Los controles vehiculares sumaron tecnología de punta este verano

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Los controles vehiculares sumaron tecnología de punta este verano

"El balance es muy positivo si tomamos los números de fiscalizaciones vehiculares que hicimos entre el 20 de diciembre de 2018 y el 31 de enero de est

«El balance es muy positivo si tomamos los números de fiscalizaciones vehiculares que hicimos entre el 20 de diciembre de 2018 y el 31 de enero de este año. Si comparamos lo hecho en este período respecto del de hace doce meses, se creció alrededor de un 80 por ciento. Incremento que surge gracias a la incorporación de tecnología», afirma Pablo Castano, director Ejecutivo de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT).

La CNRT controla el transporte terrestre en todo el país y Castano se muestra muy satisfecho por el crecimiento de controles «a fin de garantizar un transporte más seguro y de calidad para los pasajeros».

El operativo verano, en sus primeros 40 días, registró cómputos altamente promisorios: se hicieron casi 208.921 controles contra 84.789 del año pasado. Este crecimiento es gracias a la optimización que llegó desde la tecnología con el FIS (Fiscalización Inteligente Simple), que en forma de aplicación para los celulares fueron especialmente diseñados para los PDA, «una suerte de teléfono robusto que permite agilizar el trabajo de manera exponencial», hace saber el directivo de la CNRT.

El ministro de Transporte Guillermo Dietrich y el director Ejecutivo de la CNRT Pablo Castano, observando el funcionamiento del FIS, el fiscalizador inteligente simple.

Desde la CNRT se controla el transporte de pasajeros y de cargas en todo el país. La fiscalización de los vehículos de pasajeros comprende micros interurbanos e internacionales, colectivos urbanos de jurisdicción nacional (líneas 1 a 199), micros de turismo nacional e internacional, combis y vehículos clandestinos.

Para entender el tamaño de los controles actuales, «hoy se están haciendo 25 fiscalizaciones por día por fiscalizador, cuando en el año 2016 se realizaban apenas 6, porque se trabajaba de manera manual, por eso creemos que el FIS es la vedette de este verano», grafica Castano.

Es el primer año que se utiliza este tipo de herramienta a nivel federal «y los cambios son inmensos, ya que permite tener en no más de diez minutos todos los datos del vehículo y del conductor sólo con el dominio y su documento, cuando antes esa información demoraba unos 40 minutos».

También la tecnología coopera con la transparencia en los controles, «ya que no hay lugar a ninguna discrecionalidad de parte del fiscalizador -expresa contundente Castano-. Una vez que el control empieza, el control termina, lo que se erradica inmediatamente cualquier posibilidad de que el fiscalizador tome alguna decisión».

No hay chances de coimas. «Todo queda registrado con fecha, hora y lugar donde se hizo. Hoy cuando se labra el acta, llega inmediatamente a la CNRT, se procesa y se tramita el sumario. De esta manera el trámite de fiscalización gana en credibilidad».

Esta flamante incursión de la tecnología en los controles vehiculares dejan otras cifras que permiten notar la diferencia a favor. Como todo es más inmediato y fluido, los fiscalizadores tienen mucho más tiempo, lo que les permite sumar actividades como los tests de alcoholemia: entre el 20 de diciembre y el 31 de enero se hicieron 42.340 controles de alcoholemia, contra los 5.944 que se hicieron el año pasado.

Por otra parte, Castano hace hincapié en que el último año se ha percibido mayor responsabilidad de parte del conductor. «Se advierte, por ejemplo, en los pocos que dieron positivo en los controles de alcoholemia: 72 en más de 42.000 pruebas». A la hora de buscar respuestas, cree que «debe ayudar» la fuerte sanción económica para quien dé positivo. «Antes no se sancionaba a la empresa, sino que sólo al conductor. Ahora se le retira la licencia al conductor y la empresa tiene una multa de 30 mil boletos mínimos».

En conclusión, «podemos decir que el FIS entiende cada una de las necesidades de los trabajadores que están en la ruta y en la calle para hacer más eficiente su trabajo. Es una herramienta que refleja lo que el fiscalizador necesita en un contexto de lo que precisa la CNRT».

FUENTE; CLARIN.COM 05/02/2019