La situación del sector automotor es cada vez más preocupante, y las últimas novedades que surgieron de la Ley de Emergencia Económica, no hacen más
La situación del sector automotor es cada vez más preocupante, y las últimas novedades que surgieron de la Ley de Emergencia Económica, no hacen más que sumar dudas al negocio.
Tras un año que cerrará con una caída de 40% en los patentamientos, volvieron las dos escalas de los impuestos internos, lo cual es una grave complicación teniendo en cuenta que de acuerdo a la nueva base mínima imponible, el 43% de los autos subirá de precio.
Pero eso no es todo, ya que en el artículo 56 de la ley que se sancionó el sábado a la madrugada, el Banco Central «realizará una evaluación sobre el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de viviendas y los sistemas de planes de ahorro previo para la adquisición de vehículos automotor sus consecuencias sociales y económicas y estudiará, mecanismo para mitigar sus efectos negativos atendiendo al criterio del esfuerzo compartida entre el acreedor y deudor.»
Esta medida indica que se podrían congelar las cuotas de los planes o ponerles un tope, situación que agravaría la crisis ya que los autos aumentaron 80% promedio en el año, y la compra mediante este sistema tiene que seguir el ritmo de los valores, para que los grupos suscriptores lleguen en el mes a cubrir los montos necesarios para adjudicar un plan.
Por otro lado, para los clientes sería una buena noticia porque aliviaría la carga que vienen sufriendo, aunque en algún momento se les aplicaría el incremento.
Hasta el momento, algunas personas se presentaron a la justicia para pedir ayuda por las cuotas que no podían enfrentar, y se dictaron algunas resoluciones puntuales para algunos suscriptores, ordenando retrotraer los valores.
Pero ahora, si el banco lo determinara, la medida podría recaer en todos los involucrados en el sistema.
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 27/12/2019