Curioso giro para importar autos
En la industria automotriz hay muchas voces que coinciden en que el “modo” elecciones en que se encu
Curioso giro para importar autos
En la industria automotriz hay muchas voces que coinciden en que el “modo” elecciones en que se encuentra el país va a tener un impacto en el mercado y en las decisiones que tomen las empresas en materia de importación en los próximos meses. En charlas con ejecutivos de las distintas compañías se podría decir que hay dos análisis que se están haciendo, teniendo en cuenta que se está llegando a una fecha clave para el comercio exterior. Uno, más vinculado a la especulación; el otro, con cuestiones de estrategia empresarial.
La preocupación que hay hoy tiene que ver en que se está llegando a un plazo importante relacionado con el cambio de autoridades el 10 de diciembre. Las automotrices tienen vigente un esquema de diferimientos para acceder a dólares al valor oficial que varía según el bien. Surge de un pedido realizado hace algún tiempo por el Gobierno para que se financien las importaciones que realizan para luego recibir los dólares del Banco Central. Para las autopartes que importan de empresas no vinculadas al grupo empresario, el plazo es de 30 días. En el caso de importaciones de autopartistas propios, el diferimiento es de 45 días. En tanto, para los autos terminados es de 120 días. En el sector ya reconocen que este último plazo, en la práctica, no se está cumpliendo y los permisos salen para cobrar a 180 días, debido a la restricción de divisas que se agrava. No es un cambio menor. De ser así, las importaciones de autos que se hagan a partir de junio y que deberán esperar ese plazo para cobrar los dólares al oficial, empezarían a caer cuando ya haya un nuevo Gobierno. Es decir, lo que autorice a importarse ahora, lo tendrá que pagar el próximo presidente. La pregunta que se hacen en el sector es si estarán los dólares, en ese momento, y a qué valor. De ahí surgen los dos análisis mencionados. La especulación que hacen algunos empresarios en el sector es que, como los dólares para los 0 km que se importen desde junio no tendrá que pagarlos la actual gestión, podría haber una flexibilización en la autorización de los permisos para importar. La traba que implica hoy conseguir una SIRA, podría ser menos rígida. No del todo porque hay compromisos con el FMI que hay que cumplir, pero algunos no descartan una política más “light” con la siguiente lógica. “Si no van a estar, ¿para qué mantener la dureza?”, reflexionan en algunas fábricas. Hay que tener en cuenta que el Gobierno viene liberando entre un 70% y 80% de las unidades que piden las terminales según los planes presentados. Esto es a excepción del caso de Toyota que, por tener superávit con sus exportaciones, no tiene esa restricción. Las otras dependen del nivel del financiamiento que les otorgue las casas matrices. Entra a jugar, entonces, el nivel de exposición que decidan tener ante un panorama tan incierto. A esto hay que sumarle que los dólares que reciben tienen que destinarlos a la importación de insumos y, por este motivo, se va a priorizar mantener las fábricas funcionando a mejorar la oferta de 0 km importados. Ante esto, el análisis que en algunas empresas están haciendo es que, aún en el caso de que el Gobierno esté menos estricto con la aprobación de SIRA, las propias compañías se limitarán en importar más. “Nadie va a arriesgarse a subir su exposición es estas condiciones”, comentó un directivo de una automotriz. Incluso, hasta podrían recortar los pedidos para mayor seguridad. En números concretos, el volumen actual que se está autorizando a importar es de entre 9.000 y 11.000 autos por mes en total. Con una flexibilización, lo lógico sería que aumente y que mejore la oferta, pero no parece ser el pensamiento que hay en las terminales. Salvo, otra vez, el caso de Toyota que no tiene complicación ya que la balanza comercial es positiva. El escenario, para los próximos meses, sería de la continuidad de faltantes de autos importados y la existencia de sobreprecios en este segmento. Entonces, habría un curioso giro: mientras que, hasta hace poco, las terminales reclamaban mayor importación, ahora, en el caso de reducción del “cepo” oficial, las automotrices se autorregularían a la espera de un panorama más claro.
FUENTE; AMBITO.COM.AR 19/05/2023