Tras el "impuestazo light", bajan los precios de algunos 0Km y se achican las diferencias con los usados

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Tras el "impuestazo light", bajan los precios de algunos 0Km y se achican las diferencias con los usados

Las modificaciones al impuesto interno trajeron algo de alivio a la industria automotriz de cara al segundo semestre del año. Los cambios fueron bienv

Las modificaciones al impuesto interno trajeron algo de alivio a la industria automotriz de cara al segundo semestre del año. Los cambios fueron bienvenidos por el sector, luego de varios meses en los cuales el mercado había quedado preso de un fuerte desfasaje de precios.
Cabe recordar que, con la última actualización que introdujo el Gobierno, el piso a partir del cual se ven alcanzados los vehículos pasó de $275.000 a $330.000 -para el primer escalón-; en tanto que la base de la segunda escala varió de los $330.000 a los $445.000.
Sin embargo, la novedad que más ruido generó en la industria fue que se estableció una cláusula especial a través de la cual los vehículos de producción nacional se vieron beneficiados por alícuotas de entre el 10% y el 30%, unos 20 puntos más bajas que la que se aplican a las unidades importadas.
La noticia provocó cambios rápidos en las listas de precios de todas las marcas, que durante casi un semestre habían permanecido «freezadas», especialmente en el caso de las versiones tope de gama, que corrían riesgo de quedar alcanzadas por el impuestazo.
Con la llegada del decreto que actualizó los pisos, sobrevinieron las modificaciones. La dinámica que tomó el mercado se puede resumir de la siguiente manera:
• Los valores de los modelos que estaban al filo del tributo, en general, fueron ajustados al alza, con retoques del orden del 5% promedio.
• Contrariamente, las versiones que ya estaban dentro del gravamen y que se vieron beneficiadas por los cambios, experimentaron una marcada baja de precios.
En buen romance, las marcas aprovecharon las nuevas reglas para ajustar las cotizaciones de los 0Km que habían quedado atrasadas (para no ser alcanzadas por el impuesto). En tanto, aplicaron quitas a los valores de aquellos modelos que sí habían sido afectados, con rebajas que en algunos casos llegaron a los $230.000.
Donde no hubo variaciones fue en los dos extremos del mercado, es decir, en el segmento de autos low cost y en los de alta gama importados.
Nuevo escenario para usados
Los cambios en el gravamen fueron recibidos con entusiasmo por las automotrices nacionales, dado que les permitirá dar pelea en el segmento de los medianos y aspirar a una mayor cuota de mercado.
Este es un dato clave en un contexto en el que el negocio está transitando un punto de inflexión, luego de que en junio el nivel de patentamientos creciera casi 6%, cortando así una larga racha de meses con caídas en las ventas.
Sin embargo, es el mercado de los autos usados el que está teniendo una dinámica mucho más positiva: el mes pasado las operaciones se dispararon un 28% en relación al mismo período de 2014.
Según Alberto Príncipe, presidente de la Cámara de Comercio Automotor, algunos segmentos de los seminuevos ya se reacomodaron a las reglas de juego actuales.
Lo que se produjo fue un achicamiento de la brecha de los usados con los 0km. Es decir, se acercaron los precios de ambos modelos.
«En los últimos tiempos, los vehículos 0Km respecto de los seminuevos habían pasado a tener diferencias muy amplias, superiores a los niveles normales», explicó el directivo.
Sucede que, antes de la última modificación en el impuestazo, había autos nuevos que habían quedado atrapados en el gravamen, habiéndose disparado sus precios, pero sin que ese salto se vea reflejado en las versiones con uno o dos años de antigüedad.
Esto respondía a que los seminuevos competían con los mismos modelos nuevos de la marca que, al tener un poco menos de equipamiento, estaban fuera del tributo y a valores más bajos.
«Ahora, la diferencia se está normalizando y las brechas entre los 0Km y los seminuevos están volviendo a ubicarse por debajo del 20%. De a poco, el mercado se está reacomodando», señaló.
Entre los modelos de producción nacional, se destacan los cambios en las cotizaciones que experimentó una de las versiones tope de gama del Citroën C4 Lounge, específicamente la THO AT Exclusive Pack Select:
• En junio pasado, el precio del 0Km era de $395.000, mientras que la misma unidad con un año de uso cotizaba a $297.000. De modo que el nuevo era casi 35% más caro.
• En la actualidad, esta versión pasó a costar $310.000 (baja del 21%), en tanto que el seminuevo cotiza a $270.000. Así, el gap no llega al 15%.
También se observaron fuertes cambios en un modelo de producción nacional como la Toyota SW4, que se produce en la planta de Campana. La versión automática con tracción integral y asientos de cuero experimentó los siguientes cambios:
• Antes de las modificaciones al tributo, costaba poco más de $1 millón. Por la versión 2014, en tanto, se pedía un valor mucho más bajo, del orden de los $690.000. La brecha, de este modo, era del 54%.
• En cambio, esa misma SUV hoy por hoy cuesta $834.400 (casi $230.000 menos), achicando el gap al 16% frente a la misma versión con un año de uso.
Dentro del porfolio de Toyota también hubo otros cambios. Los valores de uno de sus modelos punta de lanza como el Corolla -que llega importado desde Brasil-, experimentó las siguientes variaciones:
• La versión SE-G 1.8 0Km costaba casi $390.000, un 22% más que un seminuevo.
• Hoy por hoy, esa misma versión se abarató hasta los casi $316.000 por las modificaciones introducidas al tributo, achicando así la brecha con el usado en 5 puntos.
El menor gap entre los 0Km y los seminuevos también se da por otros factores. Uno de ellos es la falta de stock en los concesionarios debido a los problemas que tienen las automotrices a la hora de conseguir dólares para «bancar» importaciones.
Así, con menos inventario en los salones de venta, la demanda empezó a enfocarse en los usados con uno, dos, o hasta tres años de antigüedad. De la mano de este creciente interés, las cotizaciones comenzaron a verse presionadas al alza, fenómeno del que ya habían advertido desde la propia CAC.
Esto pudo verse, por ejemplo, con una de las versiones del Chevrolet Cruze:
• El modelo 0Km LT manual 1.8 costaba $242.000, en tanto que ACARA fijaba el valor del usado en $180.000. La brecha, en ese caso, era de casi 35%.
• En la actualidad, por ese mismo vehículo, las agencias están solicitando unos $249.000, en tanto que una unidad con un año de uso se encareció $40.000, hasta los $220.000. Esto redujo el gap al 13%.
En definitiva, este movimiento se dio por el simple hecho de que la variación del 0Km corrió muy por debajo de la del seminuevo, básicamente por una cuestión de oferta y demanda.
Algo similar se pudo observar con uno de los modelos de Honda, el Civic:
• La versión EXS manual en momentos previos al cambio impositivo, valía $272.000 versus $240.000 que costaba la unidad usada (diferencia del 13%).
• En la actualidad, ese mismo 0Km subió casi a $277.000. Pero el seminuevo se encareció más ($20.000). Así, la brecha pasó a ser de cerca de la mitad (6%).

Dolores de cabeza tras los cambios
Estos reacomodamientos dieron lugar a situaciones poco agradables, tanto para compradores como para concesionarios.
En los casos en los cuales los valores de los 0Km y los seminuevos se desplomaron por los cambios en el tributo, hubo personas que se encontraron con que el vehículo que habían adquirido apenas un año atrás pasó a desvalorizarse más de un 40%. Es decir, a una tasa de caída superior a la que hubiese tenido en un mercado «normalizado».
Paralelamente, ya hubo agencias que pusieron el grito en el cielo porque habían comprado vehículos para tener en stock antes de julio, encontrándose ahora con que tienen que rebajar los precios de venta.
Así, según las consultas realizadas por iProfesional en distintos puntos de comercialización de las marcas afectadas, los propietarios de concesionarios están optando por «encanutar» esas unidades hasta que las subas de precios les permitan recuperar algo de lo invertido.
«La baja en los valores fue positiva para quienes no tenían autos comprados y facturados antes de los cambios. El que los adquirió hace algunos meses, salió perdiendo, porque hoy tiene que ofrecer esas unidades a un precio más bajo», advirtió el gerente de ventas de una marca francesa.
Expectativas
Pese a los reacomodamientos de precios, en la Cámara de Comercio Automotor siguen teniendo buenas expectativas respecto de la evolución del mercado ya que consideran que hay ventajas que todavía corren del lado de los vehículos con mayor antigüedad.
«Nosotros venimos de un primer semestre con crecimiento en el volumen de ventas y pensamos que esto se sostendrá. Factores como los mayores costos del seguro y de la patente de los 0km hacen que la gente repiense mucho su decisión y, en algunos casos, se vuelque por un usado», comentó Príncipe.
Paralelamente, las largas esperas para llegar al 0km, por la falta de stock, se han convertido en otro condicionante clave que hace que parte de la demanda opte por el mercado de los seminuevos.
Sucede que, con las trabas que enfrentan las automotrices, para acceder a determinados modelos hay que esperar más de 90 días para poder retirar la unidad.
Uno de los problemas es que en ese lapso de tiempo el precio queda abierto. De este modo, el comprador no sabe con qué valor se encontrará al momento de disponer del vehículo.
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 27/07/2015

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