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La industria automotriz se estrella contra la guerra en Ucrania

La industria automotriz se estrella contra la guerra en Ucrania En Rusia se detienen las fábricas de carros en rechazo al conflicto en Ucrania y po

La industria automotriz se estrella contra la guerra en Ucrania

En Rusia se detienen las fábricas de carros en rechazo al conflicto en Ucrania y por la escasez de suministro que se agravó con la invasión rusa.
La escasez de compuestos electrónicos y las dificultades para su suministro es una dificultad que han enfrentado los fabricantes desde principios de 2021.
La escasez de compuestos electrónicos y las dificultades para su suministro es una dificultad que han enfrentado los fabricantes desde principios de 2021.

Antes de la invasión a Ucrania ya había dificultades del sector automotor en Rusia. En 2021 se vendieron un total de 1,5 millones de vehículos en el país, la misma cantidad que en Italia, aunque tiene más del doble de población.

Se considera a Rusia como un “enano automovilístico”, según el experto Ferdinand Dudenhöffer en un análisis publicado para el Centro de Investigación del Automóvil de Duisburg (Alemania): solo el 5 % de los vehículos vendidos son fabricados con tecnología rusa, y el resto depende de empresas extranjeras.

La escasez de compuestos electrónicos y las dificultades para su suministro es una dificultad que han enfrentado los fabricantes desde principios de 2021. Razón por la que el grupo AvtoVAZ, número uno del país y propiedad del francés Renault, anunció el jueves la paralización de sus fábricas cuatro días. La fábrica moscovita de este grupo también está parada desde el 28 de febrero.

Tal era la situación que Honda Motor ya había planeado, para abril de este año, la suspensión de vehículos y motocicletas para Rusia debido a la caída continua de las ventas. Aunque en este caso la compañía ya había planeado interrumpir sus exportaciones a Rusia con anterioridad y a partir de abril de este año.

Por otro lado, el grupo coreano Hyundai-Kia, número dos en ventas en el país, también detuvo la producción en su fábrica de San Petersburgo, no por el conflicto sino por dicha escasez de componentes.

A este panorama se le sumaron las dificultades propias de la guerra y las sanciones están afectando a los bancos de forma que frena la producción en Rusia. Una de las restricciones que ha tenido mayor impacto ha sido la exclusión de varias entidades financieras rusas del sistema Swift, que fue interpuesto por la comunidad internacional y que busca aislar a la economía del financiamiento internacional.

En esa línea, Toyota Motor suspendió desde este 4 de marzo “hasta nuevo aviso” sus operaciones en Rusia, debido a las “interrupciones en la cadena de suministros” y ante el impacto de las sanciones internacionales a Rusia por la invasión de Ucrania.

Esta empresa cuenta con 168 puntos de venta y servicio en Rusia y una fábrica en la ciudad de San Petersburgo, con capacidad para producir 100.000 vehículos anualmente. Asimismo suspendió también todas sus actividades en Ucrania el pasado 24 de febrero, donde tiene 37 puntos de ventas.

Por su parte, Mazda Motor detendría la exportación de componentes a su fábrica ubicada en el este ruso debido al temor por las sanciones que aíslan financieramente a Rusia, según informaciones recogidas por la agencia local Kyodo.

Con el argumento de problemas logísticos o “la situación geopolítica actual”, Volkswagen, BMW, Mercedes, Volvo, Jaguar y Ford también anunciaron la suspensión de sus operaciones (fabricación y entrega) hasta nueva orden.

Por otro lado, el gigante mundial de los camiones Daimler puso fin a su colaboración con el constructor ruso Kamaz, proveedor del ejército de ese país.

Impactos en la producción de automóviles en Europa

En el país más afectado por el conflicto también quedaron suspendidas las ventas de vehículos. Ucrania tiene un mercado pequeño que recientemente había empezado a comprar más vehículos europeos o asiáticos en vez de marcas rusas.

La guerra ha impactado producción de autos en Europa Occidental: la fábrica de Wolfsburgo, del grupo Volkswagen, estará fuera de servicio la semana del 14 de marzo por falta de abastecimiento de los proveedores ucranianos.

Además, Volkswagen AG decidió detener su producción rusa. Esto afecta a las fábricas de VW en Kaluga, cerca de Moscú, y Nizhny Novgorod. Las exportaciones de vehículos a Rusia fueron detenidas inmediatamente.

El aumento del costo de las materias primas, el gas, la electricidad y el petróleo podrían influir en el encarecimiento de la producción de los vehículos para todos los fabricantes.

Un mercado ruso que parecía prometedor

Rusia era un mercado prometedor para los fabricantes extranjeros con el final de la URSS y construyeron allí fábricas de ensamblaje para evitar las altas tasas aduaneras de importación.

En mayo de 2021, el dueño de Tesla Elon Musk había anunciado incluso que podría construir la cuarta usina mundial de su compañía en tierras rusas, a pesar de que el mercado de los vehículos eléctricos recién da sus primeros pasos en este país rico en petróleo.

El mercado automovilístico ruso había despegado, pero se desplomó con la crisis financiera de 2009 y recibió un golpe con las sanciones económicas vinculadas a la invasión y anexión de Crimea en 2014.

¿China como reemplazo?

¿Los fabricantes automovilísticos chinos podrían reemplazar a los occidentales en Rusia? “Las marcas chinas ya ganaban partes del mercado exportando vehículos a Rusia. Esta crisis podría ser una oportunidad, salvo que las posibles sanciones sean importantes”, subraya Felipe Muñoz del gabinete Jato Dynamics.

“China podría reforzar sus créditos y su ayuda a Rusia, lo que convertiría a esta última en su satélite económico”, afirma Düdenhoffer.

El mercado ruso caería a 1,1 millones de vehículos en 2022, según estimaciones.

Incluso podría derrumbarse a 800.000 unidades vendidas como en 2015, lo que colocaría a Rusia detrás de España o México.

FUENTE; www.elespectador.com  07/03/2022