Como ocurrió con el Impuesto a las Ganancias, donde la falta de actualización del mínimo no imponible hizo que los salarios medios se vieran alcanzado
Como ocurrió con el Impuesto a las Ganancias, donde la falta de actualización del mínimo no imponible hizo que los salarios medios se vieran alcanzados por ese tributo -concebido para gravar a los ingresos más altos-, la inmovilidad de la base a partir de la cual los vehículos están alcanzados por los impuestos internos puede provocar que a partir de 2014 los autos de gama media, incluidos algunos de producción nacional, queden alcanzados por ese tributo, al que también se lo conoce como «impuesto al lujo».
Esta situación preocupa a las concesionarias y a las terminales de autos por el impacto que tendría sobre las ventas en el mercado local, cuyo boom en los últimos meses ha permitido compensar la baja en las exportaciones.
«Lo de los impuestos internos es un tema serio. Si la base se mantiene en el nivel actual va a alcanzar a toda la gama media», dijeron en una terminal. «Hasta que definan cómo van a quedar los impuestos internos no podemos prever cómo van a ser las ventas el próximo año», señaló un referente de los concesionarios al matutino La Nación.
Desde 2001 se viene suspendiendo la aplicación de los impuestos internos sobre los vehículos cuyo precio -antes de impuestos y del margen del concesionario- esté por debajo de un umbral que se define cada año. En 2011 ese umbral fue de $212.500 y en 2012 se lo redujo a $150.000; ese mismo valor se mantuvo este año. Eso significa que en la actualidad los autos cuyo precio antes de impuestos y del margen del concesionario es de al menos $150.000 están sujetos a una tasa de 12,5%, en el caso de los vehículos gasoleros, y de 10% para los demás.
Por la suba de los precios de los autos -que en el sector resaltan que ha sido menor que la suba de los salarios y de la inflación general-, si el próximo año se mantiene sin cambios el valor a partir del cual los autos están alcanzados por el impuesto interno, el tributo alcanzaría a modelos de gama media, incluidos algunos que se fabrican en el país, como el Peugeot 408, el Ford Focus o el Renault Fluence. En el sector explicaron que el principio detrás del valor mínimo sobre el cual se aplica el impuesto es, justamente, no afectar a la producción nacional.
Algo que el Gobierno debe definir entre fines de diciembre y principios de enero- haría que el impuesto interno abarque un universo cada vez mayor de modelos, «incluyendo algunos que no serían de gama alta sino de media, algo parecido a lo que pasa con el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias».
El impacto del impuesto sobre el precio final de los vehículos no es menor. Un auto a nafta cuyo precio antes de impuestos y del margen del concesionario está justo por debajo de $150.000 tiene un precio de venta que ronda los $205.000, mientras que un auto con un precio de fábrica de $151.000 se vende, aproximadamente, a $230.000. En los gasoleros, la diferencia es aún mayor.
La incertidumbre del sector automotor no se limita a lo que el Gobierno decida hacer con los impuestos internos. Los rumores sobre un eventual impuesto a los bienes suntuarios, entre ellos autos de alta gama, también podrían alterar el panorama, si bien en un segmento minoritario del mercado.
En ese sentido, la reciente decisión oficial de profundizar los controles en las ventas de vehículos de $350.000 o más, con el argumento de combatir el lavado de dinero, prendió la luz de alarma en el sector.
El dueño de una importante concesionaria también encontró una relación directa entre los nuevos controles y las urgencias del Gobierno por evitar la salida de divisas. En su opinión, esos controles y la posibilidad de que no se modifique el mínimo de los impuestos internos (que él definió como un «miedo bastante certero») harán que los patentamientos, que en lo que va del año acumulan una suba de 13%, caigan entre 10 y 15% en 2014. «Y ni hablar si traban las importaciones», dijo.
Hernán Dietrich, de la concesionaria Dietrich, se muestra más optimista. Sobre un eventual impuesto a los autos de lujo, dijo: «No hay que negar el temor a ese impuesto, no sería beneficioso, pero afectaría a la punta de la pirámide». Y sobre el desempeño del sector en 2014, señaló que si los resultados son similares a los de 2013 o incluso un 5% menores, siguen siendo «muy interesantes».
FUENTE: IPROFESIONAL.COM 15/11/2013