La gran atracción de la marca de lujo en sus versiones más sublimes, el Carrera y Carrera S, fueron descubiertas en un evento en el barrio de Recoleta
La gran atracción de la marca de lujo en sus versiones más sublimes, el Carrera y Carrera S, fueron descubiertas en un evento en el barrio de Recoleta. Detalles de la nueva generación.
El rugido de los motores hizo vibrar el Palacio Duhau-Park Hyatt del barrio de Recoleta y permitió olvidar una de las noches más frías en la Ciudad de Buenos Aires.
Con el marco del hotel porteño como testigo, un lugar que reúne la tradición del antiguo palacio francés con las decoraciones modernas del artista Celedonio Lohido, el lanzamiento de la sexta generación del 911 en color gris plata, haciendo juego con el lugar por su elegancia, se hizo realidad.
De esta manera, Nordenwagen, representante de Porsche en la Argentina, dio a conocer el deportivo que en una primera etapa se ofrecerá sólo en versiones Carrera y Carrera S, con un valor, pesificado, que es de $1.086.000 para el 911 Carrera manual y que asciende a $1.251.000 para el Carrera S.
La gran novedad del modelo, cuyo origen data de 1963, es que fue construido en una plataforma completamente nueva, la tercera que utiliza el vehículo en 49 años.
Así, el 911 que anticipa su llegada a la Argentina revela un desarrollo con una silueta plana y estilizada, contornos elegantes y detalles de diseño preciso, por lo cual es, a simple vista y sin lugar a dudas, un Porsche.
Además, casi el 90% de todos los componentes son de nueva construcción o constituyen una evolución de otros ya existentes.
La nueva generación debuta en dos versiones:
911 Carrera Motor bóxer de 3,4 litros con 350 CV (257 kW); tracción trasera, caja manual de siete velocidades, en opción caja de siete velocidades y doble embrague PDK; aceleración de cero a 100 km/h en 4,8 segundos, con PDK en 4,6 segundos (4,4 segundos con el paquete Sport Chrono); velocidad máxima 289 km/h, con PDK 287 km/h; consumo (NCCE) 9,0 l/100 km, CO2 212 g/km; con PDK 8,2 l/100 km, CO2 194 g/km.
911 Carrera S Motor bóxer de 3,8 litros con 400 CV (294 kW); tracción trasera, caja manual de siete velocidades, en opción caja de siete velocidades y doble embrague PDK; aceleración de cero a 100 km/h en 4,5 segundos, con PDK en 4,3 segundos (4,1 segundos con el paquete Sport Chrono); velocidad máxima 304 km/h, con PDK 302 km/h; consumo (NCCE) 9,5 l/100 km, CO2 224 g/km; con PDK 8,7 l/100 km, CO2 205 g/km.
Fiel a la tradición, el lenguaje del diseño abunda en potencia y elegancia, con una distancia entre ejes 100 milímetros mayor y la altura reducida, en combinación con las ruedas de hasta 20 pulgadas.
Marcando la tendencia en su clase, como lo han hecho durante varias generaciones, los nuevos 911 elevan aun más el estándar de rendimiento y eficiencia. Las versiones Coupe consumen mucho menos de diez litros de combustible cada 100 kilómetros. El consumo de combustible y las emisiones se redujeron hasta el 16% en comparación con su antecesor.
La clave: la construcción ligera
No se ve ni se oye, pero se siente: la máxima prioridad en el desarrollo del nuevo 91 ha sido la construcción ligera. Esto significa más agilidad y dinamismo, menos consumo de combustible y emisiones. Expresado de otra manera: más Porsche Intelligent Performance.
Uno de los desafíos se concentró en la carrocería, para lograr la construcción ligera, es decir, de aluminio. Esta no sólo proporciona un menor peso de vehículo, sino que también contribuye a distribuir las masas de una forma más equilibrada.
Simultáneamente al desarrollo de la carrocería, los especialistas en sistemas de dirección investigaban a comienzos del año 2007 las primeras alternativas al sistema convencional de la dirección hidráulica. El objetivo era también reducir el consumo de combustible conservando al menos la misma precisión de la dirección.
Por ello, los ingenieros diseñaron un sistema completamente nuevo con una mecánica directa y rígida y un regulador que no utiliza un campo de familias de características, sino que aplica un par de dirección en función de la situación de la marcha.
La diferencia principal con respecto a las direcciones electromecánicas convencionales es que el sistema de Porsche no ha previsto ninguna gestión, sino que posibilita una regulación real mediante estimaciones exactas de las fuerzas resultantes en la cremallera y el procesamiento de estos parámetros.
Diseño
A sus 48 años, el diseño del Porsche 911 es más juvenil que nunca: la nueva generación se presenta con una silueta plana y estilizada.
El exterior se ha desarrollado de nuevo por completo, sin dejar una línea ni ningún radio sin modificar.
El punto de partida para el diseño fueron las proporciones modificadas de este deportivo. La batalla, 100 milímetros más larga, la vía delantera más ancha y la altura reducida han supuesto, junto con las ruedas de hasta 20 pulgadas, una excelente base de partida para un coupé nuevo con una presencia aún más atlética.
Desde cualquier perspectiva se unen elementos modernos de diseño con las características típicas de Porsche. Así, por ejemplo, los faros Bi-Xenón que se montan de serie tienen una nueva forma pero se inspiran en el diseño tradicional redondo de los faros del 911. Un perfil de luz en las aletas delanteras subraya su diseño más marcado y atlético.
En cambio, el capó delantero que se sitúa entre ellas, un poco más bajo, reproduce la típica topografía de Porsche, en la que las aletas siempre quedan algo más elevadas que el capó.
Siguiendo también la tradición, el nuevo 911 no lleva parrilla en el radiador, sino unas entradas de aire laterales: una característica más del deportivo de Porsche con motor trasero.
Vista lateral: líneas precisas con una dinámica tensa
Todas las líneas del diseño se extienden con una dinámica tensa desde delante hacia detrás. Transmiten fuerza, dinamismo y deportividad incluso con el vehículo parado.
El contorno preciso de las aletas se extiende hasta el pilar A y desde allí a lo largo de toda la línea del techo hasta la trasera. El parabrisas más arqueado y estilizado también contribuye a la silueta estilizada y veloz.
Un rasgo distintivo típico de los 911 sigue siendo el característico diseño de los cristales laterales con la ventanilla lateral trasera triangular.
Se conserva así la llamada Porsche Flyline, que es la línea del techo descendente hacia atrás y que desemboca sobre las ruedas traseras, subrayando así el lugar en el que un 911 transmite su fuerza a la ruta.
El nuevo spoiler trasero más ancho debajo de las entradas de aire del capó del motor acentúa la potencia aumentada de los nuevos modelos 911 Carrera.
A diferencia que en los modelos anteriores ya no viene integrado en el capó del motor, sino que constituye un componente independiente con un diseño de ala.
Gracias a su novedoso sistema mecánico y de gestión, en los vehículos con techo corredizo y levadizo que abre hacia fuera, se despliega a dos posiciones diferentes, dependiendo de si el techo corredizo está abierto o cerrado, para adaptar óptimamente la aerodinámica del vehículo
FUENTE: IPROFESIONAL.COM 07/06/2012