Con la llegada del Audi A1, en 2011, la marca alemana logró captar un público que hasta ese momento no estaba entre sus clientes. La idea de un modelo
Con la llegada del Audi A1, en 2011, la marca alemana logró captar un público que hasta ese momento no estaba entre sus clientes. La idea de un modelo premium compacto del segmento de los chicos era de por sí atractiva y, hasta entonces, la opción que se ofrecía se limitaba al A3, pero para muchos era «demasiado». El éxito de ventas, con el lanzamiento de la versión de tres puertas, demostró que había una demanda insatisfecha. Ahora, se presentó la versión de cinco puertas con el nombre Sportback que es una alternativa para quienes reniegan de la incomodidad del estilo coupé o las exigencias familiares los obligan a contar con mejor acceso a la parte posterior del vehículo.
En materia de diseño poco es lo que cambia respecto de la otra versión y es una modificación obligada debido a las dos puertas traseras. El resto se mantiene sin alteraciones. Un estilo moderno y robusto alentado por la importante parrilla en la que se encuentran los cuatro anillos en medio de los faros de luces led. El interior, acorde con la identidad Audi, se destaca por el ambiente de categoría y calidad. Las plazas delanteras son cómodas -como en la versión tres puertas-, el volante forrado en cuero con buen grip y muy buena visibilidad. Las plazas traseras son ligeramente más amplias que la otra versión ya que este modelo es ligeramente más ancho y más alto. De todas maneras, al tratarse de un vehículo compacto las plazas traseras no se destacan por ser espaciosas.
El A1 está equipado con un motor 1.4 TFSI de 122 CV. La unidad probada contaba con caja automática de doble embrague y siete marchas con un comportamiento destacable (hay también una versión manual). Con equipamiento Ambition reacciona muy bien cuando el vehículo está detenido, algo que se aprecia cuando se necesita una salida rápida, y gracias al sistema de doble embrague el paso de las marchas es impercetible. En ciudad es muy útil el sistema Start & Stop que apaga el motor cuando el auto se detiene en semáforos o embotellamientos y vuelve a encenderlo cuando se pisa el acelerador. Esto permite un ahorro significativo de combustible, una de las cualidades del A1. En este punto ayuda al manejo relajado y más ecológico la caja de siete marchas que permite circular a 100 km/h con el motor girando a unas 2.000 rpm. Cuenta con la opción S para un manejo más deportivo.
La dirección con asistencia eléctrica también responde con efectividad para moverse ágilmente por las calles y avenidas con mucho tránsito.
En la ruta se lo siente bien plantado, con firmeza para tomar las curvas y muy estable.
La suspensión tiende a una cierta dureza, algo que beneficia la estabilidad a altas velocidades, pero que repercute en el andar por las calles poceadas de Buenos Aires.
En materia de seguridad está acorde con los niveles de la marca. ABS, ESP, seis airbags y un eficiente sistema de frenos a disco en las cuatro ruedas, entre otros. Se completa con una larga lista de opcionales, como en el caso de la unidad probada, como techo corredizo eléctrico, navegador y Bluetooth entre otros.
FUENTE: AMBITO.COM 05/03/2013