El impuestazo a los 0Km originalmente fue implementado por el Gobierno como un instrumento para desalentar la comercialización de vehículos importados
El impuestazo a los 0Km originalmente fue implementado por el Gobierno como un instrumento para desalentar la comercialización de vehículos importados premium y así detener la sangría de divisas.
Sin embargo, al poco tiempo de aplicarse, rápidamente mostró su efecto colateral: con la presión inflacionaria y la devaluación de enero, los valores se dispararon. Y el tributo rápidamente pasó a alcanzar, no sólo a los modelos tope de gama de las masivas, sino también a las versiones del segmento medio.
Los precios de las unidades afectadas por este impuesto se elevaron incluso por encima del 100%. Esto llevó a que en el portfolio de algunas marcas se produjeran fuertes desfasajes en las cotizaciones de un mismo modelo, dependiendo de su nivel de equipamiento.
Esto obligó a muchas automotrices a tener que tomar medidas, como discontinuar la comercialización de algunas versiones full o tener que importar unidades con algunos «faltantes», incluso en materia de seguridad.
No es menor el hecho de que el castigo impositivo a los autos premium se dio en momentos en que los clientes se habían vuelto más exigentes, dado que durante los últimos cinco años, los argentinos se habían acostumbrado a que los precios subieran por debajo de la inflación.
Esto, incluso, impulsó a algunos «clase media» a considerar la posibilidad de acceder a un auto premium importado.
¿Qué hace al buen equipamiento?
De la mano de la tendencia mencionada, por la cual los precios se movieron por debajo del índice inflacionario y de las remuneraciones, cada año los 0Km pasaron a abaratarse en términos de salarios. Y esto, sin dudas, impulsó la demanda de versiones más equipadas y con buenos niveles de confort.
Así, los compradores pasaron a interesarse en nuevas funciones de los vehículos y a demandar unidades que incluyeran desde climatizador digital hasta butacas eléctricas.
Paralelamente, opcionales básicos como los levanta vidrios eléctricos o cierre centralizado, se convirtieron en «commodities» de la industria automotriz.
Bajo esta tendencia, signada por la mayor exigencia de los clientes, en determinados segmentos se analizan tres aspectos antes de realizar una compra: confort, seguridad y tecnología.
El confort tiene que ver con detalles como la calidad de los materiales, el diseño interior, la funcionalidad del aire acondicionado o la calefacción y la comodidad, tanto por la posición de manejo como por lo accesible que sean determinados comandos, a modo de facilitar la conducción.
Dentro de este ítem, los opcionales que son cada vez más valorados -que no aportan al andar pero sí al confort- son los asientos de cuero, el techo solar eléctrico y los asientos regulables eléctricos.
Otro aspecto clave es la seguridad, una variable que cobró mayor relevancia a partir de la nueva ley por la cual todos los autos que se comercializan en el país deben tener -de serie- doble airbag y ABS.
Esta normativa incrementó el equipamiento de los vehículos y también ayudó a crear mayor conciencia sobre un aspecto escencial de los vehículos.
En vehículos de gama media hacia arriba, muchos compradores ya están privilegiando el doble airbag frontal, lateral y de cortina.
En esta tendencia, incluso hay elementos que pasaron a ser prácticamente básicos, como el Control Electrónico de Estabilidad (ESC).
Además, en modelos no necesariamente premium, cada vez es más común que se incluya equipamiento que hace a la seguridad, como el Control de Tracción (TCS), la Asistencia de Arranque en Pendiente (HLA) o la Asistencia al Frenado de Urgencia (AFU).
El otro aspecto importante hoy en día es la tecnología al servicio del entretenimiento. Actualmente se encuentran en más modelos pantallas táctiles con múltiples funciones para reproducir música o video.
Otro elemento relevante es que tengan GPS integrados o los sistemas bluetooth para atender el teléfono. Muchas marcas ya cuentan con estos accesorios en más de una versión.
Estrategias, marca por marca
En este contexto, y atentas a las demandas del mercado, las marcas debieron reaccionar rápido y actuar con creatividad, para no enviar un mensaje de que se estaba resignando calidad y seguridad por una cuestión de precios.
Algunas de esas estrategias fueron:
Sumar más equipamiento a las versiones previas a las tope de gama, que en su mayoría fueron afectadas por el impuesto y sus precios se dispararon.
Ofrecer Packs adicionales con pequeños opcionales que suelen ser propios de los autos de lujo.
Contar con versiones de entrada de gama más completas: por ejemplo, sumar la posibilidad de caja automáticas desde la opción base.
Realizar promociones exclusivas para los modelos más premium de la marca.
Citroën fue una de las automotrices que debió actuar rápido: a poco de haber sido lanzado el modelo C4 Lounge, el impuestazo le pegó de lleno a su versión Exclusive, que debió ser discontinuada, dado que su precio traspasó los $330.000 y se distanció considerablemente del resto de las unidades que componen la gama.
La respuesta fue la de agregar más lujo a la versión anterior, la Tendance.
Esta fue actualizada por segunda vez y ahora, bajo la línea Pack, ofrece techo solar eléctrico y asientos de cuero, los cuales se suman a la pantalla LCD de 7″, el climatizador automático Bi-zona, las llantas de aleación de 17″ y los sensores de estacionamiento trasero.
El precio de este modelo es de $239.000.
De la mano de este mayor equipamiento, la gama Tendance pasó a representar el 90% las ventas del modelo.
«Los resultados han sido muy satisfactorios por lo que la marca decidió realizar una jugada fuerte proponiendo renovaciones en las versión corazón de gama. Hoy sabemos que resulta diferenciador contar con asientos de cuero, techo eléctrico y, sobre todo, seis airbags en un auto al que no lo afecta el impuesto al lujo», explicó Valentina Solari, directora de marketing de la casa francesa.
En el caso de Ford, la marca salió a competir con un muy buen equipamiento de la mano del Focus III, que fuera lanzado en septiembre de 2013.
El problema del gravámen lo sintió de lleno en la versión Titanium, que pasó de costar $240.000 a más de $360.000.
Sin embargo, el SE Plus con caja automática se mantiene al «filo» del tributo, lo que lo convierte en una de las alternativas con mejor equipamiento del mercado que no está alcanzada por el impuestazo, con un precio de $239.200 (tanto para caja manual como automática).
El Focus SE también resulta una interesante propuesta.
Esta versión no tiene techo eléctrico ni airbags de cortina, pero sí cuenta con asientos de cuero, pantalla de 4″ y casi todos los adicionales de seguridad, entre ellos el ESP. Su precio es de $227.00.
Entre los últimos lanzamientos, uno de los modelos a destacar es el renovado Toyota Corolla.
En este caso, es clave mencionar que no viene equipado con ESP, un dispositivo muy difundido en el resto de las marcas. Además, faltan algunos detalles de confort, dado que ninguna versión ofrece techo solar, un opcional también muy valorado por el cliente.
Pero la marca cuenta con una ventaja muy importante, dado que este modelo es el único en el segmento que ofrece, incluso desde su versión de entrada de gama, la caja automática llamada CVT.
Si bien la Argentina es un país donde no se ha popularizado este sistema, son cada vez más los que están empezando a usarla.
De esta manera, por $202.000, ya se puede comprar un auto con una caja de última tecnología. Y para quienes buscan más confort, la opción que se puede adquirir es la XEI Pack con caja automática, por $241.000; o manual pagando $5.000 menos.
Renault es otra de las que prioriza dos aspectos: seguridad y tecnología.
Dentro de su portfolio se destaca el Fluence. En el primer caso, todos los modelos tienen un nivel de equipamiento muy completo en lo que se refiere a airbags y asistencia en frenado.
En tecnología, desde la versión base ofrecen tarjeta de arranque manos libres en lugar de llave.
Y, a partir de la tercera versión (de un total de cinco), llamada Luxe, cuenta con el Sistema Audio R-Link 7 Touch con Navegador Satelital, Bluetooth streaming de audio, fotos y videos, USB, Tarjeta SD, Full iPod Control y Comandos por voz.
En cuanto a la oferta más equipada, la versión Privilege sale $227.800 y la Luxe, 212.000.
En el caso de Volkswagen, Vento también tiene una buena relación precio-producto.
La versión Advance MT cuenta con control de estabilidad, techo solar eléctrico y climatizador bi-zona.
El precio es de $217.1000. La siguiente versión, la Luxury, ofrece mayor equipamiento y cuesta $234.000 la unidad con caja manual y $241.000 con automática.
En lo que respecta a Peugeot, la opción más completa es la llamada Feline, para la cual se ofrece ESP en materia de seguridad.
Los valores son los mismos tanto para el 308 como para el 408. El precio en ambos casos está fijado en $239.000.
Sin embargo, desde la versión previa, llamada Allure, hay algunos detalles de confort para destacar.
En el caso del 308, la marca del león ofrece techo panorámico vidriado, GPS y la pantalla rebatible de 7″. Su precio es de 213.000 pesos.
En tanto, la versión Allure 2.0 del 408 viene con navegador y a un precio sugerido de 214.000 pesos.
La marca también es muy activa en cuanto a promociones especiales, muchas de ellas para el 408, que es uno de sus productos de gama alta.
Por último Chevrolet, con el Cruze, ofrece versiones muy equipadas, tanto en el caso de la LT como LTZ. Especialmente para quien prioriza la seguridad, ambas versiones ofrecen el mismo equipamiento, y la entrada de gama tiene un precio de $212.500.
También cuenta con lo último en tecnlogía de la marca, el sistema MyLink, con pantalla de 7″.
En cuanto a la opción más equipada, que suma básicamente detalles de confort, el precio es de 241.000 pesos.
Otras propuestas
Además de las marcas masivas más populares del mercado, algunas automotrices que cuentan con opciones con buena relación precio/calidad son Nissan, con el nuevo Sentra, y Honda, con el Civic.
En el caso de Sentra llegó al mercado recientemente, y la versión full se sumará en algunos meses, pero tributará el impuesto interno.
Hasta el momento, la opción disponible más completa es la SR con caja CVT, que tiene detalles como llantas de 17 pulgadas Sport, luces intermitentes en los retrovisores externos, spoiler sobre el baúl y techo corredizo, con un precio de 238.000 pesos.
En el caso del Civic, las dos versiones que ofrece, LXS y EXS son muy completas y tienen precio de $220.000 y 242.000 pesos.
En muchos casos, las marcas vienen resistiendo y tratando de que los ajustes de precios no lleven a los valores de estos vehículos por encima del límite a partir del cual comenzarían a sufrir el golpe del tributo.
Sin embargo, conforme se mantenga la presión inflacionaria en estos niveles y el dólar sufra nuevas correcciones, la oferta de opciones por fuera del tributo será cada vez más acotada.
Fuente: iprofesional.com 12/11/2014