Autos eléctricos: una guía práctica para interesados

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Autos eléctricos: una guía práctica para interesados

La industria automotriz está virando hacia la electrificación de los todos sus modelos. Una muestra de ellos es el anuncio de varias marcas que, a par

La industria automotriz está virando hacia la electrificación de los todos sus modelos. Una muestra de ellos es el anuncio de varias marcas que, a partir de 2025, al menos una variante de cada uno de los vehículos tendrá una opción con motorización electrificada.

En mundo eléctrico en los automóviles es más amplio de lo que parece. Algunos creen que solo existen las versiones 100% eléctricas pero el mercado tiene muchas más posibilidades que muchas veces los usuarios no conocen.

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La más conocida de todas es la variante híbrida, que cuenta con un impulsor de combustión que se combina con uno eléctrico para mejorar la eficiencia y minimizar los consumos y emisiones. Otra posibilidad que se está utilizando en la región son los “mild hybrid” que disponen de un pequeño propulsor eléctrico que su principal función es ayudar en el arranque del motor de combustión.

Lo más cercano a los vehículos 100% eléctricos son los híbridos enchufables que trabajan de una manera similar a los híbridos convencionales pero que además su batería se puede recargar mediante una corriente eléctrica para que la autonomía sin la utilización del motor de combustión sea mayor. Todas estas opciones que están “a mitad camino” de la llegada de los automóviles totalmente eléctricos son las que están tomando bastante fuerza en la industria.

El Nissan LEAF es uno de los emblemas en la evolución de los autos eléctricos (Pedro Danthas)

Con un panorama un poco más claro en cuanto a la tendencia del mercado, la adquisición de un ejemplar de estas características requiere un análisis un poco mayor a lo que harías si la compra sería sobre un modelo tradicional.

En esta guía práctica buscamos orientar a aquellas personas que se están planteando la adquisición de un eléctrico o híbrido enchufable. A través de diez preguntas, te contamos una visión global del proceso de electrificación con respuestas y argumentos para asesorar a los usuarios en un momento de transformación tecnológica.

Aquí exponemos factores a tener en cuenta antes de adquirir un modelo de este tipo, los motivos que pueden influir en esa decisión, y si es la más apropiada para cada cual, teniendo en cuenta una serie de circunstancias vitales.

¿Cuánto valoro el emitir menos CO2?

Para muchas personas, electrificar su movilidad es una cuestión de conciencia medioambiental. Los eléctricos y los híbridos enchufables tienen unas emisiones de CO2 mucho más reducidas que los autos de combustión. Según estudios, a lo largo de todo el ciclo de vida de un automóvil (desde la extracción de los materiales necesarios para construirlo, hasta su reciclaje final), un eléctrico emite de un 30 a un 70% menos de CO2, dependiendo del origen más o menos renovable de la energía con la que lo recarguemos a lo largo de su fase de utilización.

El Toyota Prius es uno de los híbridos más conocidos del mundo (Toyota)

Contribuir a limpiar el aire de las ciudades puede ser otro importante estímulo. Los eléctricos no generan emisiones locales de CO2, NOx, monóxido de carbono o hidrocarburos sin quemar; y solo emiten las partículas sólidas procedentes del desgaste de frenos y neumáticos.

Los híbridos enchufables siguen el mismo patrón si circulamos en modo eléctrico, algo perfectamente viable por su autonomía. Y si lo hacemos en modo híbrido, emiten menos que los autos con motor a combustión.

¿Qué ventajas aporta el auto eléctrico?

En algunas partes del mundo, los modelos con energía alternativa tienen ciertos beneficios. Por ejemplo, el acceso libre a zonas de bajas emisiones y ciudades con protocolos de contaminación, estacionamiento libre en zonas reguladas y bonificación en impuestos.

El híbrido está siendo una gran opción en la región (Ford)

En la región todos los países tiene regulaciones diferentes para la llegada de los modelos eléctricos. Por ejemplo, en algunos países son beneficiados con una baja en los impuestos y otros tienen una “ayuda” gubernamental para que su precio no sea tan elevado. Más allá de estas ganancias, aún se debe trabajar para que el beneficio sea mayor.

¿Dispongo de un lugar para recargarlo?

Un factor importante es disponer de un lugar donde efectuar la recarga. Con poca infraestructura aún en la región, lo ideal es tener un espacio para instalar un cargador en casa y seguir los mismos pasos que hacemos con los celulares.

Por supuesto que hay otras opciones pero que aún están “muy verdes” por nuestras latitudes. En Europa y Estados Unidos, hay puestos de recarga en los trabajos o en estaciones de servicio en la vía pública.

¿Qué tipos de carga existen?

Lo primero que debemos tener es, lógicamente, un punto de recarga. Una vez preparados existen tres tipos de recarga, en función de la potencia de los cargadores y, por lo tanto, su velocidad: la convencional, la semi rápida y la rápida.

En Europa hay cargadores en la vía pública (shutterstock)

La más lenta de todas es la de los enchufes “normales”. La potencia eléctrica es de aproximadamente 3,7 kW, con lo que se tardaría unas 8 horas para la carga. La recarga semirrápida es la que se realiza a través de cargadores con tomas trifásicas, más habituales en empresas, oficinas, estacionamientos públicos y demás. Estos alcanzan una potencia es de hasta 22 kW, con lo que el vehículo se cargaría en poco más de una hora. La más rápida son los “súpercargadores” con una potencia mínima de 50kW, capaz de recargar el auto en solo 20 minutos.

¿Cómo utilizo mi auto a diario?

El siguiente factor a tener en cuenta: cuál es la frecuencia y distancia de tus recorridos cotidianos; y cuántos viajes largos realizas al año. Generalmente, los modelos eléctricos alcanzan una autonomía de 400 kilómetros (puede ser mayor o menor, según el modelo), una distancia que cubre las necesidades de la inmensa mayoría de los usuarios con una única recarga semanal.

Saliendo de la variante 100% eléctrica, los híbridos enchufables alcanzan alrededor de 40 kilómetros en modo eléctrico, con una recarga diaria.

¿Puedo viajar con un modelo electrificado?

A la hora de viajar, con el híbrido enchufable disfrutamos de una autonomía similar a la de un modelo con motor de combustión. Con un eléctrico tenes que programar paradas para recargar cada 400 kilómetros, aproximadamente, sabiendo que estos datos pueden variar en función de las condiciones de conducción y de factores ambientales. En un punto de recarga de 100 kW podemos alcanzar el 80% de la carga en solo 30 minutos.

El ID.3 es uno de los últimos modelos eléctricos de Volkswagen

Es cierto que, inicialmente, la autonomía disponible y la necesidad de recargar pueden generar ansiedad en los usuarios. Son nuevas costumbres que debemos aceptar.

En distancia mayores como las que hay en todo América estos números suenan escasos pero la inminente evolución de la infraestructura y la autonomía de las motorizaciones eléctricas nos acercan a confiar en el futuro de estos vehículos.

¿Es mucho más caro que un vehículo tradicional?

Al adquirir un auto hay que tener en cuenta lo que nos va a costar realmente, es decir, su precio de adquisición más su costo de uso, e incluso su valor de reventa. El precio de un eléctrico es superior al de un modelo convencional equivalente. Pero esta diferencia se reduce por su inferior costo energético, de mantenimiento, impuestos y seguros.

¿La seguridad es la misma?

Los eléctricos e híbridos enchufables superan las mismas pruebas de choque que los modelos con motor de combustión. No hay ninguna diferencia entre el equipamiento de seguridad de un vehículo de combustión con uno eléctrico.

El mantenimiento de un auto eléctrico es más económico que el que se realiza en uno de combustión

¿Qué mantenimiento necesita un auto eléctrico?

Según algunos informes europeos, el mantenimiento de un eléctrico es un 40% más barato que el de uno de combustión, lo que se explica porque tiene entre 800 y mil componentes menos. Estos vehículos no tienen aceite, ni embrague, ni caja de cambios, ni correas o tubos de escape. También lleva menos líquidos y filtros. En definitiva, esto hace que las revisiones periódicas sean mucho más baratas.

Igualmente, lo que debemos tener en cuenta es que existen algunos componentes propios de su sistema eléctrico que hay que someter a un delicado mantenimiento por un experimentado en la materia.

FUENTE; INFOBAE.COM.AR 10/02/2021