Los primeros ocho meses del año le han dejado al sector automotriz cifras que son la "envidia" de otras ramas de actividad. Lejos de sentir el enfria
Los primeros ocho meses del año le han dejado al sector automotriz cifras que son la «envidia» de otras ramas de actividad.
Lejos de sentir el enfriamiento de la economía, registró un incremento en ventas del 9,6%, con proyecciones que hacen prever que se superarán los 920.000 patentamientos en el año.
Este boom viene acompañado por algunos cambios «históricos» para la actividad.
Por un lado, se han ido ampliando las posibilidades que encuentran los argentinos para llegar a su primer vehículo o renovar el que ya poseen.
Esto, producto de que, a diferencia de otro tipo de bienes, se han abaratado en términos de cantidad de sueldos promedio. También se han extendido las fronteras de financiamiento.
Además, se da que los modelos elegidos -que se refleja en los segmentos que más han venido creciendo- ya no son los mismos que los de otros años. Los «básicos» o de entrada de gama han perdido participación en el total, en pos de otros con mayores prestaciones.
Autos más baratos medidos en salarios
Es cierto que la falta de opciones de inversión (por ejemplo en ladrillos) ha contribuido a la expansión del sector, pero también es verdad que las automotrices se mantuvieron muy dinámicas en cuanto a ampliación de oferta.
Uno de los factores que le viene dando gran impulso a la actividad es que sistemáticamente los precios de los vehículos a lo largo de estos años han evolucionado muy por debajo de la inflación y de las subas salariales.
Según Gonzalo Dalmasso, de la consultora Abeceb.com, la relación «precios-salarios» se ha ido achicando año a año. Por ejemplo, para acceder a un 0km de valor intermedio, equivalente a unos $150.000 de hoy en día:
•En 2009 se requerían de unos 20 sueldos.
•En 2011 esa relación bajó a 17.
•En la actualidad, se necesitan «apenas» 15.
Vale decir que hoy día se precisa un 30% menos de ingresos que hace cuatro años.
Pero esto no es todo, si la comparación se realiza con un modelo de entrada de gama, cuya cotización es de entre $60.000 y $70.000, la cantidad de salarios se reduce aun más.
Por ejemplo, en el caso del VW Gol, esa relación ha bajado de casi 13 sueldos (2010) a unos 8,9 en la actualidad.
Un abaratamiento de 30% en términos de ingresos, en apenas tres años, es algo que ocurre muy pocas veces, por más fuerte que sea el proceso de aumento del poder adquisitivo.
Pero, más claro aun, resulta el tema cuando se considera el valor de los autos medidos en dólares al tipo de cambio «blue».
• En 2010, época pre-cepo, el mismo Gol costaba u$s12.000.
• En 2012, con brecha cambiaria en ascenso, se redujo a u$s9.600.
• Hoy día, con un blue a $9,40, la cifra cayó a u$s7.300.
En otras palabras, para quienes disponen de dólares ahorrados, este modelo de auto se abarató casi un 40% respecto de su precio de hace tres años y un 25% en relación con el período pasado.
«La relación es la más baja desde la década de los ’90, y eso cambia la percepción del consumidor en relación con los autos», explica Dalmasso.
Más financiamiento y cuotas sin interés
La posibilidad de comprar un 0Km en «cómodas» cuotas -con un interés incluso por debajo de la inflación- también contribuye a este boom de ventas, que parece no detenerse.
De acuerdo con un informe de ACARA, cuatro de cada diez vehículos adquiridos fueron apalancados con algún tipo de crédito, tanto en el segmento de los llamados livianos como en el de vehículos pesados.
Vale decir que de las 670.000 unidades patentadas a la fecha, unas 280.000 fueron vendidas a plazo, en cuotas pesificadas.
En este sentido, cobra relevancia el hecho de que un plazo fijo pague varios puntos menos que la inflación, de modo que éste también es un factor que juega a favor de los autos.
A esto se suman las atractivas tasas de interés que se ofrecen para los créditos prendarios y la disparada del dólar blue, que hace a que quienes tengan billetes verdes en el colchón y los conviertan a moneda local les signifique un importante descuento.
Las terminales, al igual que los bancos, también han lanzado atractivas propuestas: desde financiamientos a tasas hasta tres veces menores a la inflación real hasta planes de pago en 12 cuotas sin interés.
En cuanto a las opciones elegidas, casi el 40% se realiza a través de los planes de ahorro propuestos por las automotrices, el 30% vía el brazo financiero de las terminales y el resto por vía de los créditos bancarios.
La marca que presenta mayor cantidad de ventas financiadas es Fiat (61,5%), seguida por Chevrolet (48%) y Volkswagen (44%).
Bancos líderes del crédito prendario
Si bien el mercado es liderado por el Banco Nación (como en la gran mayoría de las líneas de préstamos), existe un conjunto de cinco compañías financieras que absorben nada menos que el 30% del total.
En cuanto a las cuotas que se deben pagar por un préstamo -por ejemplo de $30.000 a 36 meses de plazo- surge que el pago mensual se ubica en el orden de los $1.200 a los $1.500 según la entidad.
Quien desee comprar un auto a crédito se encontrará en muchos casos con un dato a favor: las distintas fuentes de financiamiento que son ofrecidas en forma simultánea por la mayoría de las concesionarias.
Productos más caros y mejor equipados
El incremento en las ventas de autos fue a su vez modelando otros cambios en el mercado, como el del mayor protagonismo de los vehículos más caros por sobre los de entrada de gama.
En la última década, los autos más baratos eran los que venían moviendo la aguja del sector. Así, el 65% de los patentamientos correspondieron a los autos del llamado «segmento B».
Sin embargo, en 2013 se está manifestando un cambio importante en cuanto a los «responsables» del crecimiento.
«Todos los segmentos han evolucionado favorablemente, pero el cambio en los motores de crecimiento del mercado se refleja en el patrón de ventas: los vehículos de gama media y alta le están ganando terreno a los económicos», destaca Dalmasso.
De acuerdo con las cifras de patentamientos de los primeros siete meses del año, el repunte en la comercialización muestra un dato sorprendente: el alza en los vehículos «base» ha sido del 2,2%, muy por debajo de los de gama media (14%), alta (22%), Pick up (28%) y SUV (30%).
De esta manera, la contribución al crecimiento del sector por segmento se modificó fuertemente en los primeros siete meses de 2013 respecto del período previo: este año ahora los de gama alta aportan un 15%, los de gama media un 37% y los del segmento bajo quedaron rezagados a un 11%.
Así las cosas, mientras el mercado se duplica y crece a niveles récords, el único segmento que pierde protagonismo en este 2013 es el de vehículos más económicos.
La contribución de las marcas
Las marcas han sabido leer esta tendencia y acompañan con productos mejor equipados y con mayor confort.
El último lanzamiento de Ford es una demostración de la mejor oferta que encuentran los particulares.
Por ejemplo, el nuevo Fiesta KD fue rediseñado y ofrece un nivel de equipamiento poco común: transmisión Powershift Secuencial de seis velocidades, el sistema Sync MyFordTouch, que proporciona a los conductores más opciones en comunicación y entretenimiento.
En tanto, crecen las propuestas para los segmentos de mayor valor, dentro de la gama media: Citroën presentó recientemente el nuevo C4 Lounge; Ford hará lo propio con el Focus global y Honda lanzará en noviembre el nuevo Civic.
A estos modelos se suma un amplio abanico de propuestas en SUV: Peugeot presentará el nuevo 4008, Citroën el C4 Aircross, Mercedes Benz acaba de presentar el GL para el segmento de siete asientos y Audi ha ampliado la gama del Q5 con la versión S, más deportiva.
El nuevo consumidor
Los compradores de autos han ido en permanente evolución, acompañando las nuevas tendencias de la industria automotriz, señalan los expertos.
Según Dalmasso, «hay un cambio que está relacionado con el proceso de maduración del mercado, siendo la Argentina un país con una alta tasa en ventas por número de habitantes. Los argentinos evalúan opciones y si pueden tratan de estirarse un poco más para llegar a un auto de mayor categoría».
También se da el hecho de que ahora se informan más, saben lo que quieren y van en busca de lo que consideran un mayor estatus, señalan fuentes del sector.
En este sentido, Marcelo Ramos, gerente de Marketing de Ford Argentina, afirma: «El consumidor está más maduro, aprecia el diseño y también reclama por mayor seguridad y tecnología».
Para Andrés Quiroga, director de EnvironmentalBranding de Future Brand, los argentinos buscan aquellos productos donde ven que la promesa de valor sea la más sostenible.
Por otro lado, considera que las automotrices, en esta época, son definitorias al momento de tomar decisiones y le dan al consumidor el anclaje necesario para poder hacerlo.
«Hay que ofrecer un diferencial y las marcas supieron manejarse bien en ese sentido», comenta Quiroga.
Lo que viene
El mercado para el segundo semestre del año plantea algunos interrogantes.
Se estima que el crecimiento en patentamientos sea más lento en el plano local y una de las grandes incógnitas es qué sucederá con Brasil, mercado al que se destina uno de cada dos autos que se fabrica en la Argentina.
Por otro lado, se espera que el incremento de precios sea mayor. Del promedio de aumentos de 17% en 2012, se prevé que se pasará a un 21% para todo 2013.
«Esto se debe a la mayor depreciación del peso y a las nuevas normativas que rigen para el sector, ya que desde 2014 todos los autos deberán tener ABS y airbag, lo cual puede encarecer los productos», explica Dalmasso.
Por lo pronto, la industria cerrará el mejor año de su historia y en las automotrices se respira entusiasmo y alegría.