El Gobierno, en un intento por evitar que se profundice el atraso cambiario, viene desde hace meses pisando el "acelerador" del dólar oficial. Luego
El Gobierno, en un intento por evitar que se profundice el atraso cambiario, viene desde hace meses pisando el «acelerador» del dólar oficial.
Luego de un arranque del año con tasas de devaluación «tibias», que se movieron apenas por encima del 1%, a partir de julio le imprimió una mayor velocidad, llevándola a niveles cercanos al 3%, tal como sucedió en septiembre.
Y si bien en octubre bajó un poco el ritmo, el tipo de cambio ya acumula un alza del 20% en lo que va del año, un nivel que lo acerca a la suba del índice inflacionario.
Con este movimiento del dólar, el Ejecutivo busca recuperar las alicaídas exportaciones, que vienen desacelerándose y mostrando un anémico crecimiento del 4%, el peor nivel desde 2009, momento en el que la crisis internacional castigaba a los productos argentinos en el mundo.
Como contrapartida, toda suba del dólar oficial afecta a los bienes y servicios importados, haciéndolos más caros en términos de moneda local.
Esto es, justamente, lo que está quedando en evidencia en uno de los pocos sectores que, en medio de una economía más fría, todavía puede festejar récords de ventas: el automotriz.
La disparada del dólar no pasó desapercibida en esta rama de actividad: los vehículos que llegan del exterior -y cuyos precios están atados a la evolución de la divisa estadounidense- se encarecieron considerablemente en pesos y, por primera vez en años, sus precios están aumentando por encima de los nacionales.
En lo que va de 2013, los valores de los vehículos comercializados por las terminales locales sufrieron un «retoque» del 13%, en tanto que los importados, en promedio, se encarecieron por encima del 20%.
Sin embargo, fue especialmente en estos últimos meses cuando comenzó a notarse el impacto devaluatorio en los precios de los 0Km del exterior.
En efecto: los valores de algunos vehículos del segmento de alta gama llegaron a acumular alzas de más de $50.000 en el período junio-octubre, es decir, en el término de apenas cinco meses, tal como se puede ver en la siguiente infografía:
En efecto, unidades como el Jeep Cherokee Limited pasaron a estar $40.000 más caras en ese breve lapso, en tanto que algunas versiones entry level de BMW registraron alzas de más de $30.000.
La razón de estas fuertes subas están vinculadas, como se mencionó, con la dinámica que ganó el tipo de cambio: cabe recordar que a comienzos de junio, el dólar oficial cotizaba a razón de $5,30, en tanto que a fines de octubre su valor ya orillaba los $6.
Esto llevó a que los vehículos importados, que poseen sus listas de precios dolarizadas, acusaran el impacto devaluatorio.
Claro que este efecto no sólo se hizo notorio entre las marcas de alta gama, sino que también quedó en evidencia entre las llamadas «generalistas», como es el caso de Chery, cuya popular camioneta Tiggo sufrió un alza de más de $20.000 en un puñado de meses.
En el siguiente cuadro se puede observar cómo fue la variación de precios, en pesos, para distintos modelos importados a lo largo del año:
Un punto clave es que, con un Gobierno decidido a intentar que no se profundice el atraso cambiario, se espera que los precios en pesos, lejos de acomodarse, tiendan a dispararse aun más.
En efecto, considerando un tipo de cambio cercano a los $6,30 hacia fin de año, esto determinará que un comprador que en el mes de diciembre elija determinados modelos del exterior, llegue a tener que pagar hasta más de $100.000 que si hubiese efectuado la compra a inicios de 2013.
Tal es el caso de una de las versiones del Jeep Cherokee, que arrancó el año a un valor equivalente a $286.000 y finalizaría el 2013 -de no retocar la lista de precios en dólares- en casi $400.000 (ver cuadro):
Para un comprador, esta suba no pasa inadvertida, dado que el encarecimiento en pesos estimado a lo largo del año equivale al precio de una Ford EcoSport 0Km.
En tanto, uno de los modelos más económicos de BMW, como el Serie 1 cinco puertas, arrancó el 2013 a un precio de venta de $221.000 en las concesionarias. Luego de que la compañía aplicara un ajuste a su lista en dólares, esta versión cerraría el período cotizando a más de $305.000.
Esto implica que, en el término de un año, este vehículo habrá acumulado un alza de más de $84.000, equivalente al valor de, por ejemplo, un Renault Logan en su versión más equipada.
Importados versus salarios
Esta disparada de los 0Km importados, en términos de moneda local, llevaron a que, por primera vez en años, los salarios hayan perdido poder de compra.
Analizando el caso del modelo que Jeep comercializa en la Argentina, mientras que en enero eran necesarios 35,8 sueldos para acceder a esa unidad, en octubre pasaron a requerirse 37,5 mensualidades, en tanto que para el mes de diciembre -de llegar el tipo de cambio a $6,30-, ascendería a unas 40 remuneraciones.
En el caso del Serie 1 de BMW, el achicamiento del poder de compra también es evidente: a comienzos de 2013, con un salario de $8.000 -promedio para la Ciudad de Buenos Aires, según INDEC- eran necesarias 27,6 mensualidades.
De cara a diciembre próximo, considerada la mejora de haberes del 24%, pasarían a requerirse de casi 31 remuneraciones.
Pese a todo, el boom continúa
Claro que esta fuerte suba de precios que está impactando en los vehículos importados por el momento no se está traduciendo en una caída en el nivel de patentamientos.
Por el contrario, las marcas están viviendo un boom de ventas que está llevando a que algunas de ellas estén experimentando el mejor año en toda su historia en la Argentina en términos de volúmenes.
Así las cosas, compañías como Land Rover o Alfa Romeo, entre enero y octubre lograron tasas de crecimiento «astronómicas» en cuanto a patentamientos, con subas del 170% y 139%, respectivamente.
Con niveles nada despreciables de incrementos, continúan en el ranking marcas como BMW (95%) o Subaru (70%), según se desprende de la siguiente infografía:
Para tener un punto de referencia y analizar el importante boom de ventas que están experimentando los vehículos que llegan del exterior, cabe destacar que, como contrapartida, Volkswagen, la marca masiva que más vende y que tracciona el mercado, está sufriendo una caída del 3% en el nivel de patentamientos.
En tanto, Chevrolet, la segunda automotriz que más volumen maneja, está logrando una tibia suba del 4%.
Esto llevó, según explicó a iProfesional Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb, a que los vehículos nacionales perdieran market share frente a los modelos importados, que hoy se «adueñaron» del 60% del mercado, cuatro puntos por encima del mes de enero.
¿Qué es lo que motoriza las ventas, pese a que los vehículos son cada vez más caros en términos de moneda local?
En primer lugar, Dalmasso destacó la clara influencia del dólar blue en el nivel de patentamientos.
Cabe destacar que, después de tocar los cerca de $8 a mediados de junio, la divisa paralela comenzó a escalar hasta «arañar» los $10 en la actualidad.
Esta dinámica, según el economista, «alentó la venta de vehículos, especialmente los que están valuados en dólares al tipo de cambio oficial, dado que los particulares que ya tenían billetes verdes en su poder, en los últimos meses vieron que era una buena oportunidad venderlos en el mercado blue y hacer una buena diferencia al comprar un vehículo».
En tanto, destacó que «entre aquellos que no tienen dólares en sus manos, a medida que vieron que se ampliaba la brecha entre el tipo de cambio informal y el que fija el BCRA, se acrecentó la percepción de que el valor oficial está retrasado, incentivando a los consumidores a irse hacia bienes dolarizados».
Esta dinámica se da, además, en un contexto en el que escasean las alternativas de inversión que le ganen la pulseada a la inflación. «Todo esto lleva a que muchos sigan privilegiando la opción de ir al consumo», sostuvo Dalmasso.
Otro de los factores que influye es que la gran mayoría de las marcas importadas ofrecen agresivos planes de financiamiento.
«Hasta octubre, BMW ofrecía la posibilidad de pagar anticipadamente el 60% del valor del vehículo en pesos, al tipo de cambio oficial y saldar el resto en 12 cuotas sin interés», destacó el gerente de ventas de una de las principales concesionarias porteñas de la marca.
Ahora, la compañía ofrece un plan que permite pagar como anticipo el 36% de la unidad y financiar el resto hasta en 36 cuotas fijas, con un costo financiero total del 38%.
«Los compradores, más allá del valor de la tasa, si ven que el pago es en pesos y fijo, optan por financiar», agregó el empresario.
Otra de las causas que está impulsando el mercado del importado es, según el directivo, la posibilidad de que el Gobierno finalmente avance con la posibilidad de fijar un recargo a la venta de 0Km de alta gama, como actualmente sucede con el turismo.
«Notamos mucha inquietud entre nuestros clientes. Cuando se evalúa realizar una operación de venta, el tema de posibles restricciones oficiales siempre salta a la luz. Esto, claramente impulsa a muchos a decidirse a cerrar la compra cuanto antes», agregó.
¿Vientos de cambio?
Según estimaciones de Abeceb, este año se patentarán unos 950.000 vehículos, un 13% por encima de los 840.000 logrados en 2012.
Sin embargo, desde la consultora aseguran que no será en 2014 cuando se rompa el récord del millón de unidades vendidas, dado que para el período próximo prevén una caída del 3% en la actividad.
Y los vehículos importados, no escaparán de la tendencia.
«El año que viene habrá factores que jugarán en contra, como el posible recargo que aplicaría el Gobierno a los autos de alta gama», acotó Dalmasso, quien sumó además el hecho de que «a diferencia de este año, se prevé que los controles aduaneros serán más duros, con lo cual no habrá tanta oferta como sucedió hasta ahora».
No sólo eso: desde la consultora también prevén una tasa de devaluación elevada -en sintonía con esta última etapa del año- y salarios que no crecerán en términos reales, producto de la mayor presión inflacionaria.
Como contrapartida, una brecha entre el blue y el oficial que seguirá siendo elevada, y el hecho de que no surjan atractivas posibilidades de inversión, servirán como contrapeso y le marcarán un piso a la caída en el nivel de patentamientos.
FUENTE: IPROFESIONAL.COM 07/11/2013