Isela Costantini, titular de General Motors, dijo que espera del Gobierno "alguna señal antes de fin de año" respecto al sistema de impuestos internos
Isela Costantini, titular de General Motors, dijo que espera del Gobierno «alguna señal antes de fin de año» respecto al sistema de impuestos internos que grava entre 50% y 100% el precio de venta de vehículos cuyo precio mayorista supere los 170.000 pesos.
«Estamos esperando alguna señal concreta antes de fin de año, aunque no sabemos si sería por vía administrativa o a través de un proyecto de ley», dijo la ejecutiva brasileña, quien además preside la Asociación de Fabricantes de Automotores de la Argentina (ADEFA), durante un encuentro de fin de año con periodistas.
Una modificación de la alícuota de los impuestos internos requiere de una ley específica del Congreso. En cambio, el Poder Ejecutivo tiene la posibilidad de desplazar, hacia arriba o hacia abajo, hasta un 25% la base imponible sobre la cual se aplica el impuesto: una medida de ese tipo, por ejemplo, permitiría que algunos vehículos de fabricación local quedaran momentáneamente exentos del impuesto, al menos por algunos meses.
La ley que estableció el nuevo sistema de impuestos internos fue sancionada hace un año, a pedido del Poder Ejecutivo, con el propósito de acotar fuertemente la demanda de autos y camionetas de alta gama. El impuesto arranca con un gravamen real del 50% para vehículos de más de $170.000 a precio de concesionario (unos $210.000 en el precio de lista, o precio minorista) y llega a más del 100% en los modelos más caros. El efecto fue inmediato: la demanda de todos esos vehículos cayó prácticamente a cero. La contrapartida fue una mayor demanda de camionetas, las cuales quedaron exentas del pago del impuesto ya que son calificadas como vehículos de trabajo.
Pero a poco de sancionada la ley sobrevino la devaluación de más de 20% del peso en enero los impuestos internos comenzaron a morder a varios modelos más, incluidos algunos que se producen en el país. Durante el resto del año la suba de precios siguió a un ritmo incluso superior al de la inflación (cualquiera sea el sistema con el cual se la mida) hasta totalizar una suba promedio del 45%, .
Entre los modelos que se producen en el país que ya fueron alcanzados por los impuestos internos (y, en los hechos, ya no son demandados en las concesionarias) hay versiones del Peugeot 308, el Citroen C4, el Ford Focus y el Renault Fluence. Desde la misma sanción de la ley también había quedado incluida la versión 4×4 de la Toyota Hilux producida en Zárate, la cual no quedó exceptuada.
FUENTE: IECO.CLARIN.COM 17/12/2014