Las ventas de 0Km acumuladas entre enero y marzo consolidaron un nuevo récord en la industria automotriz. El incremento en los patentamientos fue d
Las ventas de 0Km acumuladas entre enero y marzo consolidaron un nuevo récord en la industria automotriz.
El incremento en los patentamientos fue de 17%, logrando la cifra más alta en la historia del sector.
Lo interesante es que dicha suba vino acompañada por modificaciones evidentes en cuanto a las preferencias de los compradores.
En un contexto en el que la pelea por el share se define punto por punto, se evidenció un cambio de estrategia por parte de las principales marcas, que comenzaron a promover determinados modelos por sobre otros, en línea con estas nuevas tendencias.
Un dato palpable que dejó este primer trimestre es la recuperación de la categoría «autos», que desde 2013 venía sufriendo una caída en su participación en ventas. Y, entre los más beneficiados, figuran los vehículos chicos.
Si bien para las automotrices las unidades más grandes y costosas son las que dejan un mayor margen de ganancia, los más chicos y económicos son los que ayudan a construir volumen y a ganar rápidamente una mayor cuota de mercado.
Comparando únicamente el primer trimestre de cada año, hasta 2012 esta categoría mantenía su ventaja. Sin embargo, desde entonces, los comerciales livianos (dominados por las pick-ups) pasaron a crecer a una tasa más alta y a ganar terreno.
La novedad que deja el período enero-marzo es que hay un evidente cambio de tendencia, de la mano de un salto de los patentamientos de automóviles clásicos del orden del 21%, seguida por los camiones (+12%) y por los comerciales livianos (+7%).
Las ventas de autos se incrementaron pero no fueron parejas para todos los modelos.
En el caso de los vehículos de pasajeros, crecieron mucho los patentamientos de las unidades chicas, que experimentaron una suba del 27%.
Mejor fue la performance de las versiones grandes, con un impactante crecimiento del 200% en el primer trimestre versus el mismo lapso del año pasado.
Como contrapartida, las versiones medianas sufrieron una importante caída, del orden del 15% interanual.
En el caso de las unidades «low cost», la tendencia tiene que ver, entre otras cosas, con la ventaja para los compradores de contar en el mercado interno con una mayor oferta y competencia.
Tras la guerra comercial que se desató en 2016, las promociones siguieron vigentes y fueron clave para impulsar la demanda.
Algunos modelos llegaron a comercializarse en marzo con descuentos que llegaron a $70.000, además de ofrecer financiación y créditos a largo plazo, en pesos y con cuotas fijas sin interés.
Entre los que lideraron el crecimiento figuran Ford Ka, cuyas ventas subieron un 70% en el primer trimestre versus el mismo lapso de 2017, Fiat Mobi (+53%), Chevrolet Onix (+51%), Toyota Etios (+30%) y VW Up (+29%).
Entre los pocos autos chicos que sufrieron bajas figuran el VW Gol (-2,3%) y el Fiat Palio (-2%).
La contracara es que los autos más vendidos son, en general, de origen brasileño. Es decir, impulsan la importación por sobre los vehículos de producción local.
En el otro extremo, se observa el fuerte crecimiento de los autos grandes de marcas masivas. Esto tiene que ver, específicamente, con la mayor oferta.
Cuando en 2014 el impuesto interno alcanzó no solo a las marcas premium sino también a las generalistas, fueron los primeros en discontinuarse. Y ahora que el panorama se normalizó, volvieron con fuerza.
Pasados dos años, con una reducción en las tasas impositivas, muchos modelos fueron regresando a los concesionarios y recién ahora están fraccionando con mayor ímpetu.
El incremento en el primer trimestre del año fue del 200%. Claro que se trata de un segmento de pocas unidades, pero su importancia estratégica en términos de posicionamiento de marca, es clave.
Cuatro son los modelos que pelean más firmemente en esta categoría: Ford Mondeo, Volkswagen Passat, Peugeot 508 y Toyota Camry.
En el caso de los medianos, si se observan las ventas de ACARA, son los pocos que cayeron en ventas, especialmente en marzo.
La mayoría están fabricados en la Argentina, como es el caso del Ford Focus, Renault Fluence, Peugeot 408 y 308 y Citroën C4 Lounge.
El Volkswagen Vento, importado de México, y el Toyota Corolla, de Brasil, también registraron resultados negativos
Como contrapartida, el Chevrolet Cruze, fabricado en Rosario, es el único que crece de este segmento (+23%).
Consultado sobre este fenómeno impensado hasta hace un tiempo, el gerente de una red de concesionarios, dio su visión sobre las causas: «Estamos viendo un cambio fuerte en las elecciones de los compradores. Muchos de los clientes históricos de los modelos medianos fueron migrando a la categoría de SUV».
Esto se ve plasmado en los números: mientras que el primer segmento cayó un 15% en el primer trimestre, los SUV crecieron un 33%.
Esta suba tiene que ver también con una ampliación de la oferta, que incluye opciones más chicas y que compiten con los autos de pasajeros más económicos.
Los responsables de las marcas también coinciden en que gran parte de los compradores de los autos medianos -con o sin baúl-, son los que ahora encuentran en los SUV un buen reemplazo.
En general, tienen el mismo espacio interior y hasta pueden resignan algo de baúl pero lo ganan en capacidad off road.
«La mayoría de las consultas de la gente es sobre los precios de los SUV, ya sea el Duster o Captur», explicaron en un concesionario oficial Renault.
Lo mismo advirtieron en Ford, donde la Ecosport está nuevamente creciendo en ventas tras el restyling del año pasado.
Lo notable es que las subas no se dan únicamente en los modelos más baratos, sino también en el segmento premium.
Así por ejemplo, el Captur creció 69% en el primer trimestre; el Jeep Renegade, más de 100%; y los modelos de Hyundai, de todos los tamaños, están todos con tasas positivas.
Más ganadores, aun más caros
En el otro extremo, los grandes ganadores del año son los autos de marcas premium, que aun estando ligados al dólar, que sufrió grandes cambios en los últimos meses, se volvieron a convertir en una opción para los clientes.
En este caso, las ventas se incrementaron un 84%, acompañados de una renovación total de la oferta.
A fines de 2017, Volvo lanzó nuevos modelos de su línea SUV; BMW sigue actualizando su gama de productos y Audi suma modelos hiper exclusivos.
El mercado estaba reprimido y las ventas lograron rápidamente recuperar su ritmo, aunque tal como explican en las marcas de alta gama, todavía es baja la participación de estos modelos en las ventas totales.
Mientras que en países vecinos como Chile los patentamientos de autos premium alcanzan el 3% del mercado total, en la Argentina no supera el 1,5 por ciento.
En BMW, Rolph Epp, número uno de la marca, explicó que este año está todo dado como para que la categoría trepe a un 2%.
Lo mismo señalan desde el grupo Ditecar, importador de Jaguar, Land Rover y Volvo, donde esperan una fuerte suba para este año que permitiría lograr una mayor participación.
Pick ups, un capítulo aparte
El primer trimestre dejó a las camionetas con una suba que no llega a un 2%. Según expertos, esto está asociado con la crisis climática que afecta al campo, uno de los principales demandaste de «chatas».
La salvedad, para la categoría, es que es un segmento que viene creciendo año tras año, y que suma competidores.
Desde 2013, este segmento se mostró muy activo, con un liderazgo absoluto de la Toyota hilux, que duplica en ventas a las seguidoras.
Sin embargo, la gran batalla terminará de darse este año, cuando empiecen a llegar los nuevos modelos de producción nacional: Nissan Frontier (hoy importada de México); Renault Alaskan y Mercedes Benz Clase X.
Lejos de anticipar una tendencia a la baja, en las automotrices esperan una rápida recuperación de la demanda de pick-ups, las cuales seguirán desplazando a otros segmentos.
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 16/04/2018