Duro golpe a las 4×4: una veintena de marcas y más de 170 versiones quedarán afectadas por el impuestazo

HomeNoticiasActualidad

Duro golpe a las 4×4: una veintena de marcas y más de 170 versiones quedarán afectadas por el impuestazo

La decisión del Gobierno de avanzar con un "impuestazo" a los 0km de alta gama implicó un muy duro revés para una industria que, durante años, fue pre

La decisión del Gobierno de avanzar con un «impuestazo» a los 0km de alta gama implicó un muy duro revés para una industria que, durante años, fue presentada como un «caso de éxito» del modelo K.
Con ventas récord, un largo listado de lanzamientos en carpeta y una coyuntura que permitía esperar que más argentinos continúen destinando sus pesos a la compra de un 0Km, las compañías del sector pronosticaban una nueva marca histórica en materia de patentamientos.
Incluso, muchos directivos de automotrices ya se regodeaban con la posibilidad de superar, por primera vez, la marca del millón de unidades vendidas.
Sin embargo, el inminente «impuestazo» -que no será tratado este jueves y que podría ponerse en práctica a partir del 18 de diciembre-, terminó por hundir todas estas proyecciones.
Sucede que la aprobación del proyecto de ley que encarecerá los vehículos nuevos de alta gama será un duro golpe para las compañías.
En este sentido, los expertos alertan que habrá marcas que sufrirán derrumbes en el nivel de ventas que irán del 20% al 50%, dependiendo de la «exposición» que sus modelos tengan a este tributo.
Uno de los segmentos más comprometidos por el «impuestazo» será el de los SUV, el cual «explotó» en los últimos años de la mano de una catarata de lanzamientos y por la fuerte competencia desatada en el mercado.
El segmento de los SUV está conformado por las camionetas 4×4, aunque también hay versiones con tracción simple. Y por sus niveles de precios, estos vehículos estarán entre los más castigados por la polémica medida.
De hecho, se estima que más de 170 versiones de 19 marcas recibirán el «mazazo tributario» que podría dejarlas fuera de plaza, como sucede con modelos de Land Rover o Jeep, por citar sólo algunos ejemplos.
El fin del boom
El segmento de las SUV venía creciendo a tasas chinas en los últimos años, con un acumulado de los patentamientos del 20% en los primeros 10 meses de 2013, 9 puntos por encima de la variación registrada por los autos.

Este «furor» por las camionetas se hace más evidente al analizar los últimos cinco años: mientras que en el período 2008-2012 las camionetas se habían «adueñado» de un 5% promedio de las ventas totales, este último año su participación se había disparado por encima del 30%.
Es decir que dejó de ser un «nicho» para convertirse en un negocio altamente rentable y demandado por los argentinos.
Las marcas hicieron lo propio y acompañaron la evolución con el lanzamiento de nuevos modelos y versiones más competitivas. Es el caso de Ford, que presentó la Kuga 4×2, con un precio más accesible.
Por otro lado, algunas automotrices que no participaban de este mercado advirtieron las ventajas de este segmento y recientemente desembarcaron con productos propios, como por ejemplo Citroën y Peugeot, que sumaron la C4 Aircross y la 4008, respectivamente.
Sin embargo, la irrupción de este impuestazo significará un «fin de fiesta».
De hecho, desde la cámara que nuclea a importadores de vehículos advierten que prácticamente todas las compañías que operan en la Argentina «se verán afectadas».
En total son 19 marcas, las cuales comprenden a los SUV de todas las automotrices de alta gama, como Mercedes Benz, BMW, Audi y Porsche, y a casi la totalidad de las llamadas generalistas, desde Ford, Chevrolet, Peugeot y Renault hasta Toyota y Honda, entre otras.
El listado de las afectadas es el siguiente:
Audi
BMW
Chevrolet
Dodge
Ford
Hyundai
Honda
Kia
Jeep
Land Rover
Mercedes Benz
Mitsubishi
Nissan
Porsche
Peugeot
Renault
Ssangyong
Toyota
Volkswagen
En total son 171 versiones las que tendrán que ajustar al alza sus precios en los próximos días.
La última modificación del proyecto indica que la alícuota será de 30% para los modelos que salen de fábrica o llegan al país a $170.000, mientras que ascenderá al 50% para los 0km por encima de $210.000.
Claro que estas alícuotas, en términos reales, serán de más del 40% y cercanas al 100%, respectivamente, por la propia naturaleza del tributo.
De acuerdo con un informe de la Cámara de Importadores de Autos, el resultado será una disparada de precios de más del 80% del valor al público de una gama de productos como los SUV medianos (CRV, RAV4, Tucson, Sportage, Forester, Outlander), que son el eslabón siguiente a los SUV regionales de entrada de gama, como las Ecosport, Tracker, Duster.
Esto, claramente dejará fuera de carrera a numerosos modelos que venían trepando posiciones entre las preferencias de los compradores argentinos.
Este tributo, además, provocará un enorme desfasaje en los precios, que llevará a la creación de una brecha que llegará a la friolera de $200.000 entre modelos similares, sólo por el hecho de que una versión incluya caja automática o asientos de cuero.
Tal es el caso del modelo Compass de Jeep, del cual actualmente se comercializan dos versiones: la más básica, que pasaría a estar alcanzada por la alícuota del 30% y una más equipada, a la que le pegaría de lleno la tasa más elevada.
Esto generaría que la brecha actual, que hoy apenas es de u$s5.000, se dispare a punto tal que le resultará difícil a la compañía mantener la comercialización de esta versión en la Argentina.
Algo similar sucede con el modelo Journey, de Dodge, también perteneciente al Grupo Chrysler. Este SUV cuenta con versiones alcanzadas por las dos alícuotas, lo que dificultará sobremanera la venta de las más equipadas.
Cabe destacar que Dodge no está transitando su mejor año en la Argentina. Por el contrario, en lo que va de 2013 sus ventas se desplomaron más del 20% respecto del período anterior.
Además, junto con Honda, son las únicas dos marcas que registran tasas de variación negativa, en un mercado donde operan cerca de 30 compañías. De modo que el «impuestazo» son pésimas noticias para la firma de origen estadounidense.
En el caso de las marcas generalistas, las versiones que quedarán «exentas» de la medida o a las que se les aplicará el 30% de recargo serán las 4×2 o algunas pocas opciones 4×4 base.
«El comprador que está dispuesto a gastar más de $250.000 o $300.000 en un vehículo, no se conforma con un nivel de equipamiento pobre, ya que este segmento en particular se caracteriza por incluir numerosos opcionales como puede ser un navegador o asientos de cuero, los cuales suben el valor del producto», aseguraron desde una de las agencias Toyotas líderes de Buenos Aires.
En cuanto a las estrategias que encararán las marcas generalistas, una de ellas sería comercializar únicamente las pocas versiones que queden fuera del «impuestazo» o bien evitar los agregados de lujo para reducir su precio, decisiones que impactarán en la calidad del producto.
Entre las firmas de alta gama la situación es diferente. En general, las premium ofrecen productos con nivel de equipamiento base y luego el comprador va «personalizando» su vehículo, encareciendo el valor final. En este caso, dados los altos precios de los vehículos son pocas las chances que tienen las marcas para escapar del tributo.
Las privilegiadas
Tras la noticia que afecta seriamente a todas las marcas que comercializan SUV del segmento medio, aparece un grupo de «privilegiadas» que podrían aprovechar la medida del Gobierno para seguir ganando terreno.
Se trata de los modelos más chicos, los cuales no sólo ganan participación en el mercado sino que también cuentan, cada vez, con más competidores.
Entre estas unidades se destacan la Ford EcoSport, Renault Duster y Chevrolet Tracker. Además, muchos compradores también evalúan, como parte del segmento, a la Citroën C3 Aircross o Volkswagen CrossFox, las cuales amplían aun más el panorama.
Las tres primeras son las que lideran las ventas del segmento de SUV chicos, los cuales tienen un nicho de consumidores altamente fidelizados.
Dichos modelos se encuentran, en su totalidad, por debajo de los $200.000 de precio al público, por lo cual podrán seguir apuntalando ventas y, al mismo tiempo, aspirar a ganar clientes de los segmentos más altos.
Desde las automotrices los ven como una «buena escapatoria» a los cambios en las reglas de juego, aunque no dejan de advertir las diferencias entre los consumidores de cada subsegmento.
Por un lado, entre los que eligen los SUV chicos, el 85% compra las versiones con tracción 4×2.
Esto deja en evidencia que la mayoría de los clientes no buscan prestaciones especiales a la hora de conducir, sino que se trata de una categoría muy «aspiracional», es decir que son compras motorizadas por aquellos que soñaron con una 4×4 por una cuestión estética y la destinan a usos «urbanos».
Por el otro, están los clientes de los SUV medianos y grandes, de los cuales el 50% elige 4×4, y las usan para escapadas de fines de semana y para transitar caminos off road, por lo cual demandan doble tracción.

El escenario que viene
En el actual contexto, los lanzamientos anunciados para 2014 en estos momentos están freezados. Las marcas ya están evaluando el costo-beneficio antes de armar toda la logística para sumar un nuevo producto.
Entre las que sí confirmaron presentaciones para el próximo año se encuentra Porsche con el modelo Macan, un SUV chico que fue creado recientemente por la firma cuyo valor será menor al del resto de los modelos.
Honda y Hyundai, por su parte, están desarrollando nuevas versiones para competir en el segmento de los más chicos, que podrían tener un valor inferior a los $170.000 de fábrica.
En tanto, otras marcas tienen en sus planes restyling, los cuales se irán adaptando a las nuevas reglas del mercado.

FUENTE: IPROFESIONAL.COM 09/12/2013