El Chevrolet Volt fue el auto del año en 2012, y se perfilaba como uno de los grandes "estandartes" de Chevrolet. Sin embargo, las ventas no siguiero
El Chevrolet Volt fue el auto del año en 2012, y se perfilaba como uno de los grandes «estandartes» de Chevrolet.
Sin embargo, las ventas no siguieron evolucionando como esperaba la marca, y hoy el modelo se convirtió en un símbolo de disputas entre Demócratas y Republicanos.
Las elecciones del año pasado y algunas medidas del gobierno de Barack Obama fueron las que llevaron al «estallido» social entre seguidores y detractores del modelo.
Por un lado, los del Presidente, ven al híbrido enchufable como un símbolo del resurgir de la industria automovilística estadounidense tras el crack de 2009.
Del otro lado, los liberales republicanos, critican ferozmente las políticas intervencionistas de ayudas estatales para fomentar la compra del Volt.
Las diferencias son tales que, como hiciera el candidato a las primarias Herman Cain, los ‘elefantes’ califican este automóvil como el «bebé de Obama», según Edmunds.com.
La división se traslada a las calles y en los últimos meses muchos conductores han llegado a ser objeto de vandalismo con ruedas pinchadas y otros esperfectos en sus Volt, ocasionados por grupos que no ven con buenos ojos que parte de esos autos hayan sido pagados con sus impuestos.
Una corriente que el presidente Obama sigue empeñado en impulsar, con propuestas como la de invertir parte del beneficio de los rendimientos del petróleo en el fomento de automóviles limpios, explica el diario español El Economista.
Mientras, desde General Motors, tratan de despojarse del estigma ideológico al que ha sido vinculado su modelo sin quererlo, insistiendo en la idea de que el coche no es político.
A pesar de que tras la victoria de Obama en las elecciones presidenciales la polémica en torno al Volt se ha ido diluyendo poco a poco, la cuestión sigue latente en el fondo: los republicanos más radicales rechazan que cada comprador reciba una ayuda estatal de u$s7.500 sólo por tratarse de un eléctrico y defienden que no es más que una campaña del presidente para que el éxito de aquél le eleve como la figura que supo reconducir la industrial del motor estadounidense.
Pero lo cierto es que, de momento, el Chevrolet Volt, con las incesantes polémicas que le rodean y unas ventas de poco más de 23.000 unidades vendidas en todo el mundo en 2012, dista mucho de ser un motivo de orgullo más allá de para General Motos; sobre todo cuando el gigante de Detroit logró obrar el milagro de la recuperación en 2011.
FUENTE: IPROFESIONAL.COM 17/04/2013