Brasil compra menos, hay más 0km en concesionarias argentinas

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Brasil compra menos, hay más 0km en concesionarias argentinas

Tiempos de cambio está viviendo la industria automotriz: de verse seriamente golpeada por dos crisis a la vez, de la mano de un Brasil que demanda men

Tiempos de cambio está viviendo la industria automotriz: de verse seriamente golpeada por dos crisis a la vez, de la mano de un Brasil que demanda menos y de un mercado interno que no estaba respondiendo, el negocio está mostrando, al menos, un leve punto de inflexión.
Mientras que el país vecino se está convirtiendo en un mayor lastre, producto del debilitamiento histórico del real y del desplome de su economía, noticias un poco más alentadoras llegan ahora para el plano doméstico.
Fuentes vinculadas con la cámara de concesionarios adelantaron a iProfesional que septiembre, luego de dos meses consecutivos con tasas de variación negativas, está volviendo a mostrar números auspiciosos en cuanto al nivel de ventas.
“El ritmo diario de patentamientos está arrojando un crecimiento que va del 5% al 10% en relación con el mismo mes de 2014”, aseguró un empresario del sector que pidió estricto off the record.
Para las agencias, de confirmarse esta tasa positiva, marcará ese cambio de tendencia que tanto vienen necesitando para transitar la última etapa de un año muy difícil.
Cabe destacar que las ventas de 0Km acumulan una fuerte caída del 14% durante los ocho primeros meses del año. El último dato oficial corresponde a agosto, mes en el que los patentamientos acusaron una baja del 6%.
Menos exportaciones, más stock
¿A qué se debe esta incipiente recuperación en el plano doméstico? El mayor dinamismo que está adquiriendo el mercado local básicamente está explicado por un factor clave: hay más unidades en stock en los salones de venta.
Esto, por supuesto, no es una consecuencia de que el Gobierno les haya habilitado a las terminales un mayor nivel de divisas para “bancar” importaciones.
Por el contrario, desde hace varias semanas el Banco Central viene recortándoles el cupo a las automotrices, muchas de las cuales se vieron obligadas a pedir una extensión de las líneas de crédito a sus casas matrices y proveedores del exterior, ya sea para poder contar con unidades para la venta como para ingresar autopartes.
La razón por la cual en septiembre se incrementó levemente el stock de autos obedece al doble impacto que está ejerciendo Brasil sobre la industria nacional:
• Compra menos, a raíz de la fuerte caída en el consumo.
• El real se devaluó un 50% en el año y dificulta los envíos.
Como las exportaciones se están desplomando, las automotrices argentinas están intentando reorientar ese inventario sin vender hacia el mercado doméstico. Esto está ayudando a achicar los largos plazos de demora que se venían registrando en algunos modelos.
Si bien la falta de inventario sigue siendo una de las principales razones por las cuales se ve limitada la demanda –con plazos de entrega pactados, en muchos casos, para enero o febrero de 2016-, en las agencias destacan que, para determinadas marcas, de a poco se fueron descomprimiendo los tiempos.
A esto se suma que, en el tramo final de cara a las urnas y con un blue orillando los $16, más particulares muestran interés en cerrar la compra de una unidad.
Este comportamiento de “cobertura” está explicado por los crecientes pronósticos de que, tras el cambio de Gobierno, sobrevendrá una corrección cambiaria.
Entre los argentinos todavía está fresco en la memoria el recuerdo de lo que sucedió en enero de 2014. Tras el salto del dólar, los precios de los 0Km se dispararon y acumularon una suba promedio del50% a lo largo de todo el año pasado.
En este combo que incluye un redireccionamiento de la oferta al mercado doméstico y más compradores tratando de apurar el cierre de operaciones ante un eventual ajuste del tipo de cambio, las automotrices están revisando sus números para 2015.
Y así como redujeron sus previsiones de exportaciones hacia Brasil, están consignando números más optimistas para el mercado doméstico.
Cabe destacar que en junio, la industria planteaba dos escenarios:
• Uno “pesimista”, que iba a regir si el Gobierno continuaba con su estrategia de retacear dólares. En ese caso, se preveían patentamientos por apenas 570.000 unidades, unas 113.000 menos que en 2014 (desplome del 17%).
• Uno “optimista”, que podía plantearse únicamente con un BCRA más “generoso” en el último tramo del año a la hora de entregar divisas. Aun así, los empresarios del sector no se ilusionaban con un número mayor a las 600.000 unidades.
Sin embargo, un derrumbe de la demanda brasileña mayor al esperado y el consecuente redireccionamiento de la producción, ahora hace prever que a lo largo de 2015 se podrán vender más de 615.000 autos (ver cuadro).
No es un número para festejar, por cierto, dado que implicará una caída del 10% respecto de los niveles del año pasado, al tiempo que marcará el registro más flojo desde 2009.
Sin embargo, es una cifra positiva por el hecho de que, hace pocos meses, ni en los planteos más optimistas se esperaba alcanzar esa marca.
Cómo Brasil juega en contra
La mala performance de la economía brasileña –que perdió la categoría de Investment Grade por parte de Standard & Poor´s-, se está reflejando en un menor nivel de compras.
Un informe de Fenabrave –entidad que nuclea a los concesionarios de la nación vecina-, prevé que las ventas de 0Km en esa nación van camino a desplomarse un 23%.
Esta nueva estimación refleja en qué medida se están viendo sacudidas y desorientadas las propias empresas brasileñas, ya que esa misma entidad era la que en enero había pronosticado que los patentamientos no sólo no iban a caer sino que podían llegar a crecer respecto a 2014.
Puesto en números, las terminales brasileñas apuntan a comercializar en ese país unos 2,5 millones de autos, casi 800.000 unidades menos que en el período anterior (ver cuadro).
¿Cómo impacta esto en las terminales nacionales? Los directivos de las automotrices locales no dudan en calificar el año como “malo” en términos de exportaciones.
Las estimaciones que se están manejando trazan un escenario con un derrumbe de ventas a ese destino cercano al 30%.
En concreto, se espera que a lo largo del año las compañías locales despachen a las tierras de Dilma Rousseff apenas 220.000 unidades, unas 83.000 menos que durante 2014.
Por cierto, la devaluación del real tampoco está ayudando. Según Miguel Ángel Boggiano, economista y docente de la Universidad de San Andrés, la depreciación de esa moneda, que cruzó el umbral de las 4 unidades por dólar “es un grave problema para la Argentina, ya que Brasil es el principal destinatario del 20% de nuestras exportaciones”.
“Como lo que más le vendemos son autos, en lo inmediato van a aumentar los despidos en la industria automotriz argentina y también se verán suspensiones. Simplemente porque nos estamos volviendo cada vez más caros para ese país”, argumentó el experto.
Algo de esto ya vaticinó el presidente de Mercedes Benz Argentina, Joachim Maier, quien reconoció públicamente que será «inevitable» suspender personal por el menor dinamismo del mercado vecino.
«Nos preocupa mucho Brasil. Allí la empresa tiene más de la mitad del inventario parado», afirmó el directivo.
Para Boggiano, como la devaluación del real se da en un contexto en el que no paró de profundizarse el atraso cambiario en el plano doméstico, la Argentina hoy tendría que tener un dólar oficial cercano al blue para estar en idéntica situación con Brasil que hace un año. Un Brasil que, sólo en estos últimos doce meses, debilitó su moneda en algo más de un 70%.
En este contexto, días atrás se conoció que Fate, el mayor fabricante de neumáticos del país, inició paradas de producción de un día y medio que se prolongarán a lo largo de tres meses debido al exceso de inventario a raíz de las menores compras del país vecino.
Otra compañía que opera con problemas es la autopartista Lear, que produce cables para varias terminales. Hasta mediados de octubre, la firma suspendió a 177 empleados, el 20% de su plantilla.
La producción no repunta
Por cierto, las concesionarias serán las más beneficiadas por los mayores patentamientos, dado que se espera que puedan recuperar un poco sus inventarios y que un mayor flujo de compradores circule por sus salones de ventas.
En cambio, para las terminales, el leve incremento que se está dando en el plano doméstico no ayudará a compensar el importante desplome que les está propinando Brasil, que se había convertido en el destino del 50% de la producción.
Así las cosas, la estimación que manejan en la industria es que en 2015 se fabricarán unos 560.000 vehículos.
De confirmarse, esta cifra implicará unas 270.000 unidades menos que el récord alcanzado en 2011 y una baja del 10% respecto de los niveles del año pasado.
Así las cosas, este leve cambio de tendencia en materia de ventas no termina por despejar los nubarrones de la crisis.
Incluso, para los directivos de ACARA, el momento actual que debe atravesar el sector, signado por la falta de dólares, es todo un llamado de atención de cara al 2016, cuando esté en el poder un nuevo Gobierno.
“Si no hay más stock, es imposible pensar en que el año próximo podremos incrementar los patentamientos. Y si hay algún margen para crecer, tampoco va a ser explosivo”, concluyeron.

FUENTE: IPROFESIONAL.COM 01/10/2015