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Renault Fluence Z.E. En Europa, el futuro ya llegó

Ya se vende, a 19.800 euros, este auto eléctrico que acelera como uno convencional y ofrece gran confort. En 2009 Renault anunció un ambicioso plan

Ya se vende, a 19.800 euros, este auto eléctrico que acelera como uno convencional y ofrece gran confort.

En 2009 Renault anunció un ambicioso plan eléctrico para su gama de vehículos, que se viene cumpliendo en tiempo y forma a pesar de las turbulencias económicas que se mantienen en Europa. Y el primer paso de esta “electrificación” lo da con el Fluence Z.E., modelo que ya se vende en Francia, España e Israel.
Este modelo eléctrico utiliza la misma estructura del Fluence que se fabrica en Córdoba, pero se lo ha alargado 13 centímetros respecto de la versión convencional. Esta modificación era fundamental para poder alojar al paquete de baterías, dispuesto detrás del respaldo del asiento trasero. Así se reduce la capacidad del baúl, que queda con 317 litros contra los 530 del Fluence con motor térmico.
Una de las particularidades de este modelo es su comercialización, ya que cuesta unos 19.800 euros, en el mismo rango de lo que cuesta un Fluence con motor a combustión. La gran diferencia es que la batería se entrega en comodato y hay que abonar 82 euros por mes.
El sistema de propulsión se completa con un motor eléctrico que entrega una potencia de 95 CV. Según Renault, tiene una autonomía en ciclo mixto (urbano y ruta) de 185 kilómetros. Aunque también aseguran en la marca que, en condiciones ideales, puede superar los 200 km con una sola carga. En cambio, si hay condiciones climáticas adversas (mucho frío), se hace un manejo deportivo y la topografía del terreno muestra muchas pendientes, la autonomía se reduce a 80 km.
La carga de la batería se puede hacer en cualquier red eléctrica doméstica, aunque hay que adquirir un adaptador específico. Si la carga sea realiza directo a la red, esta demora entre 10 y 12 horas. Pero si se adquiere el “Wall-Box” (cuesta menos de mil euros y convierte la red doméstica en una de alta tensión), la carga demora entre 6 y 8 horas. Con este dispositivo se puede, además, programar la carga cuando la tarifa eléctrica es más barata (en Europa). Para este año se espera que Europa cuente con 50 mil puntos de recarga públicos.
Las sensaciones al manejarlo difieren mucho de un auto convencional. Para “poner en marcha” basta con presionar un botón y un indicador verde con la palabra Go! (adelante). Conducirlo es como hacerlo en un auto con caja automática, pero con una ausencia total de ruidos, salvo los aerodinámicos (que tiene muy pocos, por cierto). Lo que sorprende es su capacidad de aceleración: saliendo de parado, la respuesta es enérgica y progresiva. Su velocidad máxima está limitada en 135 km/h. Al soltar el acelerador, el sistema retiene más de lo normal para cargar la batería usando esa energía cinética, casi como si se estuviera frenando.
¿Se venderá en el país? No por ahora. Pero en Francia se encargan de resaltar que se trata de un proyecto global. Dependerá de la infraestructura que se destine para facilitar su llegada

FUENTE: CLARIN.COM 09/02/2012