Los faros de los autos ocupan un lugar muy importante en los planes de diseño de las automotrices. Por un laado, porque deben garantizar la iluminació
Los faros de los autos ocupan un lugar muy importante en los planes de diseño de las automotrices. Por un laado, porque deben garantizar la iluminación del recorrido del conductor y, por el otro, porque deben contribuir a la estética de los vehículos.
A lo largo de la historia este equipamiento ha ido evolucionando notablemente y los avances tecnológicos de todas las marcas dieron lugar a desarrollos sorprendentes. Así, de las clásicas luces halógenas se llegó a sistemas especiales que iluminan de acuerdo al objeto que aparece en el camino.
Un repaso por lo que hay
A partir de los ’70 empezaron a instalarse en los autos bombillas incandescentes que, además de disponer de un filamento como las lámparas tradicionales se componen de un gas halógeno (yodo). Cuando se inventaron en 1980 las parábolas reflectoras –el interior cromado de los faros– se pudo aprovechar mucho más el caudal de su luz. Su principal atributo es que siguen estando vigentes y resultan económicas, pero la han superado varios desarrollos.
El xenón pasó a ser una solución más moderna. Iluminan el doble que las halógenas, tanto en profundidad como a los laterales y el consumo es menor. Una ventaja es que su luz es similar a la diurna y reduce la fatiga visual.
Más tarde llegaron las LED, las cuales todavía no tienen una década (se crearon en 2007). Una ventaja es que brillan más que las halógenas o las de Xenón y se ven más claras desde la distancia. Además, siguieron evolucionando y por ejemplo apareció la Full LED que simula la luz del día para viajes nocturnos más seguros, ajusta el ángulo y la intensidad de la luz.
Lo más reciente
Más allá del xenón y el LED, que recién empieza a masificarse en algunos modelos que se venden en el país, las marcas van por más. Audi es una de las que más ha trabajado en el desarrollo de nuevos sistemas de iluminación, y la que sigue pensando en nuevos desarrollos.
Hace un tiempo presentó el láser en el R8 LMX que se activa cuando se circula a 60 km/h, al tiempo que se ajusta para no encandilar gracias a la presencia de una cámara inteligente. Lo mismo hizo BMW. Pero la última apuesta de la marca de los anillos son los nuevos faros Matrix OLED, que permiten alcanzar un nivel de equilibrio en el haz de luz nunca visto hasta ahora, al tiempo que abren nuevas oportunidades creativas para los diseñadores.
OLED es un acrónimo en inglés “organic light emitting diode” que significa “diodo orgánico emisor de luz”. Los nuevos faros combinan alta tecnología con un diseño ideal. En cada unidad OLED, dos electrodos –de los cuales al menos uno debe ser transparente– incorporan numerosas capas muy delgadas de materiales semiconductores orgánicos.
Al aplicar una corriente continua de baja tensión –entre tres y cuatro voltios– estas capas, cada una de las cuales tiene un grosor inferior a la milésima parte de un milímetro, se activan y se iluminan. El color se basa en la composición molecular de la fuente de luz.
Al contrario que los faros basados en fuentes de luz puntuales –como los LED–, que están realizados con cristales semiconductores, los OLED son fuentes planas de luz. Su haz alcanza nuevos niveles de uniformidad, y permiten una regulación variable continua. La luz no proyecta ninguna sombra y no requiere ningún tipo de reflector, guía o componente óptico, lo que hace que las unidades OLED sean ligeras y eficientes. Además, prácticamente no necesitan refrigeración.
Otra ventaja es que puede subdividirse en pequeños segmentos que permiten controlar el brillo a diferentes niveles. Además, también será posible utilizar unidades OLED transparentes o de diferentes colores, y se abren nuevas posibilidades gracias a los tiempos de apagado y encendido extremadamente rápidos, y a la precisión que se consigue al establecer los límites entre cada una de las superficies de iluminación.
Ford, por su parte, trabaja en un sistema de iluminación que permite identificar con mayor facilidad peligros potenciales como peatones, ciclistas o animales.
El sistema de iluminación frontal, que funciona mediante cámaras, amplía el haz de luz en cruces y rotondas para iluminar mejor los peligros que no se encuentran en la trayectoria prevista. El mismo está construido sobre el Sistema de Iluminación Adaptativa y el Reconocimiento de Señales de Tráfico.
El sistema utiliza también la información del GPS para iluminar mejor las curvas y los cambios abruptos de una determinada ruta. Cuando no hay información disponible del GPS, la tecnología utiliza una cámara de vídeo frontal que se encuentra sobre la base del espejo retrovisor para detectar las marcas de la calzada y predecir hasta qué punto se cierra una curva de la ruta y utiliza esa información para iluminar esa área de manera más efectiva.
En una próxima evolución, la cámara archivará la información en el sistema de navegación. Cuando el conductor vuelva de nuevo sobre ese trayecto, los faros se adaptarán al curso del camino de manera automática, iluminando mejor la vía.
La iluminación focalizada, actualmente en fase de predesarrollo, utiliza una cámara de infrarrojos en la parrilla frontal para localizar y rastrear de manera simultánea hasta ocho personas y animales de cierto tamaño, como perros grandes, en un radio de hasta 120 metros.
El sistema puede iluminar específicamente hasta dos elementos que supongan un peligro para el conductor, con un punto y una línea sobre la superficie de la vía, iluminada por dos faros LED especiales que se encuentran junto a las luces de niebla. Los objetos iluminados se muestran en la pantalla del interior del vehículo, enmarcados en rojo o en amarillo, dependiendo de la proximidad del objeto y el nivel de peligro que representan.
Así, los nuevos sistemas tienen la virtud de contribuir a la seguridad más allá de iluminar,
FUENTE: IPROFESIONAL.CO 03/08/2015