Los autos eléctricos llegaron al país

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Los autos eléctricos llegaron al país

Los autos eléctricos ya no son cosa del futuro lejano. Ya circulan en distintas partes del mundo como opción a los coches propulsados por combustible

Los autos eléctricos ya no son cosa del futuro lejano. Ya circulan en distintas partes del mundo como opción a los coches propulsados por combustible fósil. Sus ventajas son variadas. La más importante es que en su funcionamiento no emiten dióxido de carbono, de ahí las siglas ZE de Renault en sus productos impulsados con esta tecnología, por emisiones cero (zero emissions, en inglés).

Otras marcas buscaron por el lado de las células de combustible, con los híbridos o con los de hidrógeno. Pero Renault es una de las automotrices que se especializó en el desarrollo de los coches eléctricos cuando, hace unos años, la industria tomó conciencia de la necesidad de buscar energías alternativas para el funcionamiento de los automóviles. Y ahora corre con ventaja, y ya unos 100 mil vehículos eléctricos que circulan por las calles del mundo tienen el rombo en la trompa.

Ese plan de Renault comenzó con un anuncio hecho en 2009, y en 2012 ya estaba comercializando el Fluence ZE, adaptado a partir del auto de motor de combustión interna. Lo mismo hizo con el Kangoo, pero sus objetivos eran tan vanguardistas que también se animó a diseñar dos vehículos exclusivamente eléctricos, el Zoe y el Twizy.

La llegada de los autos eléctricos a Sudamérica es de la mano de Renault, que ya tiene unidades circulando en Brasil, Uruguay y Chile, donde forman parte de flotas de distintas empresas. Eso mismo es lo que la marca intentará replicar en nuestro país, y para anunciarlo invitó a la prensa a conducir las dos versiones del Kangoo ZE (uno corto y otro largo), vehículo que será ofrecido a diferentes compañías.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que Renault ya firmó un acuerdo con Enel-Edesur para la provisión de las instalaciones necesarias para la recarga de los vehículos. Si bien estos se pueden recargar enchufándolos a cualquier toma de nuestras casas, para hacerlo de manera más rápida es necesaria una “wall box” o caja de pared, cuyo costo es de 1.200 dólares y que puede reducir el tiempo del proceso de 10 a cuatro horas. Pero los aparatos verdaderamente poderosos son los que se utilizarían en los puntos de carga públicos, que con una tensión de 380 volts realiza la carga completa en una hora o completa el 80% de la batería en la mitad de ese tiempo.

El Kangoo ZE que pudimos conducir en el circuito KDT de Buenos Aires tiene todas las comodidades de la versión de carga convencional. Es que sus baterías, de ión-litio, están acomodadas debajo del piso. Todo lo demás es igual o muy similar. Por ejemplo, tiene una palanca de cambios como la de los autos automáticos, y también dos pedales: acelerador y freno. Tiene una llave de contacto pero, al girarla, nada parece suceder. Lo único que indica que el auto está encendido es la palabra “Go” en el tablero, no hay ruido alguno.

Para arrancar, hay que pisar el freno, colocar la palanca en “D” (la caja tiene una marcha única) y después accionar el acelerador, como en cualquier coche automático. El sonido del motor es un zumbido muy agudo y casi imperceptible, y lo primero que llama la atención es que acelera muy bien. Es que un motor eléctrico dispone del toque ideal de forma inmediata, es decir que empuja parejo desde cero. Por ejemplo, el Kangoo ZE tiene un par motor de 226 NM y una potencia de 60 CV, y es capaz de viajar sin problemas a 130 km/h.

Al soltar el acelerador, el propulsor eléctrico actúa como freno motor natural, y es en ese momento que el sistema empieza a recuperar energía. En este tipo de autos, la eficiencia en el proceso de convertir la energía eléctrica en cinética (es decir, movimiento) es de un 88%, contra el 25% en los coches convencionales. Es que se reduce enormemente la fricción, porque tiene una sola parte móvil, el rotor bobinado, contra las más de 20 de un motor de combustión interna.

La gran pregunta es cuánto gastan estos autos. En una presentación que tuvo también la participación de Thierry Koskas, presidente de Renault Argentina, se dieron detalles comparativos entre un auto eléctrico y otro convencional. La placa mostraba que, con la nafta a un precio de $11,5 y un consumo promedio de 10 l/100 km, el costo en combustible es de $1.150 cada mil kilómetros recorridos. En cambio, con una electricidad a 49 centavos cada kWh y un consumo de 0,155 kWh/km, un coche eléctrico estaría recorriendo esa distancia requiriendo apenas $76, menos de un 7 por ciento que con el motor de combustión interna. Cada 20 mil kilómetros serían $1.520 contra $23.000.

Habría que ver cuáles serían los precios de estos autos. Renault no los informó oficialmente, pero pudimos deducir, por alguna conversación extraoficial, que podrían estar en el orden de los 400 mil pesos. Es más del doble del precio del tope de gama del Kangoo convencional, pero lo cierto es que los coches eléctricos ahorran por el lado del mantenimiento, ya que no tienen sistema de refrigeración de motor, filtros de aceite o de nafta, bujías ni correas de distribución. Además, las baterías tienen una vida útil de más de 10 años y tienen un valor residual por ser reciclables.

Hay varias incertidumbres, pero los autos eléctricos parecen ser la solución ideal para el tránsito urbano del futuro (su autonomía rondaría los 100 kilómetros). Otra cosa cierta es que ya llegaron a la Argentina, algo que hace unos años parecía improbable. Por ahora, están en fase de homologación, pero no es descabellado imaginarlos circulando por las calles de nuestro país antes de lo esperado.

FUENTE: DEAUTOS.COM 30/06/2014