El dólar castiga a los 0Km: las agencias están vacías

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El dólar castiga a los 0Km: las agencias están vacías

En los últimos días, la incertidumbre que se instaló en la Argentina superó todos los pronósticos. Y si bien parecía que las últimas medidas anunciada

En los últimos días, la incertidumbre que se instaló en la Argentina superó todos los pronósticos. Y si bien parecía que las últimas medidas anunciadas antes de Semana Santa traerían algo de calma, pasó todo lo contrario.

Hoy la realidad político económica del país supera al guión de cualquier película de suspenso, y los vaivenes ya son parte de un panorama insostenible.

Lo cierto es que cuando el «billete verde» baja unos centavos, hay un poco más de tranquilidad. Pero cuando se dispara, vuelven los temores.

Entonces hoy, al romper la barrera de los $47 y con un riesgo país en 1.000 puntos, tocando los niveles de 2014, los miedos alcanzaron su máxima expresión en la era Macri, con todos los mercados sufriendo el impacto.

En el caso de la venta de autos, las sorpresas vienen desde enero, con una caída acumulada de 54% en el primer trimestre.

Se sabía que las cosas no iban a mejorar, pero de pensar en 1 millón de patentamientos en 2018 a pasar a rezar para llegar a la mitad de esa cifra, es una brecha demasiado amplia como para pensar que no se agudizará la crisis.

En estos dos días, los problemas se agravaron aun más, y en los concesionarios aseguran que no ingresa gente a los salones de venta y que, muchas de las operaciones que estaban por cerrarse o los potenciales clientes que esperaban convencer, desaparecieron.

Según el gerente de uno de los grupos multimarcas más importante del país, el mercado está virtualmente paralizado.

«De 100 ventas que hemos cerrado en abril de 2018, este año recién estamos en 15. Es muy preocupante lo que pasa», comentó.

Y esta tendencia se profundizó en los últimos días: «De 20 potenciales clientes que veníamos en tratativas, solo cerró la compra uno de ellos. Los otros 19 se echaron para atrás», confirmó el directivo.

Otra dato clave es que muchas personas que en los últimos meses cambiaron sus vehículos lo hicieron entregando un usado y financiando el resto. Pero con las tasas de interés tan elevadas, eso se volvió inviable para la mayoría.

«Las marcas generalistas se mueven al compás de los niveles de interés. Tanto Ford, como Peugeot o Chevrolet, dependen del financiamiento, y con tasas atractivas hay clientes. Pero hoy también se cerró este camino», confirmaron desde otro punto de venta.

Por otro lado, lo que se detecta, es que es la primera vez que tras la corrida del dólar no se acerca gente a los concesionarios para aprovechar el tipo de cambio y cambiar sus ahorros haciendo una mejor diferencia.

«No vemos que venga gente para aprovechar la oportunidad. Vemos mucha incertidumbre en los clientes», comentaron en un local exclusivo de la marca.

Más aumentos

Mientras los mercados están pendientes del riesgo país y las tasas, entre las automotrices ya saben que la caída de las ventas de 0Km podría endurecerse aún más en abril, teniendo en cuenta que se vendrán más aumentos de precios.

En cuanto a las cifras esperadas para este mes, hace una semana se proyectaba un total de 40.500 unidades vendidas, es decir una caída del 47,8% frente a igual mes de 2018, cuando se patentaron 76.554 autos.

Esta caída viene en línea con lo que sucedió en el inicio del año:

– En enero se patentaron 60.108 unidades (-50%)

– En febrero fueron 40.115 (-42,4%)

– En marzo alcanzaron las 38.864 (-54,5%).

Con las expectativas de abril, apenas se estaría acercando a los 180.000 vehículos comercializados en el cuatrimestre, con un desplome de casi 50% frente al mismo lapso de 2018.

Pero las cifras para el mes en curso podrían retocarse a la baja, de la mano de la incertidumbre que hoy se adueña del mercado.

Y, además, generarían un efecto arrastre sobre mayo. De acuerdo con las consultas realizadas a diferentes agencias, esta devaluación va a impactar una vez más en los precios de los autos, y el mes próximo podrían llegar con incrementos de entre el 4% y el 6%.

Además, ya alertaron que seguramente muchas de las bonificaciones vigentes este mes desaparecerán, porque las terminales y concesionarios tampoco están viviendo un buen momento y estas acciones llevan a una pérdida importante de rentabilidad.

«Estamos llamando a los clientes para decirles que los autos van a aumentar, que compren hoy. Cada mes que no se cierra una compra es un mes perdido y es plata perdida. Los 0Km no van a bajar de precio, puede haber una promoción, pero después volverá a valer lo que tiene que valer», comentó el directivo de una automotriz.

En cuanto a los modelos más afectados en las ventas, en general sostienen que son los de entrada de gama, aquellos donde el cliente tiene el peso justo.

Además, estos vehículos dependen mucho del financiamiento. Y sucede que más allá de las tasas, los clientes no llegan a pagar la cuota porque se produjo un desajuste entre la relación de sus ingresos con los valores a pagar con tasas tan altas.

Cómo sigue el mercado

Los dueños, gerentes y líderes de venta de los concesionarios consultados sostienen que es preocupante lo que pasa y que también hay falta de acción por parte del Gobierno, que no cuida la cadena de valor de este negocio.

De un concesionario dependen no solamente los trabajadores del lugar, sino que hay mucha gente que está en el proceso de postventa, hay proveedores externos y todo un sistema de trabajo que quedaría en la cuerda floja si las ventas siguen cayendo.

«Esto deja en claro que el mercado del millón de unidades era irreal. Hoy estamos en la mitad, y se puede ver que el país no estaba preparado para esa demanda, ni las terminales, ni los puntos de venta, ni el Gobierno con la carga impositiva», explican.

Por otro lado, los empresarios del sector se quejan de los niveles de rentabilidad.

«Los márgenes que existen y que siempre existieron fueron bajos, porque cuando se vendía más también se necesitaba más gente para preparar los autos, había muchos empleados y más competencia. Se vendían más 0Km pero con menor margen. La ecuación tampoco fue buena en la época de bonanza», comentan.

En este contexto, la única oportunidad en la crisis es el del servicio de postventa, porque si bien los valores son elevados, la gente sabe que si no puede cambiar el auto por un tiempo, necesita mantener bien el que tiene.

«Hay una mayor inversión y concientización en cumplir con la postventa. La gente se da cuenta que como no puede cambiar su vehículo tiene que repararlo bien y respetar la garantía. Eso es positivo», comentaron con tono de resignación algunos gerentes.

Sin embargo, esto no alcanzará para sostener el negocio. De hecho, ya están comenzando a verse salones de ventas en importantes avenidas con las persiana bajas. Y los casos se pueden multiplicar.

FUENTE: IPROFESIONAL.COM  26/04/2019