Si se pensaba que el 2021 iba a ser un año más tranquilo que el anterior, al menos en el sector automotor, se incurrió en un gran error. Desde el prim
Si se pensaba que el 2021 iba a ser un año más tranquilo que el anterior, al menos en el sector automotor, se incurrió en un gran error. Desde el primer día de enero se suceden las novedades. Por ejemplo, la nueva reglamentación que establece que los importadores de autos de alto valor no van a tener acceso inmediato a dólares oficiales y, por consiguiente, deberán recurrir a financiación propia, es una muestra de la delicada situación de divisas que hay en el país. La medida puso un techo de u$s35.000 valor FOB para los 0 km. A partir de ese monto, queda librada la importación a las posibilidades de acceder a fondos de manera privada de cada empresa, con la promesa de recibir dólares a precio oficial por parte del Estado pero dentro de un año. Mucho tiempo para una Argentina inestable. Lo que muestra esta decisión es la fragilidad de las arcas oficiales. Los 0 km por arriba de ese monto, no abundan en el mercado local. Se podría decir que por año se venden unas 300 o 400 unidades. Obviamente, algunos modelos se acercan a esos u$s35.000 pero otros lo superan y llegan a valer más de u$s100.000. Para hacer un cálculo estimativo, se podría tomar como promedio un valor de u$s70.000. En base al volumen más ambicioso de ventas, 400 unidades a ese precio implicaría un desembolso de unos u$s28 millones. Si se tiene en cuenta que también hay que incluir el costo del flete se puede redondear en u$s30 millones. Es decir, el Estado hoy no está en condiciones de financiar una importación de 400 0 km por u$s30 millones y por eso aplica esta restricción. Esto muestra el nivel de fragilidad económica que tiene el país. También es cierto que puede haber otro motivo vinculado a lo ideológico. Restringir la importación de 0 km de lujo en un país con tantas carencias. Desde los despachos oficiales se rechaza esa idea. Días atrás, por ejemplo, el secretario de Industria, Ariel Schale, buscó echar por tierra con esa idea. “Somos capitalistas. Queremos que se importen autos” dijo. En la práctica, las medidas que se toman, van en sentido opuesto.
Entre los importadores de autos de alta gama no hay una posición común. Algunos ven la medida como otro paso al cierre de la actividad mientras que otros se ilusionan con la idea de que haya más previsibilidad. Estos últimos estiman que para el Gobierno, esta fue una forma de sacarse un problema de encima y que, de aquí en más, el acceso a esos dólares no depende del Estado. Se basan en algunos puntos para ilusionarse de comenzar a transitar un camino más calmo. Por ejemplo, estos 0 km no compiten con los nacionales, no le quita dólares al Estado, implicará mayor recaudación y el que quiera comprar uno de esos autos podrá hacerlo. Tendrán que pagarlo más caro pero, en estos niveles de precios, ese no es un problema. También creen que podrán vender más. Hoy, la oferta está limitada por un cupo. Pueden tener 10 compradores para una sola unidad. Al no depender de los dólares oficiales, podrían importar lo que necesiten y satisfacer esa mayor demanda. Hay importadores que aseguran que podrían vender el triple de unidades si hubiera disponibilidad, aún a un precios en dólares más cercano al blue que al oficial. Para eso, necesitan que se aprueben las SIMI sin trabas. De lo contrario, la medida ya dejara de ser una cuestión económica y pasará a ser algo político. ¿Será posible? Esa es la duda. Otra: ¿en un año le venderán los dólares al valor oficial para pagar la financiación que tuvieron que asumir? Algunos son menos optimistas y creen que el negocio se va a achicar ante tanta incertidumbre. “Nos vamos a reducir al mínimo” reconoció un importador. Otro empresario comentó a este diario que en los bancos le dicen que no están autorizados a girar dólares para pagar esas importaciones. Aunque el importador consiga los dólares, no está claro el mecanismo para pagar esa operación a la casa matriz. Todo complicado. Mientras tanto, los importadores están esperando ser llamados por el Gobierno para conocer el cupo que tendrán para este año. En el sector hay clima conciliador y quieren que se defina el horizonte para saber a qué atenerse en 2021. Quieren privilegiar el buen diálogo con los funcionarios.
De otro lado, en ADEFA, están negociando con el equipo económico para que las baja de retenciones y otros beneficios que se anunciaron para las exportaciones incrementales, incluya a las que se realicen dentro del Mercosur. Hoy, sólo rige para terceros países. Eso aliviaría la situación de varias empresas que, por falta de competitividad, sólo pueden pensar en venderle 0 km sólo a Brasil.
Se oficializó la venta del paquete mayoritario de Car One por parte de Manuel Antelo al Grupo Pochat. La noticia fue adelantada por ámbito en julio pasado. La demora se debió a conseguir las autorizaciones de cada marca que opera dentro del predio de Tortuguitas. Así se confirma el proceso de salida que el ex titular de CIADEA está haciendo en la Argentina para concentrar sus negocios en Uruguay. Hoy mantiene un posición minoritaria en Car One y representa a las marcas Mitsubishi, Haval y Changan. Cuentan quienes tienen la oportunidad de charlar con él en Punta del Este que está cada día más crítico de la situación del país. “No quiere saber nada con la Argentina” dicen que dice. Habrá que ver, con este comentario, si el proceso de desinversión por estas tierras se terminó con la entrega de Car One (la empresa que crió como un hijo) o sigue adelante con el resto de sus negocios y es un adiós definitivo. Son muchos los rumores que señalan que todo dependerá de si aparece un comprador o alguien que se quiera quedar con la estructura de sostener tres marcas a pérdida en un país que limita cada vez más las importaciones. En las cercanías de Antelo, lo niegan. Pero también negaron, hace poco más de un año, cuando Ámbito preguntó si vendían Car One, como se comentaba por aquel entonces. Es un mercado chico y todo se sabe, más cuando el dueño es el que está ofreciendo que alguien le compre la empresa. Desde el grupo descartaron esa idea y dieron argumento sobre la mejor rentabilidad que se tiene en el negocio del usado sobre los 0 km. “No nos vamos a desprender del corazón del negocio” remarcaron para disuadir a este periodista. Pasaron los meses y este diario pudo dar la primicia del “transplante” de Car One al Grupo Pochat. Ayer salió el comunicado oficial.
FUENTE; AMBITO.COM.AR 12/01/2021