Así buscan protegerse de los peligros del tránsito y evitar accidentes, según una investigación de la ONG Luchemos por la vida. Para los expertos, aún
Así buscan protegerse de los peligros del tránsito y evitar accidentes, según una investigación de la ONG Luchemos por la vida. Para los expertos, aún no se conocen bien las normas y hay confusión.
Es de noche y un automóvil avanza por la calle José Hernández, en Belgrano. Al llegar a Elcano, dobla a la izquierda, recorre pocos metros, su conductor frena y queda estacionado en doble fila. En ningún momento pone las balizas. La persona que conduce el vehículo que viene detrás no puede saber que el de adelante va a parar abruptamente y se ve obligado a clavar los frenos. Después queda trabado por el obstáculo inesperado. No es un caso aislado: aunque cada vez más lo hacen, todavía son muchos los conductores que no anticipan sus maniobras con las balizas o las luces de giro.
Una detención, un giro, un cambio de carril o un sobrepaso son maniobras habituales en el tránsito. También son potencialmente peligrosas cuando son inesperadas. Para anunciarlas, el Código de Tránsito porteño establece que los automovilistas usen las luces de giro o las balizas, según el caso. Hay muchos que no lo hacen, aunque la Asociación Luchemos por la Vida detectó que la cantidad de conductores que sí las utilizan fue aumentando en los últimos diez años.
Lo atribuyen a que, con el aumento del parque automotor y los consiguientes embotellamientos, los conductores tienen temor a ser chocados y se sienten más protegidos advirtiendo sus maniobras con las luces.
De acuerdo a la investigación de la asociación, los conductores tomaron más conciencia sobre la necesidad de poner la luz de giro para doblar. El 60% de quienes conducen autos particulares lo hace, contra un 43% en 2002 y un 54% en 2008. Mientras, el 48% de quienes manejan vehículos de carga ponen el giro para doblar, un 1% más que hace diez años. Por otra parte, el 75% de los conductores de autos particulares o de carga y un 72% de los taxistas usan las balizas para avisar una detención momentánea. En el caso de los automovilistas particulares, el 67% también pone las balizas cuando está por estacionar. En cambio, son muy pocos los que indican otro tipo de maniobras. Apenas el 17% de los automovilistas particulares usa la luz de giro para avisar que está por salir del lugar de estacionamiento o de una parada. Y sólo el 7% advierte con las luces de giro que va a cambiar de carril.
“Todavía muchos conductores no anticipan sus maniobras a los otros vehículos ni se hacen ver adecuadamente en situaciones riesgosas, impidiendo a los demás adaptarse con tiempo y seguridad a los cambios de situación y evitar accidentes. Sin embargo, hubo un progreso importante al respecto, en especial entre los conductores particulares”, señala Alberto Silveira, de Luchemos por la Vida. “El tránsito está cada vez más complicado y ha aumentado muchísimo la sensación de peligro de ser chocado.
Esto empuja a los conductores a usar estas medidas, que debió utilizar siempre, como una forma de autoprotección”, agrega.
Es que las luces o la bocina son los recursos de comunicación que debe usar el conductor. Y esa comunicación es esencial tanto para que el tránsito sea ordenado como para evitar accidentes. “Es fundamental en el tránsito comunicarse –sostiene Silveira–. A través de todo el sistema de luces el que conduce se entera de lo que van a hacer los demás y comunica lo que va a hacer él. Esto es esencial para la seguridad vial, porque permite anticiparse a las maniobras de los otros y que los demás sepan lo que está por hacer uno. Así se reducen las posibilidades de accidentes”.
“El uso de las luces de giro y de las balizas es una cuestión de respeto al prójimo –sostiene Maximiliano Horwitz, licenciado en Accidentología y Prevención Vial–. Le estamos avisando al otro lo que estamos por hacer”.
El problema, según el experto, es que no hay campañas de concientización y hay mucha confusión.
“La gente no lee las leyes de tránsito y se guía por el uso y costumbre –dice Horwitz–. Pero a veces se hacen por costumbre cosas que están mal. Por ejemplo, cuando hay niebla muchos circulan con las balizas prendidas y eso es peligroso, porque así se está informando que el auto está detenido, cuando no es así. Otro caso son los camioneros, que suelen prender el giro izquierdo para avisarles a los automovilistas que los pueden pasar. Pero es al revés, uno debiera usarlo para avisar que está por adelantarse”.
En cambio, Horwitz también observa que son cada vez más los conductores que ponen el giro para doblar en una esquina. “Aunque son bastante básicos, los cursos para sacar o renovar la licencia fueron concientizando a la gente. También hay un efecto contagio. Si otro automovilista pone la luz de giro y yo me olvidé, voy a darme cuenta y la voy a encender”.
FUENTE: CLARIN.COM 03/12/2012