Desde el lunes próximo, el impuesto interno pasará a regir para los autos con un valor de venta al público de 2.300.000 pesos. Es decir, a partir de e
Desde el lunes próximo, el impuesto interno pasará a regir para los autos con un valor de venta al público de 2.300.000 pesos. Es decir, a partir de ese monto, tendrán que pagar un 25 por ciento más.
El tema es que estos cambios siempre dejan una brecha muy amplia entre algunos modelos y otros, lo que lleva a las marcas a «frezar» los productos preferidos para que no se vean amenazados por el gravamen.
Uno de los casos más emblemáticos y que mejor representa la situación es el de Toyota, con la SW4.
La automotriz viene manteniendo el valor del SUV que se fabrica en la planta de Zárate, en la provincia de Buenos Aires, en un precio para que no lo alcance el tributo.
No es el único caso, aunque es importante porque es de producción nacional, y siempre se miran más de cerca esos modelos.
Otra marca que también mantiene los precios es Renault con Koleos, otro SUV mediano que hace meses no aumenta. Y así no llega a los 2.300.000 pesos.
De esta manera, esos modelos quedarán más distanciados de los competidores de marcas premium, que tendrán que aplicar el 25 por ciento y que encima cotizan en dólares, por lo cual su conversión a pesos es más inestable.
Pero al mismo tiempo, también tendrán poca diferencia con otros autos que no son competidores pero que están con valores elevados, como el Hyundai Kona, un SUV chico que arranca en u$s40.000; o el Audi A1, que promedia los u$s37.000.
De esta manera, la guerra entre automotrices, modelos y marcas está nuevamente en puerta. Y las estrategias vuelven a estar a flor de piel para ver quién se queda con más ventajas en un mercado cada vez más chico
FUENTE; IPROFESIONAL.COM 28/08/2019