Científicos de la Universidad de Zaragoza (España) experimentarán en un laboratorio de Motorland, en Alcañiz (Teruel), con cadáveres para conocer la r
Científicos de la Universidad de Zaragoza (España) experimentarán en un laboratorio de Motorland, en Alcañiz (Teruel), con cadáveres para conocer la respuesta biomecánica que tiene el ser humano en un accidente de tráfico, con el objetivo de mejorar o diseñar nuevos sistemas de protección que puedan reducir lesiones graves.
Se convertirá así en el octavo laboratorio de investigación del mundo apto para realizar este tipo de ensayos con cadáveres humanos, que ya se llevan a cabo, por ejemplo, en el Centro de Biomecánica Aplicada de Virginia (Estados Unidos).
La propuesta de realizar este tipo de investigación también en España parte del grupo «Vehivial» del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) tras considerar «necesario» desarrollar nuevos sistemas de protección que mejoren los actuales.
«La protección de ocupantes está llegado a unos límites importantes de desarrollo y los muñecos utilizados hasta ahora no están reflejando la realidad de los accidentes de tráfico. Sí que han realizado un papel importante, pero es necesario dar más pasos», ha indicado a Efe el coordinador del proyecto, Juan José Alba.
Con el objetivo de superar estas limitaciones y obtener una información más precisa, estos investigadores se plantearon la posibilidad de realizar los ensayos con cadáveres humanos, al considerar que permiten conocer mejor la cinemática tridimensional de la columna vertebral ante impactos frontales y oblicuos.
«Todos los ensayos de seguridad no se pueden realizar con personas vivas, entonces ¿cuál es el mejor sustituto del humano vivo que podemos encontrar? El humano muerto, porque es el más próximo que podemos tener», ha señalado.
Este tipo de investigación biomecánica que ha permitido ya desarrollar sistemas de seguridad efectivos, como el cinturón y el airbag, permitirá obtener una información más ajustada del comportamiento de la columna vertebral y de cómo se producen las lesiones tras un impacto en la carretera.
Los resultados de la investigación se utilizarán para mejorar los actuales sistemas de protección o desarrollar otros nuevos que podrían estar adaptados a la fisonomía de cada uno de los ocupantes del vehículo.
«Si una persona mide 1.60 y pesa 50 kilos y otra mide 2 metros y pesa 120 y les gusta el mismo coche, se lo van a comprar, con el mismo airbag y con el mismo cinturón. Obviamente no pueden hacer la misma función en los dos, alguna diferencia tiene que haber», ha destacado.
Sin embargo, ha explicado que actualmente las homologaciones se llevan a cabo con la utilización del mismo muñeco -un híbrido 3 de percentil 50- , unas medidas que no representan necesariamente a todas personas.
«También hay que poner en marcha unos estrictos protocolos éticos, porque es una investigación que se hace con el máximo nivel de respeto al donante que decidió donar su cuerpo a la ciencia cuando muriera», ha apuntado.
Según ha comentado Alba, la Unión Europea exige al centro realizar al menos seis ensayos con cadáveres humanos en dos años para verificar que el laboratorio está operativo, pero en este plazo de tiempo se realizarán también otros proyectos de investigación con fabricantes de automoción y sistemas de seguridad.
De hecho, varias compañías de Japón y Estados Unidos con las que han contactado se han interesado ya en la posibilidad de desarrollar investigaciones conjuntas en el laboratorio de Alcañiz.
FUENTE; PORTALAUTOMOTRIZ.COM 29/10/2012