El principal problema de la entrada a un banco de niebla es la pérdida de visibilidad. Para evitar accidentes es necesario tomar algunos recaudos. En
El principal problema de la entrada a un banco de niebla es la pérdida de visibilidad. Para evitar accidentes es necesario tomar algunos recaudos.
En primer lugar, uno de los factores de mayor peligro que se le presentan al conductor que ingresa a un banco de niebla es que sus sentidos y su estilo de manejo se encuentran adaptados a un determinado entorno; pero cuando éste varía, el conductor sigue manejando de la misma forma en que lo venía haciendo hasta un rato antes. Ésta es una de las razones por las cuales los accidentes se generan, habitualmente, en los instantes inmediatos al ingreso al banco de niebla.
El primer consejo es disminuir la marcha. Para saber cuál es la velocidad justa a la que se debe circular, hay que prestar atención a las señales en forma de «V» invertida que se pintan sobre el asfalto, separadas cada 40 metros, en las rutas donde suele afincarse la niebla. Si el conductor logra ver apenas una de estas señales, significa que tiene que ir a 40 km/h. Si las condiciones de visibilidad le permiten ver dos de estas «V» invertidas, puede circular a 60 km/h.
Un estudio realizado por CESVI Argentina añade una serie de recomendaciones adicionales, como encender las luces bajas (que de por sí son de uso obligatorio en rutas) y las luces antiniebla, si el vehículo las posee. Las luces altas no deben encenderse, porque pueden provocar un efecto «espejo». Es decir, producen deslumbramiento y se acorta aún más el campo visual.
Tampoco hay que detenerse sobre la banquina. Esta actitud puede ser fatal, ya que las banquinas son las vías de escape ante un choque en cadena -posibilidad que aumenta en casos de niebla-.
Quien elija detenerse, debe hacerlo en un lugar más apartado y seguro, preferentemente a una buena distancia del banco de niebla y con las luces apagadas para no confundir a otros automovilistas.
En caso de seguir viaje, se aconseja circular sobre la derecha de la cinta asfáltica y no sobrepasar a otros vehículos. Si la situación lo vuelve imprescindible, considerar los riesgos de la maniobra.
Además, CESVI indica que la mejor distancia a guardar respecto de los vehículos de adelante es aquella que estando lo más lejos posible permite mantener el contacto visual, guiándose por las luces traseras.
Otras recomendaciones son: mantener el parabrisas limpio permanentemente y circular con las ventanillas abiertas para escuchar los sonidos provocados por otros automóviles, como frenadas bruscas o impactos.
FUENTE: AMBITO.COM 03/04/2012