¿Furia al volante?: por qué aumentaron los accidentes de tránsito tras la pandemia, según los expertos de Harvard Tras una baja durante los confi
¿Furia al volante?: por qué aumentaron los accidentes de tránsito tras la pandemia, según los expertos de Harvard
Tras una baja durante los confinamientos y las restricciones a la movilidad por la pandemia, los científicos advirtieron nuevos incrementos en los siniestros viales. La ciencia detrás de las razones de los accidentes de tránsito
Los confinamientos por el COVID-19 dejaron en evidencia muchos aspectos. Ya sea contaminación ambiental o accidentes de tránsito, los números relacionados con varios aspectos que alarman a los científicos sufrieron caídas notorias. Sin embargo, cuando se levantaron las restricciones a la movilidad, estas cifras volvieron a subir. Ante esta situación, expertos de Harvard analizaron las razones vinculadas al incremento de estos siniestros viales.
Según los datos preliminares emitidos por el Observatorio vial argentino, perteneciente a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en 2020 (durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio – ASPO) se registró una caída del 32% en los accidentes de tránsito y las muertes relacionadas con estos eventos, con un promedio diario de víctimas fatales de 9,1.
Ya con el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) impuesto el año pasado, los números vinculados a estas tragedias en la Argentina volvieron a subir, aunque no alcanzaron los 15 fallecidos por día (promedio) que se registraron antes de la pandemia. De este modo, en 2021 los fallecidos diarios se posicionaron en 10,6.
En Estados Unidos, en tanto, un experto de Harvard analizó el incremento en las muertes relacionadas con accidentes de tránsito que evidenció durante los dos años de la pandemia. Según señalaron desde la casa de altos estudios, esta tendencia “comenzó en 2020 cuando los accidentes fatales aumentaron a 38,680, un alza del 7% con respecto a 2019, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras”, una situación que tuvo lugar pese a “los bloqueos de COVID que vieron disminuir el tráfico en las carreteras”.
En tanto, en 2021 “las cosas empeoraron”, afirmaron desde la universidad norteamericana. Luego de que comenzaran a aplicar las vacunas contra el coronavirus, se comenzaron a reabrir tanto espacios escolares como laborales, con lo cual, según un informe de mayo de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, se registró “un aumento adicional del 10,5% en las muertes” y se posicionaron en 42.915. “El peor año de muertes por accidentes de tráfico en 16 años”, aseveraron en el comunicado.
“El informe presenta un panorama completo y sombrío, ya que las tragedias involucraron a casi todo tipo de vehículos y conductores de todos los sexos y edades, incluidos los ancianos. Incluso aquellos que no viajaban en automóviles no estaban seguros, ya que los automóviles mataron a un 5% más de ciclistas y un 13% más de peatones”, afirma el documento. Al tiempo que advierte que, sobre este tema, “los académicos médicos y de salud pública de Harvard tienen varias teorías sobre las razones: el estrés y la distracción son las principales”.
El responsable de explicar las razones fue Jay Winsten, un experto en comunicaciones de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y la Escuela de Medicina de Harvard que centró su trabajo en seguridad vial. En palabras del especialista, este incremento podría estar relacionado con el aumento en “el consumo de alcohol en la era de la pandemia”. “Estudios ya han demostrado que las personas bebían más, aunque claramente beber solo no explica lo que sucedió en las carreteras”, reflexionó.
“Las carreteras vacías también fomentaron no solo el exceso de velocidad, sino también el ‘exceso de velocidad extremo’, más de 20 millas por hora por encima del límite”, afirmó Winsten, quien además resaltó que “conducir rápido e imprudentemente también puede haber demostrado ser una salida irresistible y fácilmente disponible para las personas reprimidas durante demasiado tiempo”. “Este es el único escenario en el que probablemente podrías salirte con la tuya rompiendo las reglas, y había mucha gente que solo quería liberarse”, añadió.
Winsten, quien fue el responsable de impulsar el concepto de conductor designado en Estados Unidos en la década de los ‘90, advirtió que, pese a que “los factores previos a la pandemia, como revisar los teléfonos celulares y gritarles a los niños en el asiento trasero, no desaparecieron”, se incorporaron otros factores estresantes vinculados con la pandemia, tales como “la muerte de un familiar, la enfermedad, la pérdida del trabajo o dificultades económicas, e incluso el cambio abrupto al trabajo y la educación remotos”.
“Hubo una tremenda coacción que mucha gente sintió a lo largo de esto, que es una distracción significativa, peligrosa y comprensible”, afirmó Winsten y añadió: “Es diferente a tomar la decisión de obtener su teléfono celular o agarrar una botella de agua que se ha caído. Esos son actos voluntarios, pero el estrés no es voluntario , aunque puedes aprender a manejarlo”.
En ese sentido, el especialista explicó que “cuando te pierdes en tus pensamientos, puedes perderte muchas cosas en la periferia: un ciclista al que estás a punto de cruzar, un niño que corre a la calle detrás de una pelota o un conductor que se salta un semáforo en rojo y se dirige hacia ti. Y un viaje sin incidentes refuerza nuestra creencia de que podemos manejarlo, que no somos el problema, que somos excelentes para realizar múltiples tareas. Pero la verdad es que estamos jugando un peligroso juego de probabilidades”.
Por su parte, el director del Laboratorio de Atención Visual del Hospital Brigham and Women’s y profesor de oftalmología y radiología en la Facultad de Medicina de Harvard, Jeremy Wolfe aseguró que existen “pocos datos que identifiquen las causas fundamentales del aumento de las muertes por accidentes de tránsito debido a la pandemia”. “Muchas investigaciones, por ejemplo, relacionan el uso de teléfonos celulares con la distracción de los conductores y la disminución del rendimiento, pero no ha habido indicios de que el uso de teléfonos celulares haya aumentado entre los conductores durante la pandemia”, afirmó.
Sin embargo, se mostró en consonancia con lo argumentado por Winsten y ubicó al estrés como otro factor potencial de estos incrementos, ya que “la pandemia ciertamente fue lo suficientemente estresante como para generar efectos negativos generalizados”. De todos modos, el profesor de oftalmología apuntó a otra causa: “conductores oxidados”.
“Aunque conducir es una rutina para muchos de nosotros – explicó Wolfe – también es una actividad compleja y dinámica que requiere que uno entienda rápidamente, a veces instantáneamente, muchas cosas a la vez: la posición del vehículo en la carretera, su velocidad, la velocidad y la dirección de los otros automóviles, las condiciones de la calzada, la visibilidad y las actividades de los peatones y ciclistas, y las aceras. Hacer algo perceptivo en el mundo requiere un vasto conjunto de inferencias. Estás continuamente haciendo tu mejor conjetura sobre lo que está pasando en el mundo y se debe aprender cuáles son las inferencias correctas y hacerlo rápidamente”.
En palabras del profesor de oftalmología y radiología en la Facultad de Medicina de Harvard, existe una “red neuronal gigante en tu cabeza que está respondiendo preguntas, todo bajo el radar y sin decírtelo, todo el tiempo. Ahora, imagina si te encierran en tu habitación durante un año”. Con hipótesis, Wolfe se refirió a los errores que relacionados con “Mirar pero no ver”. “En muchos casos, puedes estar bastante seguro de que el ciclista era perfectamente visible. Pero el conductor no está mintiendo, en el sentido de que el conductor no dijo: ‘Oh, mira, hay un ciclista. Quizá le pegue’. De alguna manera significativa, no vieron al ciclista ni a la otra víctima del accidente”, dijo Wolfe.
Pese a este panorama, Winsten advirtió que “las muertes por accidentes de tránsito regresarán gradualmente a los niveles previos a la pandemia”, aunque resaltó que se deberían impulsar “mejoras significativas”. “La tecnología es parte de la causa de nuestro problema con la conducción distraída, pero también será una parte crucial para seguir avanzando en la reducción de lesiones y muertes”, concluyó el experto.
FUENTE; INFOBAE.COM.AR 12/07/2022