Realidad cambiante. Hasta fines del año pasado, los compradores de autos debían esperar meses para acceder a su 0 km debido a la sostenida demanda. Es
Realidad cambiante. Hasta fines del año pasado, los compradores de autos debían esperar meses para acceder a su 0 km debido a la sostenida demanda. Esas demoras eran una pieza desagradable de un negocio floreciente. Hoy la situación es bien distinta. Ante la caída de ventas, que en marzo se ubica entre el 30% y el 40%, las terminales y concesionarias tienen ahora que buscar a los clientes.
Es por eso que en los últimos días prolifera todo tipo de incentivos para alentar la demanda. Bonificaciones por pago al contado, tasas subsidiadas, cuotas fijas en pesos y demás acicates.
Después de la devaluación de enero se produjo una fuerte suba de tasas, que las llevó por encima del 40%. Con ese salto, los planes de financiación se frenaron. Se estima que del 25% de operaciones a crédito que realizaban en promedio las diferentes marcas se pasó ahora a menos del 20%.
Por ese motivo, las automotrices lanzaron fuertes subsidios a su planes de financiación y ofrecen tasas que rondan el 12%. Teniendo en cuenta que la inflación de este año superará el 30% y los aumentos de paritarias se ubicarán cerca de ese nivel, endeudarse para comprar un 0 km surge como un buen negocio. Durante 2012 y comienzos de 2013, cuando el mercado se encontraba sólido y estable, la tasa de financiación se ubicaba en el orden del 20% con un costo financiero total del 25%.
La estrategia de cómo implementar ese subsidio varía según la marca. En algunos casos, la terminal se hace cargo del costo total del subsidio y en otros lo reparte con la concesionaria. En general, se financia hasta el 70% del valor del auto con plazos promedio de 40 meses.
Pero también hay bonificaciones por el pago al contado, que se ubican entre el 5% y el 10% del valor de la unidad. Esto, en la práctica, significa atenuar la suba de precios que se produjo tras la devaluación, que en algunos casos llegó al 30%.
También en los planes de ahorro previo se aplican incentivos.
Como este sistema se basa en dividir por determinada cantidad de cuotas el precio del 0 km, su principal atractivo es que no tiene costo de financiación. La cuota aumenta en la medida en que aumenta el vehículo. Ante el estallido de los precios en los últimos meses, en algunos casos se ajustó el pago mensual por debajo de lo que tendría que haber sido y se prorratea la diferencia en futuros pagos.
Estos incentivos se suman a los lanzados por las marcas de alta gama a raíz del aumento de los impuestos internos que paralizó las ventas.
En esos casos, se pueden ver las promociones más disparatadas. Por la compra de un modelo alcanzado por el impuesto -que pasó a valer $ 800.000- se regala una pick- up que cuesta $ 200.000. Otro ejemplo de la difícil situación es una marca premium que ofrece descuentos de hasta u$s 80.000 a sus clientes.
FUENTE: AMBITO.COM 19/03/2014