Desde que la inflación ganó protagonismo en la discusión de la economía hogareña, una de las máximas más difundidas en los últimos años es esa que pos
Desde que la inflación ganó protagonismo en la discusión de la economía hogareña, una de las máximas más difundidas en los últimos años es esa que postula que comprarse un auto 0 km resulta conveniente para sacarle ventaja a la escalada de precios.
De hecho, esa opción formó parte de la prédica de numerosos economistas que, en su momento, mencionaron a los vehículos nuevos como una reserva de valor, ante la dificultad que presenta la compra de un inmueble.
El cepo al dólar confirmó la predilección por la adquisición de un auto: sólo en lo que va de 2013, la venta de unidades ya superó en casi un 10% las registradas en el mismo lapso de 2012, lo que hace que este sector -junto con el turístico- sea el que más festeje el actual contexto.
En el acumulado de los siete meses del año se registraron 585.000 vehículos nuevos colocados en el mercado.
Pero, a la par de estos buenos resultados, sigue en alza otra cuestión que cala hondo en el bolsillo de los particulares: la suba de los costos asociados a su tenencia y uso.
Esa lista engloba los gastos de alquiler de una cochera, el mantenimiento del rodado, el incremento casi permanente de los combustibles, entre otras erogaciones, como el seguro.
Asumiendo algunas premisas, tales como que el particular realizará un uso «promedio» del mismo, o que no dispone de un espacio guardacoche, la realidad de hoy día indica que deberá afrontar los siguientes desembolsos mensuales:
• El pago de un garaje, que hoy cotiza a unos $800 ($9.600 anuales).
• El desembolso para unos 100 litros de nafta, $800 ($9.600 anuales).
• Un lavado del vehículo por mes, $80 promedio ($960 anuales).
• Seguro, cobertura promedio, $500 mensual ($6.000 anuales).
• Patente, alrededor de 180 pesos bimestral ($960 anuales).
Al cabo del primer año, la suma de todos estos costos de mantenimiento promedia un total del orden de los $28.000.
Para el segundo año, asumiendo una inflación en torno al 25%, los gastos ascenderán a unos $35.000.
Es decir, que al cabo de los dos primeros años se habrá tenido que desembolsar un total cercano a los $63.000.
Esta suma se acerca al precio de un Volkswagen Gol Power 2013, que en la actualidad tiene un valor de mercado de entre $60.000 y $70.000.
De modo tal que si la idea del particular era comprar el vehículo como reserva de valor, deberá tener en cuenta que al cabo de los primeros veinticuatro meses habrá desembolsado una cifra muy similar para el mantenimiento y uso del vehículo.
En buen romance, se encontrará con la ingrata realidad de que los altos costos que rigen hoy día «le comieron» casi la totalidad de lo que pagó por la unidad.
Por supuesto, esta cifra no incluye costos extras, como puede ser el de un service.
Por lo pronto, efectuar el primer mantenimiento programado -que suele fijarse a los 10.000 o 15.000 kilómetros- cuesta hoy alrededor de $1.500 en un taller oficial y casi $1.000 en uno independiente.
«Lo importante para que el auto dure, más allá del tipo de taller, es que se sigan las indicaciones de mantenimiento del fabricante», expuso a este medio Juan Vicente, empresario de la Unión de Propietarios de Talleres Mecánicos.
El directivo recordó que el sector sigue encontrándose con graves problemas para conseguir repuestos. Y esta escasez derivó en que muchas piezas -incluso de las más comunes- hayan registrado subas de hasta un 45% en muy pocos meses.
Cabe señalar que la relación «precio del 0km-gastos asociados» tiende a reducirse cuanto más caro sea el auto.
Así, por ejemplo, para el caso de un vehículo cuyo valor de mercado sea de $100.000 -como es el caso del nuevo Peugeot 208- el total desembolsado para uso y mantenimiento baja al 60%.
De todos modos, las cifras asociadas al mantenimiento de la unidad -tanto en el caso de un auto barato como de otro más caro- relativizan «el mito» instalado de que adquirir un rodado constituye un «refugio de valor» y que brinda cobertura ante la inflación.
Argentina, paraíso automotor
Desde Abeceb.com acercaron precisiones sobre cómo han evolucionado los valores de los vehículos que -al haber subido menos que otros precios- hace que la relación entre los gastos asociados y el valor del bien tienda a igualarse más rápidamente.
«Los 0km se han venido incrementando muy por debajo de la inflación real y de los costos vinculados con su uso y mantenimiento», señaló a iProfesional Maximiliano Scarlan, economista de Abeceb.com.
«Las automotrices no aumentan todas de manera pareja. Pero ninguna ha elevado sus precios como se dio, por ejemplo, en el caso de las naftas o de las cocheras. YPF ajustó sus combustibles más de un 20% sólo en lo que va del año», aseguró.
Para comprobar qué tan fuerte es el abaratamiento relativo de los vehículos, iProfesional consideró los precios desde 2010 hasta la actualidad, tomando como referente al Volkswagen Gol, uno de los modelos más vendidos del mercado argentino.
Los resultados impresionan: cuando se lo compara con la evolución del salario -el ingreso neto medido por el Indec para los trabajadores del sector privado- se llega a la conclusión de que mientras hace tres años se necesitaban 12,6 sueldos para adquirir el Gol Power de cinco puertas, ahora solamente se requieren de 8,9 salarios.
Un abaratamiento de 30% en términos de sueldos, en apenas tres años, es algo que ocurre muy pocas veces, por más fuerte que sea el proceso de aumento real de los ingresos.
Pero más claro aún resulta el tema cuando se considera el valor de los autos medidos en dólares al tipo de cambio «blue».
En 2010, época pre-cepo, el mismo Gol costaba u$s11.848.
En 2012, con brecha cambiaria en ascenso, se redujo a u$s9587.
Hoy día, con un blue cercano a los $9,00, la cifra cayó a u$s7.570.
En otras palabras, para quienes disponen de dólares ahorrados, este auto se abarató cerca de un 35% respecto de su precio de hace poco más de dos años y alrededor de un 20% en relación con el período pasado.
Esta situación de autos más accesibles al bolsillo se ha hecho evidente en otro segmento: el de los importados.
Ante los ojos de los particulares, los 0km traídos del exterior aparecen como insólitamente baratos.
Es así que, mientras las ventas generales de autos nuevos han subido un promedio de 8% en lo que va del año, respecto de igual período de 2012, cuando se consideran sólo los números de los vehículos de lujo los números son muy distintos.
Tomando en cuenta sólo marcas como Audi, Mercedes Benz, BMW, Porsche, Smart y otros de alta cotización, los patentamientos en 2013 aumentaron un impresionante 44%.
Más aun. El año pasado el aumento de los autos nuevos fue de un 16% aproximadamente. Esto se dio en un contexto en el que la inflación real llegó al 25%.
Para 2013 se estima que la suba estará en el orden del 18%. Es decir, unos seis o siete puntos por debajo del índice inflacionario.
Cocheras, nafta y seguros aceleran más rápido
Por otro lado, los gastos asociados a un vehículo se mueven al alza de una manera mucho más rápida.
En el caso de las naftas, hay que destacar que en lo que va del año prácticamente no ha pasado un mes sin que alguna de las principales petroleras haya decidido «retocar» las tarifas de los surtidores.
El último ajuste tuvo lugar hace pocos días y se «derramó» a todas las estaciones de servicio.
Fue del orden del 4%. Así, el nuevo valor de la súper quedó en torno a los $7,50 en los puntos de expendio de la Ciudad. Aunque en otros lugares esa cifra ya ronda los $8.
Según precisaron a iProfesional desde la consultora Abeceb.com, YPF ya elevó sus combustibles en el primer semestre más de un 22%.
En tanto, durante la primera mitad del año las cocheras de Capital Federal incrementaron sus tarifas entre un 25% y un 30%, con lo cual en barrios como Recoleta, Palermo o Belgrano el precio merodea los $1.000 mensuales.
Ya en puntos como Caballito, Congreso, Balvanera, Flores o Villa Urquiza, esta cifra se acerca a los $800 por mes.
¿Qué sucede con los seguros? «En compañías de primera línea, una cobertura de terceros completo -para un auto de $70.000- ronda los $450», señaló el representante de una compañía.
Afirmó que, en el caso de los 0Km, la mayoría de los particulares tiende a inclinarse por contratar uno contra todo riesgo, en cuyo caso las cuotas se ubican en la franja que va de los $500 a los $600.
En total, según el especialista consultado, el costo de los seguros aumentó un 30% en promedio en los últimos 12 meses, por la inflación, el robo y la siniestralidad, habiendo grandes diferencias entre una compañía y otra.
Así las cosas, mientras los autos vayan subiendo menos que otros precios, los gastos asociados irán «comiéndose» más rápido el valor que se pagó por un vehículo.
FUENTE: IPROFESIONAL.COM 02/09/2013