniobrar más fácil.
De la misma manera, durante el viaje disfrutamos el funcionamiento del control crucero, del climatizador de doble zona, del encendido automático de luces y del equipo de audio Sony con nueve parlantes Hi-Fi. Vale destacar que todo está orientado hacia quien conduce, por lo que alcanzamos todos los controles sin problema alguno. Lamentablemente no tuvimos la oportunidad de probar el funcionamiento del sistema de estacionamiento asistido, por lo que lo evaluaremos más adelante, cuando realicemos el test de forma más exclusiva.
Interior con línea kinetic
Así como nos llevamos una primera impresión de la apariencia interior y de las comodidades tecnológicas, destacamos que el aumento de potencia que recibió el motor naftero Duratec GDI de 2.0 litros, la generación anterior erogaba 145 CV y la nueva genera 170 CV, en conjunto con la transmisión PowerShift Secuencial de seis velocidades con doble embrague provocan que el viaje sea divertido y eficiente a la vez. El indicador de cambio de marcha cuando la palanca de cambios está en el modo sport es otro factor que pregona el bajo consumo de combustible.
La dirección asistida electrónicamente (llamada EPAS por la compañía), el sistema de control de torque en curvas (TVC) -mejora la agilidad al doblar-; los frenos antibloqueo (ABS) con distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD) y asistencia de frenado de emergencia (EBA); y a los controles de estabilidad y tracción; atravesamos sin inconveniente y de manera segura todos los diferentes tipos de caminos que nos presentó la superficie mendocina. Los ganchos ISOFIX y los seis airbags (frontales, laterales y de cortina) son algunos de los elementos que completan un gran sistema de seguridad, un punto que mejoró notablemente respecto a su antepasado.
El último tramo del recorrido lo hicimos en la parte trasera, y notamos que el ancho (2010 mm) y la distancia entre ejes (2648 mm) dan lugar a que tres adultos se ubiquen sin estar encimados; pero de la misma manera advertimos que el espacio para la rodillas es bastante justo. Al contar con una “quinta puerta” resultó fácil cargar el baúl, que tiene 316 litros de capacidad. Si bien no nos hizo falta utilizarla, habernos encontrado con una rueda de repuesto temporal no fue una sorpresa agradable.
Desde los 140.000 pesos
En lo que a estética se refiere, de la misma manera que en la configuración sedán, su estructura muestra los lineamientos de diseño Kinetic Design, donde se conjugan los trazos dinámicos con las terminaciones deportivas y aerodinámicas. En ambas carrocerías apreciamos una atractiva parrilla trapezoidal que se divide en tres y que está escoltada por faros delgados Bi-xenon con luces diurnas de LED que potencian la imagen; y una línea de cintura ascendente. El diferencial del hatch lo encontramos, obviamente, en la zona posterior, donde se ubica el portón y las luces envolventes en forma de punta de flecha -con tecnología LED- que junto con el alerón, fomentan el aspecto juvenil.
En conclusión, y a la espera de poder realizar un test más exhaustivo y detallista, podemos asegurar que este primer contacto con el nuevo Ford Focus nos dejó más que conformes y con ansias de volver a subirnos a este ejemplar; que ya sea por su confort o por su tecnología, va a convertirse en un importante rival dentro de su gama.
FUENTE: INFOBAE.COM 02/10/2013